João Félix embellece al Barça
Los azulgrana completan su segundo 5-0 en solo cuatro días después de un cómodo estreno europeo ante el debutante Amberes
El eco del 5-0 del sábado en la Liga alcanzó al estreno de anoche en la Champions. El Barça se dejó llevar por la inercia de la última goleada y despachó al Amberes con otro 5-0. Tan a gusto se siente el barcelonismo con el momento alcanzado ante el Betis que incluso Xavi dispuso una alineación muy parecida contra el campeón de Bélgica. Las únicas novedades fueron las de Gündogan y Raphinha, sustitutos de Oriol Romeu y Ferran Torres, mientras Lamine Yamal continuaba en el banquillo de Montj...
El eco del 5-0 del sábado en la Liga alcanzó al estreno de anoche en la Champions. El Barça se dejó llevar por la inercia de la última goleada y despachó al Amberes con otro 5-0. Tan a gusto se siente el barcelonismo con el momento alcanzado ante el Betis que incluso Xavi dispuso una alineación muy parecida contra el campeón de Bélgica. Las únicas novedades fueron las de Gündogan y Raphinha, sustitutos de Oriol Romeu y Ferran Torres, mientras Lamine Yamal continuaba en el banquillo de Montjuïc. La figura, en cualquier caso, sigue siendo João Félix. La llegada del portugués ha cambiado la cara y el juego de un equipo que ha dejado de sufrir para pasar a disfrutar, de defender a atacar, muy superior frente a rivales amables como el Betis y el Amberes.
La hinchada se divierte con los muchos goles del Barça. Los pitos solo retumban cuando suena el himno de la Champions. La rechifla es igual de estruendosa en el Camp Nou que en Montjuïc. El barcelonismo está peleado con la competición desde Berlín en 2015. Los intentos de reconquista han acabado con estruendosas goleadas en escenarios grandilocuentes como Anfield. La esperanza se ha recuperado después de un sorteo muy benigno y un estreno excitante ante el ingenuo Amberes. El reto de la temporada es llamar la atención de Europa después de ganar la Liga ante el Madrid. El presente vuelve a invitar al optimismo porque ha mejorado el equipo y la plantilla con fichajes como el de João Félix.
El portugués no solo acompaña muy bien la jugada, delicado por dentro y sutil por fuera, camuflado como un falso extremo izquierdo, sino que remata y asiste con la precisión y belleza que tanto agrada a la hinchada del Barcelona. João Félix se asoció con Lewandowski y Gündogan para marcar el 1-0 con un excelente remate cruzado al poste derecho del portero y poco después se perfiló por el costado izquierdo del área para recortar y centrar al segundo palo para la cabeza de Lewandowski. Las dos jugadas del delantero cedido por el Atlético acabaron en un santiamén con un partido que comenzó con una competición de pases por el buen pie de los futbolistas del Amberes.
Duelo por la posesión
Tocaba el equipo belga, muy a gusto y atrevido, siempre con la pelota al pie, dispuesto a discutir la posesión al Barça. Los futbolistas paseaban de punta a punta del campo, bien puestos y aseados, como si pasaran revista ante los animosos hinchas desplazados a Barcelona —unos 2.500—, la mayoría alineados en la grada y algunos diseminados y peleados con la policía en los alrededores del Estadi Olímpic. El partido obligaba a reparar en Vermeeren, un medio centro de 18 años que ya ha dado mucho que hablar en el Barça, y en el medio Mandela Keita. La ilusión del debutante Amberes, sin embargo, duró unos diez minutos; se acabó cuando compareció João Félix, la luz de Montjuïc.
La efectividad y la elegancia del portugués marcaron la diferencia para alegría de Lewandowski. El polaco ha recuperado el ánimo y la puntería con la llegada de João Félix. Las individualidades han ganado confianza y el equipo se ha soltado en los dos últimos encuentros con y sin Oriol Romeu. La ausencia del volante central, titular contra el Betis, aumentó el protagonismo de Frenkie de Jong. El holandés se descolgó en la medular para alimentar a una delantera completada por Raphinha. El brasileño dejó su gol en una acción afortunada porque el cuero fue desviado por Bataille. El 3-0 mató el partido hasta el descanso porque los azulgrana se regularon ante el perdido Amberes.
El angelical equipo del duro Van Bommel ya no sabía si defender o atacar, aturdido por el marcador y sobrepasado también después por el carrusel de cambios dispuestos por Xavi. Gavi puso el 4-0 con un zurdazo, después de recoger un rechazo a la salida de una jugada de João Cancelo, y João Félix se despidió pasada la hora de partido con un plácido cabezazo a centro de Raphinha: 5-0.
Ya no se reparaba entonces en el juego sino en las individualidades y especialmente en Lamine Yamal, que a sus 16 años se convirtió en el debutante más joven del Barça en la Champions. El extremo no estuvo fino en dos ocasiones, una muy clara, cuando la afición soplaba para que se convirtiera también en goleador de la Copa de Europa. No llegó el gol de Yamal y por contra Ter Stegen intervino por dos veces en una jugada de mucho mérito para negar el tanto del honor al Amberes.
Ningún marcador es más celebrado por el barcelonismo que el 5-0 y ya van dos en solo cuatro días después de que el equipo se haya vigorizado y alegrado con jugadores como João Félix, João Cancelo y Gündogan. El Barça parece estar a gusto en Montjuïc.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.