Ir al contenido
Real Madrid RMA
99
Unicaja MAL
81
1234T
RMA 29 22 24 24 99
MAL 14 17 22 28 81
FINALIZADO

La energía del Real Madrid funde al Unicaja: 99-81

El conjunto blanco, con 23 puntos de Musa, se adelanta en el primer partido de semifinales de la ACB

El Madrid fundió al Unicaja en el primer encuentro de las semifinales, al mejor de cinco partidos, con las mismas armas con las que el conjunto de Málaga le desarmó en las finales de la Supercopa y de la Copa esta temporada: un baloncesto enérgico y voraz, ni un segundo de respiro y más hambre en cada jugada. Puede que porque el equipo de Chus Mateo persiga esta Liga como su última opción de levantar un título este curso, y puede también que porque el grupo de Ibon Navarro tiene el depósito lleno después de cuatro coronas. El caso es que no hubo debate en este primer asalto. Musa lideró con 23 puntos (seis triples) un triunfo sin discusión.

Un huracán barrió al Unicaja desde el perímetro en el arranque. El baile lo comenzó el equipo verde mediante Tillie, pero la reacción blanca fue furibunda. Nueve triples enganchó en el cuarto inicial, cuatro sin fallo de Musa, para sumar así 27 de los 29 puntos locales. El Unicaja tapaba a Tavares por dentro pero dejaba espacios por fuera que los tiradores blancos exprimieron con un acierto terminal. El grupo de Ibon Navarro masticaba los ataques más de lo que acostumbra, huérfano de esas transiciones vertiginosas que ha convertido en su sello, frenado esta vez por una defensa bien anclada. Tavares cerró la zona con un par de tapones y del 8-8 se pasó al 29-14 al ritmo de la dinamita exterior del Madrid.

Alberto Díaz arrastraba alguna dolencia física y el motor de Perry no giraba a tantas revoluciones. El Madrid hería en el puesto de director con la iluminación de Campazzo y las piernas de Feliz. Las pérdidas castigaban al conjunto de Ibon Navarro. El técnico vitoriano echó mano de sus infinitas rotaciones, aunque el Madrid seguía igual de firme en el rebote defensivo y en la protección de su aro. El Unicaja sufría para contener el abanico de asistencias de Campazzo y el Madrid conservaba así la renta (42-27). No encontraba el equipo de Málaga la manera de sumar en la parcela ofensiva, ni con unas piezas ni con otras, y no festejaba al contragolpe. La intensidad con la que el conjunto verde desarmó a su rival en las dos finales anteriores vestía esta vez de blanco. El Unicaja no era el Unicaja (51-31).

El otro camino del Madrid esta temporada, fuera de la Final Four, ha concendido a los hombres de Chus Mateo una mayor frescura física y mental que le ha permitido volar en la segunda vuelta de la ACB y aterrizar en plenitud en las eliminatorias. El mejor ejemplo es Campazzo, el encargado de encender la luz. Siete puntos seguidos del base argentino al inicio del tercer cuarto mantuvieron la inercia. El Unicaja era incapaz de encontrar la chispa que les devolviera a la pelea, agotados al final de un curso muy intenso (60-38). Apenas resistiron con un par de triples de Alberto Díaz y Kalinoski. La herida era ya muy grande (75-53).

Al menos psicológicamente, el segundo partido había empezado a jugarse en un último cuarto con la victoria blanca resuelta, ocasión para que secundarios como Bruno Fernando cogieran peso. El Unicaja deberá reencontrarse antes de volver este viernes al mismo escenario.

Sobre la firma

Más información

Archivado En