Y Scariolo no pidió ningún tiempo muerto
España vence por 65-85 a Irán como cierre de la primera fase antes de medirse el viernes a Letonia. Rudy iguala el récord de 253 partidos internacionales de Navarro
De camino a futuras metas, España cerró la primera fase del Mundial con un pleno de tres victorias después de solventar a medio gas la cita ante Irán (65-85), resultados que se arrastran para la siguiente ronda. En esa próxima etapa, el grupo L, la selección se enfrentará el viernes a Letonia (11.45, hora peninsular española) y el domingo a Canadá (15.30) en busca de los cuartos de final. En esta fase, cada equipo evita enfrentarse al rival al que ya se midió en la primera liguilla (Brasil en el caso español), y solo disputa dos encuentros contra dos nuevos oponentes (letones y canadienses). L...
De camino a futuras metas, España cerró la primera fase del Mundial con un pleno de tres victorias después de solventar a medio gas la cita ante Irán (65-85), resultados que se arrastran para la siguiente ronda. En esa próxima etapa, el grupo L, la selección se enfrentará el viernes a Letonia (11.45, hora peninsular española) y el domingo a Canadá (15.30) en busca de los cuartos de final. En esta fase, cada equipo evita enfrentarse al rival al que ya se midió en la primera liguilla (Brasil en el caso español), y solo disputa dos encuentros contra dos nuevos oponentes (letones y canadienses). Los dos primeros estarán en Manila para participar en los cuartos los días 5 y 6 de septiembre, martes y miércoles de la próxima semana. Si avanza, España se cruzará con un rival del grupo que forman Eslovenia, Alemania, Australia y Georgia. Un hueso.
Contra Irán, una anomalía, Por primera vez en su carrera, según confesó después, Scariolo no pidió ni un tiempo muerto. Quería dejar que sus jugadores salieran por sí solos de las trampas que se encontraban por el camino, que buscaran ellos las soluciones. El rival se prestaba a la probeta. Era también el turno para completar el rodaje de algunas piezas y dar algo de descanso a otras (Rudy) a la espera de montañas más altas que la del eterno Hamed Haddadi (38 años) y sus compañeros. Y el momento para que el benjamín Juan Núñez siguiera subiendo escalones de dos en dos, para que Juancho recuperara sensaciones en el tiro, para dar carrete a Parra y probar la rodilla derecha de Abrines tras su golpe en la primera jornada. Quizá por esa falta de intensidad, con la clasificación ya en el bolsillo de antemano, comenzó España con la blandura en las dos canastas que en ocasiones recrimina Scariolo (8-4, 15-6). El técnico cambió cuatro peones a la vez, apuntaló la defensa con Claver y Garuba, y la cita desembocó emparejada al final del primer cuarto (17-16).
España era otra con Santi Aldama y Garuba por dentro. Los dos tienen hambre y saben que están bajo los focos. El pívot de Memphis, porque debuta en la gran pasarela con la selección absoluta. Su compañero de posición, porque Oklahoma le ha cerrado de momento la puerta de la NBA y quiere hacer méritos para cazar la mejor oferta. España exploró esa nueva conexión interior, en lugar de la titular con los hermanos Hernangómez, y comenzó a poner las cosas en el sitio que se suponía (19-25). A los chicos les sobra energía, y cuando el mecano defensivo encaja, el equipo es reconocible. Willy exhibió su buen juego de pies en la pintura, y Abrines y Juancho afilaron la puntería desde el perímetro. En el patio trasero, aparecieron las manos para las anticipaciones y para dejar sin tiempo de posesión a Irán. Sin grandes alegrías, y sí con más apuros de lo esperado, mandaba la selección en el descanso (34-43).
La misma tibieza del inicio se repitió en el regreso. Seguramente porque la cabeza de los jugadores españoles estaba ya en esa fase decisiva en la que comenzarán a jugarse el pan, en la lucha por acercarse a las medallas y también por amarrar el pase a los Juegos Olímpicos (solo de manera directa los dos conjuntos europeos mejor clasificados). La teórica explicación no convenció a Scariolo, ni a su especialista defensivo, Luis Guil, que apretaban desde la banda. La entrega de Irán les mantenía en el encuentro. En la selección aportaba sin estridencias cada peón: Brizuela, Juancho y Aldama (52-64 para cerrar el tercer cuarto).
Alberto Díaz no entiende de jornadas de transición. Tampoco Garuba, que volvió a lanzarse por el suelo en busca de un balón. Claver, que cumplía 35 años, se unió a la lista de soldados para mantener la fiebre que demandaba Scariolo y estampar un marcador más acorde a la distancia entre ambas selecciones (61-78). Willy engordó su hoja de estadísticas con la facilidad que luce para la anotación (16 puntos y nueve rebotes), aunque el técnico le pida más tajo en el tablero contrario, y Juancho elevó su aportación hasta los 21 puntos. Salvado el último repecho, ahora llegan para España las rampas de verdad. Y Scariolo avisa: “Si los jugadores que tienen más capacidad anotadora suben su nivel defensivo, será más sencillo. Aquí, o defendemos con 12, y atacamos con 12, o no tenemos un top player que pueda ganar el partido por su cuenta. Eso es una verdad que sabe el grupo”.
Y aunque no jugó por descanso, fue también el día de Rudy Fernández. El capitán alcanzó los 253 partidos internacionales (oficialmente se cuentan las presencias en acta, aunque el jugador no salte a la pista), registro con el que iguala el récord de Juan Carlos Navarro como los jugadores con más duelos con la absoluta masculina. Laia Palau con 314 y Amaya Valdemoro con 258 superan estas marcas en la selección femenina, y Marina Ferragut comparte el listón de Navarro y Rudy. El alero del Real Madrid ha estirado hasta los 38 años su pasión por la camiseta nacional y sigue alimentando un palmarés de leyenda que incluye 11 medallas con la Familia, entre ellas los seis oros que colecciona en su historia el baloncesto masculino español: dos Mundiales y cuatro Eurobasket. Rudy sigue en la cancha en el quinto Mundial de su carrera y apunta a otro hito, el de convertirse en París 2024 en el único baloncestista del planeta que haya disputado seis Juegos Olímpicos.
IRÁN, 65; ESPAÑA, 85
Irán: Aliakbari (2), Amini (19), Girgoorian (6), Yakhchali (12) y Kazemi (2) —equipo titular—; Mirzaei (3), Haddadi (7), Aghajanpoor (0), Vahedi (4), Mashayekhi (2), Agha Miri (5) y Rezaeifar (3).
España: Núñez (5), Abrines (6), Parra (3), Juancho Hernangómez (21) y Willy Hernangómez (16) —equipo titular—; Aldama (11), Brizuela (3), Claver (5), Díaz (4), Garuba (6) y Llull (5).
Parciales: 17-16, 17-27, 18-21 y 13-21.
Árbitros: Anaya (Pan), Fernández (Arg) y Batista (Pur).
Indonesia Arena. 7.320 espectadores.
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