1 | 2 | 3 | 4 | T | |
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CAN | 19 | 21 | 25 | 14 | 79 |
VAL | 15 | 16 | 20 | 14 | 65 |
La marea amarilla del Gran Canaria se traga al Valencia
El conjunto de Lakovic convierte en irreconocible al equipo de Pedro Martínez (79-65) y se cita en semifinales con el Madrid
Una marea amarilla se tragó al Valencia Basket en los cuartos coperos. El Gran Canaria desnaturalizó al conjunto de Pedro Martínez como nadie lo había conseguido en este curso, le dejó en su segunda peor anotación de la temporada y se citó en la semifinal de este sábado (21.30) con el Madrid. El anfitrión contra el campeón.
Las defensas salieron mandonas ante los ataques, una señal propicia para los locales frente a un rival con tanto caudal ofensivo. Cuatro triples seguidos entre Thomasson y Albicy pusieron tierra de por medio (19-10). El grupo de Lakovic tapaba las vías de ataque del Valencia, un conjunto que gusta de muchas posesiones. No esta vez. Pedro Martínez movió todas las piezas en busca de frenar la tormenta y de encontrar mejores sensaciones con el balón. El Valencia no era el Valencia (ni siquiera vestía de naranja sino de morado) porque no podía armar el brazo con facilidad ni encontrar posiciones cómodas de tiro. El equipo que tantas veces esta temporada había alcanzado o superado los 100 puntos se estancó en 15 en el primer cuarto. La alegría se la había robado el fogoso Albicy.
Movía muy suelto el balón el Gran Canaria y el Valencia confundía la rapidez con la precipitación, como si estuviera agobiado por no reconocerse a sí mismo: 27-20. Debía fajarse el conjunto visitante en otra arena a la que está habituado, apretar la mandíbula en defensa. La vitalidad de Jean Montero le concedió alguna tregua, pero el ardor era mucho más elevado entre los hombres de Lakovic (33-25). Cuatro pérdidas seguidas del Valencia y la muñeca de Thomasson y de un infalible Tobey (convirtió los nueve tiros de dos que intentó) abundaron en la misma dirección. Los valencianos no pasaron de los 16 puntos en esta segunda parada (40-31).
Albicy continuaba subido en la locomotora. El base volaba hasta bailar por la línea de fondo, faro de un equipo muy rocoso y al que resultaba difícil meterle mano. Le respondió apenas Jean Montero, salvavidas del Valencia. El dominicano era la carta rebelde, pero el equipo no fluía, incapaz de recordar su estilo, lleno de pérdidas y tragado por el Gran Canaria Arena. Los amarillos ejecutaban el pase directo de canasta a canasta o encontraban al hombre libre cerca de la red: 65-51.
Una técnica a Costello, eliminado, reflejó la impotencia del Valencia, fuera del partido. Nunca tuvo verdaderas opciones de meterse en la pelea. Un equipo que promedia 96 puntos en ataque en la ACB se quedó en 65. El Gran Canaria quiere seguir con la fiesta en su casa.