Así actúa LALIGA contra el fraude audiovisual, la amenaza número uno de la industria del entretenimiento

La jornada liguera arranca y millones de personas en todo el mundo dirigen su mirada al fútbol profesional español. Sobre el césped, los equipos han comenzado la disputa por los tres puntos. Pero en el universo de internet ha comenzado una batalla, cada vez más intensa, contra los piratas informáticos. LALIGA inició en 2013 su estrategia para combatir el fraude audiovisual a través de distintas herramientas tecnológicas que permiten detectar cualquier tipo de emisión ilegal. Las trampas son cada vez más sofisticadas. Desde páginas web con cientos de dominios que ofrecen la señal de los partidos hasta redes sociales como Telegram, X, Tik Tok o Twitch en las que hay grupos con miles de usuarios donde se pueden ver los encuentros. Algo que ha exigido a los profesionales que tratan de evitar el fraude intensificar sus esfuerzos para acabar contra una lacra que cuesta a LALIGA y sus clubes entre 600 y 700 millones de euros anuales.

Las pérdidas han ido aumentando en los últimos años a medida que la piratería se ha extendido como un negocio ilegal que genera miles de millones para los piratas y para algunos gigantes tecnológicos. Guillermo Rodríguez, director de Operaciones Antifraude Digital y Audiovisual de LALIGA, señala que “Google, X (anteriormente Twitter), Cloudflare o los proveedores de VPN facilitan, directa o indirectamente, el acceso ilícito a los contenidos al poner a disposición de los piratas herramientas tecnológicas para la promoción, distribución y consumo de piratería”.

Cada año, el fraude crece, comenta Rodríguez: “El problema ya no es solo el número de usuarios que cometen fraude audiovisual, porque es altamente dinámico, sino que España se encuentra en el top tres a nivel europeo de países en los que se comete más piratería”.

Según la oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO), en España, el perfil mayoritario del defraudador audiovisual corresponde a usuarios jóvenes en la franja de 15 a 24 años. “Están conectados todo el día a internet y acceden a los contenidos de una forma totalmente ilegal”, explica Rodríguez. Este responsable de LALIGA advierte de que la piratería ha “penetrado dentro de la sociedad”, por lo que no existe un único perfil definido. Estos usuarios “asumen riesgos, como no saber qué van a hacer con sus datos”.

Las redes sociales también han provocado que se disparen las opciones para ver el fútbol de manera ilegal. A ellos se suman los usuarios que llevan años accediendo a los contenidos fraudulentos a través de sistemas IPTV (Protocolo de Internet por Televisión), que pueden conectarse a cualquier televisor o pantalla y sus usuarios pagan una suscripción anual. “Lo que va cambiando es la metodología de consumo”, precisa Rodríguez.

En el departamento que dirige Guillermo Rodríguez trabajan más de 50 personas repartidas en las oficinas de Madrid y México, a las que próximamente se sumará otro laboratorio antipiratería que LALIGA abrirá en Emiratos Árabes Unidos. La lucha contra los piratas es “24/7″ y especialmente intensa durante los días de partido. Su labor se centra en detectar el origen desde el que se emiten los contenidos fuera de la legalidad. Para ello, utilizan herramientas como Blackhole, un software que mantiene activo el rastreo de emisiones ilegales desde direcciones IP, o Lumiére, un software que proporciona información sobre entornos web y que también utiliza el Ministerio de Cultura para minimizar el impacto del fraude audiovisual.

Una de las tareas más importantes del equipo antipiratería de LALIGA es detectar las direcciones IP semillas, el origen desde donde se suministran los contenidos de forma fraudulenta. Con la herramienta Blackhole han logrado identificar 46.000 IP de este tipo en todo el mundo, según LALIGA, principalmente en países como Estados Unidos, Alemania, Francia y Países Bajos. El gran problema, apunta Rodríguez, es que están alojadas “en empresas como Amazon, OVH, Hetzner o Alibaba, compañías legales, que tienen sedes y oficinas en Madrid o en la Unión Europea, y que se dedican a ocultar y darles privacidad a los piratas para que no puedas ver realmente cuál es la IP que utilizan”.

“Google se ha convertido en el aliado perfecto de los piratas”

Esa complicidad de las grandes compañías tecnológicas supone, según LALIGA, una traba para que se retire el contenido ilegal, lo que en el argot se conoce como take down. Muchas veces, explica Rodríguez, “no les interesa” retirarlos. “En redes sociales como X, desde la compra de Elon Musk, les interesa que haya muchos contenidos, que la gente esté conectada y te demoran los tiempos de retirada”.

El presidente de LALIGA, Javier Tebas, afirma con rotundidad: “Google se ha convertido en el aliado perfecto de los piratas, facilitando mediante su inacción, la proliferación de contenidos ilegales mientras se lucra a costa de la inversión y esfuerzo de miles de empresas”. El máximo mandatario de la organización deportiva indica que son “en primera persona los directivos de estas compañías quienes deben ser responsables ante la ley por los perjuicios ocasionados y por no cumplir con sus obligaciones legales en la lucha contra la piratería y el lavado de dinero. Google, además, no cumple con sus obligaciones contra el blanqueo de capitales, facilitando el lavado de dinero y el uso de la piratería como medio de financiación de múltiples organizaciones criminales”.

