Verstappen arruina la fiesta de McLaren en Silverstone

Nadie está a salvo en Silverstone, uno de los templos que todavía permanecen en el calendario de un Mundial de Fórmula 1 cada vez más exótico. En uno de los circuitos que más exponen las costuras de los monoplazas, el agua hace que el tembleque todavía se acentúe un pelín más en los garajes. Si, además, la lluvia va y viene como ocurrió este sábado, lo normal es que la tila se agote en la zona del paddock, tanto como les gusta el té a los británicos. En unas condiciones tan delicadas, con un asfalto resbaladizo como el cristal mojado, la pole position se la llevó el de siempre, ...

Nadie está a salvo en Silverstone, uno de los templos que todavía permanecen en el calendario de un Mundial de Fórmula 1 cada vez más exótico. En uno de los circuitos que más exponen las costuras de los monoplazas, el agua hace que el tembleque todavía se acentúe un pelín más en los garajes. Si, además, la lluvia va y viene como ocurrió este sábado, lo normal es que la tila se agote en la zona del paddock, tanto como les gusta el té a los británicos. En unas condiciones tan delicadas, con un asfalto resbaladizo como el cristal mojado, la pole position se la llevó el de siempre, Max Verstappen, que hace lo que quiere y cuando quiere, independientemente del escenario y las circunstancias que se den. El holandés volador fue de menos a más para adjudicarse la primera plaza de la parrilla por séptima vez en lo que va de curso, la quinta vez consecutiva.

Al margen del tiempo del actual campeón, el foco lo concentró McLaren, que puso de relieve el descomunal salto de calidad que ha dado la escudería de Woking, después de un arranque de temporada entre tinieblas. Al muchacho nacido en Hasselt (Bélgica) le acompañará en la primera línea Lando Norris, mientras que la segunda la abrirá Oscar Piastri, compañero del popular corredor de Somerset. Este es, por mucho, el mejor resultado en parrilla del novato de Melbourne, cuya mejor posición de salida hasta la fecha era la novena plaza que ocupó en Canadá y Arabia Saudí. Carlos Sainz comenzará el quinto y Fernando Alonso lo hará el noveno.

Mad Max pone en valor el nivel de su bólido al medir su rendimiento con el de su vecino de taller, desaparecido los sábados de un tiempo a esta parte. Por quinto gran premio consecutivo, Checo Pérez se quedó fuera de la tercera criba de la cronometrada y este domingo (16:00 horas, Dazn) arrancará el 16º, obligado de nuevo a culebrear por entre el pelotón como hizo la semana pasada, en Austria, donde pasó del 15º puesto al tercero, mira tú el coche que lleva. Esta vez, el mexicano lo tendrá mucho más peliagudo si atendemos a cómo se han compactado las fuerzas en la zona media de la tabla –del segundo al séptimo solo hubo una ventana de dos décimas–. Allí es donde ha ido cogiendo fuerza McLaren, que hace solo dos meses (Miami) ni siquiera fue capaz de meter a uno de sus dos pilotos en la segunda eliminatoria (Q2), y que ahora se quedó a solo dos décimas de la ‘pole’. Junto a la nueva decoración del coche, con toques plateados como aquellos que maravillaron a mediados de la década de los años 2000, el MCL60 ha recibido un buen paquete de mejoras que funcionan, y vaya si funcionan.

“El coche fue un cohete en la Q2 y la Q3. Este es un resultado enorme para el equipo. Tenemos las piezas nuevas que encajan bien, y eso confirma el paso adelante que hemos dado”, convino Piastri. “Mi última vuelta fue bastante buena, pero está Max, que siempre lo arruina todo a todo el mundo”, bromeó Norris, por su parte. “Creo que McLaren ha logrado recuperar un coche que se está acercando a la cabeza”, advirtió Sainz. “McLaren fue rápido, sí, pero el año pasado ya fueron rápido aquí, de modo que haremos las cuentas en Abu Dabi”, declaró Alonso.

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