Santi Yusta cierra el círculo
El alero del Casademont Zaragoza, que se rompió el cruzado con la selección, brilla ahora como el líder del equipo en la clasificación para el próximo Eurobasket
De Bratislava a Ourense, la selección masculina de baloncesto se enganchó a un inesperado salvador llamado Santi Yusta. El alero del Casademont Zaragoza, de 27 años y 2,00m, fue el protagonista de las dos victorias contra Eslovaquia que han sellado el billete del equipo español para el Eurobasket de 2025. En la visita del pasado viernes, con 21 puntos, 10 rebotes y sobre todo dos triples seguidos, el segundo tras robar el balón a falta de cuatro décimas y cayéndose para forzar una segunda prórroga (72-76) “con un poco de fe y un poco de suerte”. Y este pasado lunes ...
De Bratislava a Ourense, la selección masculina de baloncesto se enganchó a un inesperado salvador llamado Santi Yusta. El alero del Casademont Zaragoza, de 27 años y 2,00m, fue el protagonista de las dos victorias contra Eslovaquia que han sellado el billete del equipo español para el Eurobasket de 2025. En la visita del pasado viernes, con 21 puntos, 10 rebotes y sobre todo dos triples seguidos, el segundo tras robar el balón a falta de cuatro décimas y cayéndose para forzar una segunda prórroga (72-76) “con un poco de fe y un poco de suerte”. Y este pasado lunes con otros 25 puntos, cuatro rebotes, cuatro asistencias y cinco robos en un triunfo decisivo en casa (84-71). Después de las dos derrotas iniciales en la fase de clasificación contra Bélgica y Letonia, una España sin jugadores de la Euroliga ni de la NBA debido al eterno conflicto del calendario respiró para ganarse la opción de defender el título europeo conquistado en Berlín en 2022.
En esa selección de meritorios y secundarios emergió Santi Yusta, uno de los pocos jugadores españoles con un protagonismo destacado en su club, una rémora sobre la que ha advertido especialmente el seleccionador, Sergio Scariolo, inmerso en un nuevo recambio generacional. Contra Eslovaquia, Yusta fue el bastión ofensivo de un equipo otra vez con muchas caras nuevas e inexpertas, un baile habitual en estos periodos de entreguerras. “Es un orgullo sentirme líder. He disfrutado mucho en la cancha y que los niños digan mi nombre me alienta a mejorar”, explicó el alero madrileño después de su segunda exhibición.
Yusta cerró el círculo. Con la selección vivió su peor momento deportivo, la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un encuentro contra Polonia en febrero de 2020, en su cuarta cita internacional, precisamente en Zaragoza, una lesión que le mantuvo 10 meses de baja en plena pandemia. Y con La Familia ha brillado ahora en el momento álgido de una carrera no exenta de curvas. Yusta debutó con 17 años en la ACB con el Real Madrid en mayo de 2014, considerado entonces una de las grandes joyas nacionales, oro europeo sub-16 y sub-20, hijo de un portero de fútbol que pasó por las categorías inferiores blancas y de una jugadora de baloncesto. Un curso después comenzaría el peregrinaje: Obradoiro, regreso durante dos temporadas al Madrid, Tenerife y desde 2021 en Zaragoza, donde en los últimos años se ha convertido en una pieza básica. La temporada pasada fue el segundo máximo anotador español de la Liga (12,4 puntos por los 12,8 de Willy Hernangómez). Esta campaña promedia 10 puntos por encuentro, por los 7,9 con la selección en los 12 encuentros internacionales que ha disputado. Es además el español con más minutos en pista en toda la competición liguera, una media de 25 por choque, en un listado en el que los 26 primeros clasificados son extranjeros.
“En los últimos años lleva un camino ascendente y va a luchar por estar en el Eurobasket, viene empujando fuerte”, analiza Rodrigo San Miguel, técnico ayudante en el Casademont Zaragoza y que se ha estrenado como asistente de Scariolo en esta ventana de selecciones. “Ofensivamente tiene talento sin hacer nada especialmente perfecto. Digamos que tiene gol, facilidad para hacer puntos, es muy activo en toda la pista y no tiene miedo para asumir el tiro y la responsabilidad. Aunque no sea un gran tirador o driblador, posee esa mentalidad de querer el balón y físico para ir al aro. Defensivamente destaca su instinto para robar balones”, añade San Miguel.
El triple al filo del final en Bratislava no era su primera canasta en el último segundo. El curso pasado anotó la canasta decisiva en la victoria liguera ante el Breogán y en su primera temporada en el Zaragoza ya forzó dos prórrogas en un duelo contra el Morabanc Andorra. Scariolo le exige ahora otro paso más para optar a disputar el próximo verano su primer gran torneo internacional, el Eurobasket en Letonia, Chipre, Finlandia y Polonia: “Si añade un tono defensivo a su juego, que es algo que está a su alcance, veo que tiene una posibilidad. Debe tener la convicción para atacar el nivel superior”.