Mónaco tiene al fin su rey: Leclerc gana en casa y Sainz termina en el podio
El piloto monegasco lidera la carrera desde el principio, en una buena tarde para Ferrari
En el Mundial de Fórmula 1, la gran mayoría de los ingenieros que trabajan en los equipos siguen los grandes premios prácticamente sin ver la señal que ofrece la televisión, porque se fían más de la información que transmiten la infinidad de sensores que han repartido por los monoplazas que de las imágenes de la pista que pinchan los realizadores. Bien interpretados, los datos permiten sacar conclusiones que dan contexto, y los que dejan las ocho primeras paradas del calendario aventuran un cambio de escenario para excitación de la hinchada, cansada del rodillo que Max Verstappen y Red Bull han pasado los dos últimos cursos. La estadística de las dos últimas temporadas refleja un dominio apabullante de la marca del búfalo rojo, que pasó de adjudicarse 17 victorias de 22 posibles en 2022 (el 77%), a incrementar esa proporción y situarla en cifras de récord, con 21 triunfos de 22 (el 95%). Ese índice de acierto de la escudería del búfalo rojo ha experimentado un severo frenazo este curso, en el que Red Bull ‘solo’ se ha impuesto en cinco de los ocho primeros grandes premios, y en uno de los últimos tres.
En Miami fue Lando Norris quien estrenó su casillero en el campeonato, después de una travesía que comenzaba a inquietarle (110 grandes premios). En Imola, hace dos semanas, el actual campeón se hizo ancho para evitar, ‘in extremis’, que el británico volviera a ganar. Este domingo, en Mónaco, ‘Mad Max’ tuvo menos dinamita que nunca por culpa una cronometrada nefasta que le colocó el sexto en la parrilla de salida, su peor posición de arranque desde octubre del año pasado (Austin). Ni la magia que normalmente hacen sus manos pudo en este caso llevarle hasta el podio –terminó el sexto–, algo que no le ocurría al corredor de la marca del búfalo rojo desde el Gran Premio de Singapur de 2023. Aquella noche fue el Ferrari de Carlos Sainz el que truncó la racha de diez victorias seguidas de Verstappen, y de 15 de Red Bull. Esta vez fue el de Charles Leclerc, que volvió a llevarse una carrera dos años después de la última (Austria 2022). Esta es la primera ocasión en que un monegasco se encarama al escalón más alto del cajón en su casa, circunstancia que permite a la ‘Scuderia’ volver a brillar en el circuito más universal del calendario, algo que no conseguía desde 2017, con Sebastian Vettel. La segunda plaza fue para Oscar Piastri, mientras que Carlos Sainz cerró el podio, el cuarto para el madrileño este ejercicio, que sigue en busca de coche con vistas al futuro. Fernando Alonso, por su parte, cruzó el undécimo, condicionado por una cronometrada que le apartó de todo lo bueno.
Ni las dos salidas que se dieron como consecuencia del golpazo que se dio Checo Pérez nada más comenzar pusieron en duda el dominio de Leclerc, que llevaba años persiguiendo la gloria en su casa, negada en alguna ocasión por su propio equipo. En 2021 y 2022, hacerse con la ‘pole no le bastó al de Ferrari para llegar el primero a la meta. Esta temporada todo cuadró a su favor, y el piloto de ‘Il Cavallino Rampante’ se volvió loco, advirtiendo por la radio el fiestón que llegaría de noche en el Jimmy’z, el garito de moda.
“Es la carrera que me hizo soñar con llegar a la F1 algún día. A 15 vueltas del final solo pensaba en que no sucediera nada”, resumió el gran protagonista del fin de semana, dueño y señor de la pista desde el viernes. A más de 200 kilómetros por hora y culebreando por los toboganes de su ciudad, la cabeza de Leclerc se iba más allá de los muros que abrazan el trazado con más trampas que existe. “Penaba más en mi padre que en conducir”, comentó el muchacho, en recuerdo a Hervé, su padre, que falleció en 2017.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.