David Raya, el portero de la Roja que peleó por sus sueños en campos embarrados de la quinta división inglesa

El guardameta suplente de España, formado en el Cornellà, jugó en el Blackburn y es un convencido de que los pensamientos positivos atraen buenos resultados

David Raya realiza una parada ante Albania.BSR Agency (Getty Images)
Donaueschingen -

En 2002 se estrenó en los cines Quiero ser como Beckham, la historia de una chica india que rompe con sus tradiciones dispuesta a cumplir su sueño: jugar al fútbol. La película rompió tabúes en el Reino Unido. Lucy Bronze, por ejemplo, futbolista del Barcelona y elegida como la mejor del mundo en 2019, encontró su pasión tras ver la película. Pero más allá de la lucha por un fútbol de todos y para todos, el largometraje tenía otro mensaje: visualizar sueños para alcanzar metas. Una fórmula que utiliza el luchador Conor McGregor: “Si tú puedes verlo en tu cabeza y tienes la valentía para...

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En 2002 se estrenó en los cines Quiero ser como Beckham, la historia de una chica india que rompe con sus tradiciones dispuesta a cumplir su sueño: jugar al fútbol. La película rompió tabúes en el Reino Unido. Lucy Bronze, por ejemplo, futbolista del Barcelona y elegida como la mejor del mundo en 2019, encontró su pasión tras ver la película. Pero más allá de la lucha por un fútbol de todos y para todos, el largometraje tenía otro mensaje: visualizar sueños para alcanzar metas. Una fórmula que utiliza el luchador Conor McGregor: “Si tú puedes verlo en tu cabeza y tienes la valentía para decirlo públicamente… Eso va a pasar”. David Raya, portero de España, hijo del barro en el fútbol inglés, tuvo esa valentía: “Soy muy creyente de la ley de la atracción”, contó en la zona mixta del estadio de Düsseldorf. Había sido uno de los jugadores más destacados en la victoria de España ante Albania (cuatro paradas).

La ley de la atracción se puso de moda en 2006 después del éxito de ventas del libro El secreto. La teoría no es otra que los pensamientos (energía) positivos atraen a resultados positivos. “Yo no sé si es una cuestión de energía positiva o no”, cuenta Andrés Manzano, director deportivo del Cornellà, equipo en el que se formó Raya. “Lo único que le puedo asegurar”, añade Manzano, “es que si David ha llegado donde llegó es porque es un pesado. Cuando estaba con nosotros, terminaba el entrenamiento y siempre quería más. Nos pedía seguir trabajando con los chicos de otra categoría”.

El Cornellà tiene un convenio de colaboración con el Blackburn. Fue en el verano de 2012, cuando Manzano llevó a Raya, una de las promesas de su cantera, al equipo inglés. “No lo quieren, el entrenador dice que nunca va a llegar a medir seis pies (1,83)”, le advirtieron a Manzano. “Tened en cuenta su envergadura y no su tamaño. Hacedme caso, le tienen que dar una oportunidad.”, respondió. En la prueba, en un campo en el que había más barro que césped, Raya se tiraba y se tiraba. Más se embarraba, más se esforzaba. Se quedó en la cantera del Blackburn.

“Mi historia es la de un chico que deja su país a los 16 años, solo, y cumple sus sueños: acaba jugando en su selección, en la Champions, y en uno de los clubes más grandes de la Premier League y del mundo”, explica. Así resumido, parece sencillo. Pero Raya no bajó los brazos ni siquiera cuando el Blackburn lo mandó cedido al Southport (quinta división). Una escuela de fútbol y de vida en solo tres meses. Y, por supuesto, más barro. “Había jugadores que no llegaban a fin de mes. Esa experiencia está muy arraigada en mí”, contaba en una entrevista a The Guardian.

Regresó al Blackburn y en 2019 fichó por el Brentford. Allí comenzó una nueva educación para el guardameta. “El juego con los pies lo aprendió en el Brentford. Él no era especialmente hábil en ese aspecto del juego. Pero como en todo lo que hace, siempre se esfuerza”, expone Manzano. En el Brentford comenzó a perfeccionar su técnica, hasta que en el Arsenal ha llegado a entrenar como central. “Hay que tener la mente abierta porque el fútbol evoluciona”, subraya Raya. Su desarrollo sorprendió incluso a Jürgen Klopp. “Podría usar tranquilamente el dorsal 10″.

Luis Enrique pescó a Raya para la Roja y Arteta para el Arsenal. Estaba tan convencido el técnico gunner de que su portero era el catalán que hasta tuvo que lidiar con el cariño de la afición por el inglés Ramsdale.

Raya seguía a lo suyo, tan convencido de que podía triunfar en el Arsenal (41 partidos) como en la selección. “Vaya partidazo”, le elogiaron Unai Simón y Morata. Su secreto: la ley de la atracción. En definitiva, el trabajo.

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