La salvación de los malditos
Maguire y Shaw apuntalan la mejor defensa de la Eurocopa y recuperan el gol a balón parado para Inglaterra impulsados por la confianza de Southgate
Hay una parte del proceso de formación de Inglaterra que puede contarse como el comienzo de uno de esos relatos en los que un tipo recluta una banda recolectando balas perdidas en rincones dudosos.
En agosto del año pasado, Harry Maguire huía a la carrera con una mano esposada por la isla griega de Mykonos. Le perseguía un grupo de hombres vestidos de paisano que aseguraban ser policías. Y lo eran. Las circunstancias que le condujeron a esa fuga desesperada son confusas, pero comenzaron con una agresión a su ...
Hay una parte del proceso de formación de Inglaterra que puede contarse como el comienzo de uno de esos relatos en los que un tipo recluta una banda recolectando balas perdidas en rincones dudosos.
En agosto del año pasado, Harry Maguire huía a la carrera con una mano esposada por la isla griega de Mykonos. Le perseguía un grupo de hombres vestidos de paisano que aseguraban ser policías. Y lo eran. Las circunstancias que le condujeron a esa fuga desesperada son confusas, pero comenzaron con una agresión a su hermana y terminaron con él condenado a 21 meses y 10 días de cárcel por agredir, insultar e intentar sobornar a un empleado público. En septiembre, Gareth Southgate dejó al central fuera de la siguiente convocatoria.
Dos años antes, en el verano de 2018, mientras Inglaterra jugaba uno de los partidos más importantes de su historia, la semifinal del Mundial contra Croacia, Luke Shaw dormitaba en el Golfo Pérsico. “Estaba en Dubái, viéndolo con mi novia”, contó el lateral al principio de esta Eurocopa. “Había dudas sobre si mi carrera con Inglaterra había terminado”.
Hoy Maguire, de 28 años, y Shaw, de 25, son dos de las piezas fundamentales tanto del comando Southgate como del Manchester United, donde también comparten el control de los terrenos del flanco izquierdo de la defensa. Con Inglaterra, han contribuido a que su selección alcance la semifinal de esta noche como la única de la historia de la Eurocopa que mantiene su portería a cero en los cinco primeros partidos. También a recuperar por fin en el quinto de esos encuentros el gol a balón parado que tan lejos les llevó en el Mundial de Rusia, donde nueve de sus 12 tantos llegaron así (cuatro córners, tres penaltis y dos faltas).
Ahora, sin embargo, se les había resistido, y Southgate rumiaba su descontento. Hasta que el día antes de los cuartos contra Ucrania, en el campo de prácticas Sir Bobby Charlton de la ciudad deportiva de St. George’s Park, tuvo un presentimiento, según ha contado Maguire: “Mencionó que habíamos marcado un par de ellos en el entrenamiento. Habíamos estado trabajando en eso, todo el mundo parecía centrado, y lo ejecutamos bien contra Ucrania”, dijo. “Fue una gran pelota de Luke [Shaw]. Desde que le puse los ojos encima, sabía que podía hacer un remate limpio. Estaba tan cerca de la portería que solo necesitaba un remate limpio”.
El lanzamiento de la falta de Shaw fue formidable. También el balón que cuatro minutos después le puso en la cabeza a Kane, para su doblete. Shaw es lateral izquierdo, pero también es uno de los futbolistas ingleses más peligrosos en ataque. Solo el artista Jack Grealish promedia en esta Eurocopa más acciones que conducen al gol cada 90 minutos (la métrica se refiere a los dos pasos previos a un gol, que incluyen pases, regates y faltas provocadas). Grealish suma 2,31 cada 90 minutos, mientras Shaw acumula 1,08, por delante de Sterling (0,68), Kane (0,67) y Mount (0,33), según datos elaborados por fbref.com.
Esta última temporada ha dado el paso adelante definitivo en el United, donde también juega al lado de Maguire, que el lunes relató el proceso: “Su habilidad siempre ha estado ahí. Tiene todo para ser uno de los mejores laterales izquierdos del mundo. La mayor diferencia que veo este año es su mentalidad, la exigencia que se impone ahora de no ser solo un seis sobre diez en cada partido, de no jugar cómodo y obligarse a ser el mejor sobre el campo”.
También contó cómo le empuja en los partidos, cuando es con quien más habla: “Le exijo mucho. No acepto que juegue a mi lado y juegue a asegurar, sin ir hacia delante. Espero que se exprima porque todos los días veo de lo que es capaz”, dijo. “Me exijo a mí mismo, y Luke se lleva algo más que el resto porque está a mi lado los 90 minutos. Siempre siento que si Luke está jugando bien yo estoy jugando bien”.
Shaw es consciente de su propia transformación, de lo cerca que se movió de dejar escapar la oportunidad de brillar en la élite. Debutó fugazmente con la selección en el Mundial de Brasil en 2014, pero se desenganchó del grupo: “Era muy joven, un poco naíf. Algunas veces no te das cuenta de lo grande que era eso. Quizá ahora soy más maduro y entiendo mejor esto. Estoy muy agradecido”, dijo al principio de la Eurocopa en referencia a Southgate.
Es un sentimiento que comparte con Maguire, consciente también de lo decisivo de esa labor de paciencia y rescate del reclutador del comando: “El apoyo de Gareth siempre ha sido grande”. En los momentos de su gran crisis griega, con “muchas conversaciones, muchos mensajes de móvil, muchas llamadas”. Maguire, líder inglés sobre la hierba, puntal de la defensa y de muchos ataques, responde como un soldado: “Siempre que entro al campo intento devolverle esa confianza”.
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