España se libera ante Bosnia bajo el liderazgo de Aldama

Otra España. La selección se sacudió las angustias con las que había cargado en el espantoso estreno contra Georgia. El conjunto de Scariolo se transformó para mostrar otro juego y sobre todo otro carácter, derrotar a Bosnia, hincharse a triples (15, su récord igualado en un Eurobasket), repartir asistencias (25) y cazar un buen saco de puntos antes de medirse a Chipre (este domingo, 17.15, La 1). Se liberó España bajo el liderazgo de Santi Aldama (19 puntos, cuatro triples, cinco rebotes), un exorcismo imprescindible.

España repitió el inicio tembloroso que sufrió ante Georgia. Cuatro triples seguidos fallados por Aldama, Pradilla (titular en lugar de Willy), Parra y Yusta reflejaron tanto el atasco con el balón como los nervios acumulados. La primera canasta española en juego, un bingo exterior de Aldama, tardó 3m 38s en subir al marcador. El descorche espabiló a la selección y sobre todo a Aldama, el hombre señalado como ese referente tan necesario. Scariolo refrescó el quinteto pieza a pieza. Los hermanos Hernangómez picaron por dentro y Brizuela y Saint-Supéry por fuera. La segunda unidad de España era mejor que la de Bosnia y otro triple del escolta en la última décima cerró el primer cuarto (24-16).

Más triples, de Arostegui y Brizuela, redoblaron la confianza española en el tiro. La base estaba en cualquier caso en una defensa de dientes apretados. Willy resistía el combate ante Nurkic (vaya choque de trenes), un buen tajo defensivo, sus deberes pendientes. España había coleccionado una buena renta y Scariolo metió en pista un equipo con cuatro debutantes en una gran cita: De Larrea, Puerto, Yusta y Sima, acompañados por Aldama. El pívot de los Grizzlies lucía muñeca para fusilar a distancia y muelles para machacar. La fórmula de los meritorios más el NBA o Juancho permitió repartir cargas y alcanzar el descanso con un buen colchón: 44-30.

Los balones que contra Georgia rebotaban en el aro atravesaban la red frente a Bosnia. Aldama, Parra y Brizuela encadenaron cuatro triples. Cuestión de técnica y de fabricar colectivamente una buena posición, sí, pero también de confianza. La defensa del tablero concedía a la selección esa dosis de autoestima que echó de menos en el debut. Y Saint-Supéry exhibió descaro juvenil para acelerar hacia el aro y conectar con Willy. Juancho remató en el perímetro la buena faena española en un duelo muy controlado (72-47).

Después de cinco derrotas en la fase de preparación, y del bofetón contra Georgia que encendió las alarmas, por fin una España sin angustias podía disfrutar de jugar al baloncesto. La candidez de Bosnia ayudó a que asomara alguna sonrisa y que los últimos minutos sirvieran para madurar asociaciones, elevar el listón competitivo y acabar de limpiar la mente. Si salta este domingo el obstáculo más sencillo, Chipre, a la selección le esperarán Italia (martes) y Grecia (jueves) para volver a medir dónde se encuentra en este Eurobasket.

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