El Barcelona se blinda en defensa para vencer al Olympiacos

El tiro exterior y el rebote conceden un valioso triunfo a los azulgrana (68-77)

Canaan trata de taponar el lanzamiento de Jokubaitis.GEORGIA PANAGOPOULOU (EFE)

Calientan motores los equipos de la Euroliga, ensayan sus estrategias, pero tienen que hacerlo en caliente, no hay tiempo para experimentos, por eso a veces hay altibajos en un mismo partido. Le pasa al Barcelona en un choque que parecía tener controlado hasta el descanso, pero se le embarró por momentos en el tercer cuarto, que pudo salvar gracias a los triples del genial Laprovittola después de que el Olympiacos, que jugó a remolque toda la primera parte, despegara para ponerse por delante un par de veces. Al final ganó el equipo azulgrana (68-77) en unas cancha complicadísima siempre.
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Calientan motores los equipos de la Euroliga, ensayan sus estrategias, pero tienen que hacerlo en caliente, no hay tiempo para experimentos, por eso a veces hay altibajos en un mismo partido. Le pasa al Barcelona en un choque que parecía tener controlado hasta el descanso, pero se le embarró por momentos en el tercer cuarto, que pudo salvar gracias a los triples del genial Laprovittola después de que el Olympiacos, que jugó a remolque toda la primera parte, despegara para ponerse por delante un par de veces. Al final ganó el equipo azulgrana (68-77) en unas cancha complicadísima siempre.

Salió muy enchufado el equipo de Grimau en el primer cuarto. Sólido en defensa, provocó las pérdidas constantes del equipo griego. A solo un minuto del final del parcial de inicio, la diferencia de nueve puntos (11-20) se debía más al trabajo de contención del Barça que a su acierto en ataque. Sin embargo, en la primera desconexión barcelonista los rojiblancos remaron para reubicarse en el partido. Habían perdido siete balones en los primeros 10 minutos, pero se rehicieron para contener esa estadística tan negativa y solo cometieron un error más hasta el descanso.

Entre Abrines y Laprovittola, a base de triples, sostuvieron la ventaja del Barça con un parcial de 4-12 que aumentó la diferencia para su equipo. Sin embargo, aunque la sensación del partido era que el equipo azulgrana tenía el control y superaba en todos los terrenos al Olympiacos, la diferencia en el marcador no lo reflejaba. Cuando los equipos se retiraron al vestuario, el 34-40 no era suficiente para que se sintieran tranquilos los jugadores de Grimau.

El técnico del Barça se comenzó a inquietar en el comienzo de la segunda parte, cuando un par de despistes estrecharon el marcador. Con Hernangómez desaparecido, otra vez los triples rescataron a los azulgranas, que otra vez se desconectaron para permitir el primer empate griego (42-42), y la posterior ventaja gracias al empuje de Canaan, que, sin embargo, se empezaba a cargar de faltas.

La mano de Laprovittola

Otra vez el tiro exterior cambió la tendencia del partido. Jokubaitis y Laprovittola rentabilizaron los espacios que les abrieron sus compañeros con los bloqueos (44-48), pero apretó el Olympiakos en defensa y, jugando con criterio, desactivó el ataque del Barça, que se había convertido en un caos. Con Peters y Walkup acertados en ataque, el equipo griego despegó hasta el 66-59 a falta de 4,28m.

Entonces, el Barcelona se puso serio y al Olympiacos le faltó cuajo. Defendió con dureza todo el equipo y un triple de Abrines a 2m 40s puso por delante a su equipo. Los tres minutos finales fueron una lección defensiva que lideró Vesely para secar la fuente en El Pireo y aumentar la diferencia hasta el 68-77 final.

“Hemos sido muy sólidos”, apuntaba Laprovittola, que con 17 puntos y 7 asistencias fue el mejor. Pese a las desconexiones, el tiro exterior (15 de 26 en triples) y los 25 rebotes en defensa le sirvieron al Barcelona para vencer en una cancha durísima cuando los motores todavía no están a tope de revoluciones.

SUFRIDO TRIUNFO DEL VALENCIA

J. R.

Con unos minutos finales interminables, decisiones arbitrales cuestionables, y un rival como el Fenerbahce, que solo estuvo por delante a dos minutos del final y por apenas unos segundos, el Valencia consiguió una victoria trabajadísima (77-74) en la Fonteta, la segunda en dos jornadas.

La última canasta en juego de Chris Jones resultó crucial para el triunfo valenciano, aunque las últimas acciones, con visitas constantes de los árbitros a la pantalla de televisión, le pusieron incertidumbre al marcador final.

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