El Atlético saca el fusil en Vallecas

Los de Simeone meten 7 goles en 10 tiros a puerta para firmar su primera victoria a domicilio ante un Rayo que no dijo palabra ante la tormenta rojiblanca

Nahuel Molina anota ante Dimitrievski el tercer gol del Atlético ante el Rayo, este lunes.NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)

Al Atlético de Madrid le bastaron 35 minutos para amarrar su primera victoria a domicilio. Y una vez asegurado el triunfo, le hizo un siete al Rayo en una gran demostración de pegada. Tres tantos antes del intermedio fueron suficientes para vivir con comodidad el resto de un partido que terminó con una goleada sonora. No había encajado ninguna diana el Rayo en Liga, pero las transiciones del Atlético encontraron ayer una y otra vez la espalda de su defensa para mostrar su versión más d...

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Al Atlético de Madrid le bastaron 35 minutos para amarrar su primera victoria a domicilio. Y una vez asegurado el triunfo, le hizo un siete al Rayo en una gran demostración de pegada. Tres tantos antes del intermedio fueron suficientes para vivir con comodidad el resto de un partido que terminó con una goleada sonora. No había encajado ninguna diana el Rayo en Liga, pero las transiciones del Atlético encontraron ayer una y otra vez la espalda de su defensa para mostrar su versión más desdibujada. La efectividad rojiblanca fue enorme: siete tantos en diez tiros a puerta.

La fiesta de Vallecas en el primer partido de los suyos como locales, al que llegaban con pleno de victorias, duró en el césped solo dos minutos. Fue lo que tardó el Atlético en castigar al Rayo en la primera buena jugada que trenzaron los de Simeone, tan precisos como efectivos. Memphis le puso calma, encontró a De Paul liberado por la derecha y un gran centro del argentino fue enviado por Griezmann a la red. Primer gol en Liga del francés, que remató con mucha calidad, pero también muy solo dentro del área.

Apostó Simeone por el joven Barrios como cinco ante la baja de Koke, la posición en la que el argentino ha dicho que le gusta más. Pero los que brillaron fueron los inspirados De Paul y Saúl a sus costados. Aprovechando el desconcierto de un Rayo aún grogui, Saúl se desdobló por la izquierda para asistir a Memphis y ampliar la ventaja colchonera en el minuto 16.

Se intentó desperezar el cuadro de Francisco, que había empezado muy bien su difícil tarea de reemplazar a Iraola en el banquillo de Vallecas. Pero solo lograron inquietar a Oblak en alguna jugada a balón parado. Ni siquiera la lesión de Memphis, que tuvo que ser sustituido por Morata, frenó al Atlético, que logró el tercer gol en la siguiente jugada. Conexión argentina de campeones del mundo: otra asistencia medida de De Paul y definición de Nahuel Molina para superar en el mano a mano a Dimitrievski.

Tras el descanso, el Rayo mejoró algo, pero la ventaja de los de Simeone ya era insalvable. El Cholo introdujo relevos, entre los que no estuvo el nuevamente convocado João Félix, y fue entonces cuando llegó la traca final. Morata firmó el 0-4 aprovechando la segunda asistencia de Saúl en el minuto 73 y Dimitrievski inició el despropósito regalándole el 0-5 a Correa, que marcó de bonita vaselina. El propio Correa volvió a abrir en canal a la zaga rayista para asistir a Morata, que firmó el 0-6, y en una nueva galopada por la derecha Marcos Llorente se sumó a la fiesta con el definitivo 0-7.

Muchos aficionados del Rayo abandonaron entonces el estadio, y los que se quedaron ironizaron con olés los pases de su equipo, aunque sin dejar de animar. Por su parte, el Atlético con Griezmann como capitán general y la mejor versión de Saúl y De Paul no pierde terreno con el Real Madrid y se suma al combo de perseguidores con siete puntos de nueve, como Girona y Barcelona.

”¡Rubiales, dimisión!”

Minutos antes de que los presidentes de las federaciones regionales pidiesen la dimisión de Luis Rubiales, lo hizo la grada de Vallecas, que no se olvidó del presidente de la federación, inhabilitado temporalmente por su beso a Jenni Hermoso. La afición rayista entonó el “¡Rubiales, dimisión!” al inicio de la primera parte, aunque a diferencia de lo sucedido en otros campos no hubo ni camisetas de apoyo ni mensajes oficiales. Hermoso jugó en ambos equipos. En los días previos, el capitán rayista Trejo y su entrenador Francisco sí que tuvieron un recuerdo para la internacional, al igual que Simeone.

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