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Ricciardo vuelve a pista con Red Bull y la mirada en 2024

El australiano, piloto reserva del equipo de la bebida energética, participará este martes en un test con vistas a estar en la parrilla del año que viene

Daniel Ricciardo
Daniel Ricciardo, piloto reserva de Red Bull, durante los entrenamientos libres del GP de Gran Bretaña, este viernes.BEN STANSALL (AFP)

Por más que mantenga su cara de chiste de siempre, Daniel Ricciardo se ha convertido en la sombra de lo que fue. A mediados del curso pasado, McLaren prefirió pagarle los cerca de 20 millones de euros correspondientes al año de contrato que le quedaba por cumplir e incorporar en su lugar a Oscar Piastri, que arriesgarse a seguir quedando en evidencia. Completadas las 22 carreras, Lando Norris, su vecino en la estructura británica termi...

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Por más que mantenga su cara de chiste de siempre, Daniel Ricciardo se ha convertido en la sombra de lo que fue. A mediados del curso pasado, McLaren prefirió pagarle los cerca de 20 millones de euros correspondientes al año de contrato que le quedaba por cumplir e incorporar en su lugar a Oscar Piastri, que arriesgarse a seguir quedando en evidencia. Completadas las 22 carreras, Lando Norris, su vecino en la estructura británica terminó el séptimo, con 122 puntos, cuatro posiciones y 85 puntos por encima de él.

Después de valorar las pocas alternativas que tenía, y de descartar cualquiera oferta que llegara de fuera de la Fórmula 1, Ricciardo aceptó deshacer el camino que comenzó a recorrer en 2019, cuando se desvinculó de Red Bull para fichar por Renault, en el que fue el primer paso hacia su condena. Cuatro temporadas más tarde, el australiano regresó a la compañía energética con vistas a 2023, pero esta vez como piloto reserva. Ese rol, combinado con su trabajo en el simulador y las labores de marketing y promoción, le coloca en compás de espera ante una eventual indisposición de alguno de los cuatro titulares que tiene en nómina la compañía del búfalo rojo: Max Verstappen y Sergio Pérez, la pareja de su primer equipo, y Yuki Tsunoda y Nyck de Vries, que compiten en Alpha Tauri.

Este martes, una vez se haya celebrado el Gran Premio de Gran Bretaña, Ricciardo volverá a salir a pista para afrontar una prueba organizada por Pirelli, el suministrador de neumáticos del campeonato, en la que se subirá al RB19, el monoplaza con el que Verstappen y Pérez han logrado un pleno de victorias hasta la fecha (nueve de nueve), y que ya ha sido etiquetado como el prototipo más dominante de la historia del certamen, incluso superando al Mercedes W10 con el que Lewis Hamilton y Valtteri Bottas firmaron un 19 de 21 triunfos posibles. La ocasión es ideal para valorar el nivel de rendimiento que estaría en condiciones de ofrecer Ricciardo después de más de medio año de asueto. En caso de que el cronómetro permita intuir que no ha perdido ese talento puro que le llevó a desquiciar a Sebastian Vettel en 2014, cuando compartía techo con el ya entonces tetracampeón alemán, eso metería algo más de presión a Pérez y a De Vries, por más que sea el holandés quien tenga la espada de Damocles sobre su cabeza.

A pesar de que su irregularidad más reciente le ha alejado de los números de Mad Max, el mexicano permanece en la segunda plaza de la tabla general, con dos victorias y cinco podios en su casillero (Arabia Saudí y Azerbaiyán). Además, tiene contrato en vigor hasta 2024, cosa que hace poco probable que Red Bull prescinda de él para colocar a Ricciardo. Su entrada en Alpha Tauri es algo más lógica si atendemos a las recientes declaraciones de Franz Tost, el todavía director de la escudería de Faenza. “Nuestra filosofía es muy clara: manda el rendimiento. Aunque, evidentemente, la razón de este equipo es la de educar a jóvenes pilotos”, comentó el ejecutivo, que en 2024 dejará su cargo en manos de Laurent Mekies, procedente de Ferrari. Bajo este prisma, el muchacho de Perth, que acaba de cumplir 34 años, se disputa el asiento con el japonés Ayumu Iwassa, de 22 años y que actualmente figura el tercero en la estadística de la Fórmula 2, y el jovencísimo Isack Hadjar, 16º en esa misma categoría.

Desde que terminó el último Mundial, Danny Ric se ha dedicado a poner a prueba su ambición por volver a la parrilla en 2024. Y lo ha hecho solo, sin ni siquiera Michael Italiano, su entrenador personal durante los últimos tres años. “Daniel ha querido descubrir si realmente seguía estando lo suficientemente motivado como para hacer los sacrificios que requiere la F1. Por eso ha querido entrenarse solo, sin nadie que tirar de él”, afirma una persona muy próxima al corredor aussie. Las ganas parece tenerlas intactas, este martes sabremos hasta qué punto mantiene la velocidad.

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