¿Cómo se benefician?

Según Javier Tebas, “compañías como Google o Cloudflare son responsables de no evitar que los piratas sigan lucrándose con esta actividad. Cloudflare es una compañía tecnológica que, entre sus múltiples servicios, proporciona ocultación o privacidad a los piratas. Más del 50% de las IP piratas que emiten de forma ilegal contenido de LALIGA, utilizan los servicios de esta compañía para ocultar la información real de los servidores piratas que alojan el contenido. Google, por su parte, monetiza a través de la publicidad y los servicios de alojamiento web de entornos vinculados a la piratería, obteniendo grandes ingresos. En el motor de búsqueda hay webs de streaming ilegales, algunas incluso con innumerables denuncias por infracciones de propiedad intelectual. Sin embargo, si buscas adquirir un arma, como es lógico, no aparecen resultados. Ellos tienen la capacidad tecnológica y, si quieren, podrían acabar con el 80% de la piratería”.

En España, las multas por la venta de decodificadores fraudulentos oscilan entre los 15.000 y los 20.000 euros

Solo hace falta hacer una simple búsqueda en Google para encontrar miles de páginas web de venta de servicios ilegales IPTV. “No hay voluntad para atajar el problema, es un negocio demasiado lucrativo”, afirma con rotundidad el presidente de LALIGA. “La actuación criminal contra Google es solo el comienzo. Seguiremos en paralelo contra otras grandes compañías tecnológicas. Es falso que aleguen colaboración antipiratería, es todo lo contrario, colaboran y cooperan activamente en el ecosistema de la piratería; impondremos acciones criminales contra ellos en más de 50 países”.

Guillermo Rodríguez, el responsable de la Oficina Antifraude Digital y Piratería de LALIGA apunta, por su parte, un problema con el marco legislativo actual de la Unión Europea: “No fija ni define tiempos específicos para que los distintos intermediarios de internet actúen contra el fraude audiovisual, lo que complica la lucha contra la piratería en línea. En el ámbito de las competiciones deportivas, la rapidez con la que actúan los intermediarios es crucial, ya que los derechos de explotación están limitados a la duración del evento. Retirar una transmisión ilegal una vez finalizado el partido resulta inútil. De ahí que desde LALIGA se esté apostando por una regulación específica para luchar contra la piratería del directo”.

En el caso de Italia, según LALIGA, “se están dando pasos en la dirección correcta”. Cuando los proveedores de servicios de Internet “tienen conocimiento de que se está cometiendo un acto ilegal, deben informar inmediatamente a la autoridad judicial o policial y proporcionar toda la información relevante bajo pena de un año de prisión. Además, incluyen en sus medidas de bloqueo a otros actores dentro de este ecosistema criminal, como son las VPN o Cloudflare”.

LALIGA ha conseguido avances muy importantes en la batalla contra el fraude en materia judicial, “a pesar de una carencia latente de legislación acorde a la problemática”, según aducen. Ejemplo de ello son las reclamaciones por daños y perjuicios a aquellos usuarios que consumen o redistribuyen contenido de LALIGA pirateado, por ejemplo, utilizando sistemas P2P (siglas de Peer-to-Peer en inglés).

Sentencia histórica contra el fraude

Otro ejemplo, es la sentencia que emitió la Justicia argentina el pasado 20 de septiembre: ordenó el bloqueo de todos los dominios relacionados con Magis TV, el mayor servicio ilegal de televisión por internet de América Latina con una media de 55 millones de visitas mensuales en el último semestre. Esta causa fue impulsada por la Alianza contra la Piratería Audiovisual (Alianza), un grupo de proveedores de contenido y de tecnología, emisoras de televisión de pago y asociaciones de la industria audiovisual cuyo objetivo es combatir la piratería en toda América Latina. LALIGA, que forma parte de esta alianza, colaboró con esta asociación en este caso para demostrar el robo de contenido. Se trata de un duro golpe judicial contra la piratería a nivel global, ya que la resolución obliga a Google a impedir el uso y las descargas de la aplicación de Magis TV en su sistema operativo Android. La sentencia también dictaminó el bloqueo de la aplicación, aunque hubiera sido descargada con anterioridad, algo que no había ocurrido hasta ahora.

La reciente sentencia argentina se suma a las logradas en España a lo largo de este año. Tres juzgados de Madrid, Málaga y Barcelona condenaron a varios vendedores de decodificadores fraudulentos por un delito continuado contra el mercado y los consumidores. Las penas impuestas fueron de entre seis meses y un año de cárcel, además de multas que oscilaron entre los 15.000 y los 20.000 euros a los culpables. Y no serán las últimas, como adelanta Rodríguez. “Estamos preparando una estrategia legal a nivel mundial”. Este es el problema número uno que tiene la industria audiovisual”.