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El Israel-Premier Tech cambiará de nombre para “alejarse de la actual identidad israelí”

Las movilizaciones propalestinas en la Vuelta y las presiones de patrocinadores y organizadores obligan al dueño del equipo ciclista a buscar otra denominación

El Israel se llamaba Israel sencillamente por el orgullo y el capricho de su dueño, el millonario canadienseisraelí Sylvan Adams, que nunca recibió ni subvención ni ayudas del Estado israelí. Fue publicidad gratuita. Lo hizo durante años. Dejará de hacerlo el 1 de enero próximo obligado por sus proveedores de bicicletas (la británica Factor), de ropa (la francesa Ekoï) y su patrocinador principal (la tecnológica canadiense Premier Tech, que empezó hace 100 años tratando musgo de turba): o dejáis de llamaros Israel o no seguimos. A ellos se sumaron las últimas semanas organizadores de carreras italianas como el Giro dell’Emillia (el ayuntamiento de Bolonia exigió que le retiraran la invitación), que rechazaron su participación en la media docena de carreras de la primera quincena de octubre, como Bernocchi, Agostoni, Piamonte o Tres Valles Varesinos incluido el Giro de Lombardía, el último Monumento del año. Es la victoria de las movilizaciones propalestinas y en contra del genocidio en Gaza que, protestando por su participación, transformaron las últimas etapas de la Vuelta en una manifestación permanente anti-Israel y el Gobierno de Benjamin Netanyahu, e impidieron que la Vuelta cumpliera sus últimos kilómetros en Madrid. Es una sanción a un país que ningún país ni organización internacional se ha atrevido a tomar. Una victoria de la humanidad. Del deporte.

En 2026, el equipo, que retornará al WorldTour al ascender después de varios años en la segunda división del ciclismo mundial, adoptará un nuevo nombre e imagen de marca que se anunciarán próximamente. Seguirá al frente, como responsable máximo, su fundador, propietario e ideólogo, Sylvan Adams, quien siempre ha apoyado públicamente la política de Netanyahu en Gaza, aunque lo hará, según un comunicado del equipo publicado el lunes, con un perfil menos público. Se retirará de las operaciones diarias y dejará de representar al equipo públicamente, centrándose en cambio en sus funciones como presidente del Congreso Judío Mundial en Israel.

En el mismo comunicado, el equipo afirma que la decisión se ha tomado “para garantizar el futuro del proyecto” y asegurar el apoyo continuo de socios y patrocinadores en medio de la creciente presión política y comercial. “El progreso a menudo requiere sacrificios, y este paso es esencial para garantizar el futuro del equipo”. Para ello, se alejará de su “actual identidad israelí”.

Adams, gran amante del ciclismo y participante en carreras de categoría máster, fundó el equipo en 2015, cuando abandonó Canadá para instalarse en Tel Aviv. La escuadra nació como Israel Academia de Ciclismo y formaba parte de un proyecto de promoción global del deporte y del país que incluía la construcción de un velódromo y la costosísima organización (unos 20 millones de euros) de la salida desde Jerusalén del Giro de Italia de 2018. En la presentación, Adams negó un interés político en la inversión, pero, según la crónica del Jerusalem Post, el multimillonario afirmó que se trataba de un “proyecto sionista”. Este objetivo se hizo más evidente poco después cuando RCS, la empresa italiana organizadora del Giro, señaló en los mapos oficiales y en el libro de ruta que la salida de la contrarreloj inicial se efectuaría en Jerusalén Oeste, para diferenciarlo de la zona este de la ciudad, que es palestina. Israel puso el grito en el cielo y RCS cedió a las presiones y se refirió sólo a Jerusalén.

Aquel Giro lo ganó el inglés Chris Froome, el gran dominador del ciclismo mundial en la pasada década, quien tres años después, y malherido tras una grave caída, firmó un contrato vitalicio con Adams para el Israel, que entonces se denominaba Israel Startup Nation, por varios millones de euros anuales. El británico, que sufrió otra grave caída recientemente, aún forma parte de la plantilla del equipo con 40 años recién cumplidos.

Aunque su participación en carreras españolas o italianas ha sido complicada en los últimos meses, el equipo no encontraba oposición en otros países, como tampoco la encontró en Galicia el pasado febrero, cuando su líder, el canadiense Derek Gee, se impuso en O Gran Camiño. El domingo pasado, el mejor de los tres corredores israelíes que forman parte de un plantilla de 33 ciclistas, Oded Kogut, consiguió en Zagreb, en la última etapa de la Cro Race, la última victoria del equipo.

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