La ambición puede con Jorge Martín, que se cae y cede el liderato del Mundial de MotoGP

El madrileño se va a la grava cuando encabezaba en solitario el GP de Indonesia y le entrega el primer puesto de la general a Pecco Bagnaia, ganador tras la mayor remontada desde 2006

Francesco Bagnaia, del Ducati Lenovo Team, celebra su triunfo en el circuito de Mandalika, este domingo.ADI WEDA (EFE)




Dicen los pilotos que es más fácil ser perseguidor que perseguido en el Mundial de MotoGP. Jorge Martín, que este sábado se estrenaba como líder del certamen en el GP de Indonesia, se las prometía felices en su primera experiencia al mando de la categoría reina. La alegría, sin embargo, le duró 13 vueltas. El piloto madrileño del Pramac Ducati se cayó cuando rodaba solo en cabeza y le entregó en bandeja el liderato del campeonato a ...

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Dicen los pilotos que es más fácil ser perseguidor que perseguido en el Mundial de MotoGP. Jorge Martín, que este sábado se estrenaba como líder del certamen en el GP de Indonesia, se las prometía felices en su primera experiencia al mando de la categoría reina. La alegría, sin embargo, le duró 13 vueltas. El piloto madrileño del Pramac Ducati se cayó cuando rodaba solo en cabeza y le entregó en bandeja el liderato del campeonato a Pecco Bagnaia. El vigente campeón del mundo aprovechó el inoportuno error de su gran rival y, con una magnífica remontada desde la 13ª plaza en parrilla, ganó la carrera y recuperó la posición preferente en la tabla.

El número uno estalló de alegría y celebró con énfasis el triunfo después de semanas de presión y sufrimiento ante el empujón de su oponente. La de Bagnaia es la remontada más abultada en una carrera de la categoría reina desde que Marco Melandri ganara el GP de Turquía de 2006 partiendo en 14ª posición. El triunfo, eso sí, fue consecuencia directa del fallo de Martín. El español se dejó la victoria y el liderato en la grava cuando rodaba con más de dos segundos y medio de margen respecto a Maverick Viñales (Aprilia), a la postre segundo y acompañado por Fabio Quartararo (Yamaha) en el podio de Mandalika.

Martín salió como un tifón y se colocó primero en la primera curva de la prueba tras partir en sexta plaza. Ni la corta recta del circuito fue un obstáculo para él. Parecía resuelto a confirmar su excelente momento deportivo y vital, cabalgando más rápido que nadie hacia el que hubiera sido su cuarto doblete en un fin de semana en este Mundial. Se sentía el más fuerte, imbatible, pero el motociclismo es un deporte que también exige modular muy bien los subidones de adrenalina y gestionar adecuadamente los aspectos técnicos de la competición. “Hay que aprender de los errores, la próxima vez que esté dos o tres segundos por delante habrá que aflojar un pelín”, reconoció el madrileño.

En la vuelta 13, en la curva 11, no especialmente crítica, al madrileño se le escapó el tren delantero y se fue al suelo por sorpresa. “Esta pista no te permite irte un metro largo, he cometido un pequeño fallo en la 10, he tocado un poco la línea, la parte sucia, y la moto no me ha avisado”, analizó más tarde en la retransmisión de DAZN. No se lo terminaba de creer el líder, a quien le duró 24 horas el sueño de verse en cabeza del Mundial. Las manos a la cabeza, incrédulo, Martín se quedó a ver los toros desde la barrera y observó como Bagnaia olía sangre y completaba su mejor carrera en mucho tiempo para ganar. “He hecho 14 carreras sin fallar, por estadística tenía que pasar. Me sabe mal que haya sido aquí, pero creo que he dominado y espero volver a hacerlo pronto”, reflexionó.

Bagnaia: “Pensé en cuidar los neumáticos”

Su rival y puntal de la marca de Bolonia sembró su gran cosecha de domingo en Indonesia en el giro inicial. Ganó siete plazas nada más salir y luego supo aprovecharse del toque entre el autor de la pole Luca Marini y Brad Binder para situarse cuarto y mantener el contacto visual con las posiciones de podio. El sudafricano de KTM se pasó de revoluciones y luego tuvo otro incidente con Miguel Oliveira, ganándose por el camino dos penalizaciones de vuelta largas que le descartaron para ganar. En la tercera vuelta, Bagnaia ya era tercero tras superar la Yamaha sin velocidad punta de Quartararo.

Allí pensó ya en gestionar. Había muchas vueltas por delante y veía como Martín tiraba demasiado fuerte al frente de la clasificación. Pensó en esperar a su oportunidad, a cuidar los neumáticos para luego poder dar el hachazo definitivo en el tramo final. “Cuando vi que Martín se escapaba pensé en estar tranquilo, en cuidar los neumáticos. Fue lo correcto, en las últimas 10 vueltas pude controlar el ritmo y la carrera. Nos merecíamos una carrera así”, comentó el vigente campeón. La caída de su oponente fue un regalo inesperado, pero él se centró en terminar el trabajo: “Solo pensé en ganar”. En la celebración, no dudó en desquitarse y ponerse a escuchar, la mano retadora en la oreja, a todos quienes le han criticado estas últimas semanas, cuando llegó a perder sus 66 puntos al frente de la tabla en tan solo cuatro grandes premios. “A veces se habla demasiado, es mejor que pasen las cosas y hablar después”, explicó el número uno.

Ahora vuelve a estar al frente de la clasificación con 18 puntos, y el intercambio de golpes entre los dos pilotos de Ducati se prevé de traca de aquí hasta el desenlace del certamen en Valencia el próximo 26 de noviembre. A la siguiente vuelvo a estar, avisaba Martín una vez recuperado del mazazo moral. Quedan cinco grandes premios y diez carreras puntuables en seis semanas, y la batalla sigue contando con un tercer candidato en Marco Bezzecchi, quinto en Mandalika una semana después de su operación de clavícula. El italiano del VR46 Racing está a 45 puntos y todavía tiene argumentos para soñar.

Mientras a unos se les hará corto este peleado final, a otros les seguirá pareciendo un suplicio. Marc Márquez cayó una vez más cuando rodaba décimo y no escondió sus ansias de cerrar el curso e iniciar su nueva etapa con la misma moto que disfrutan ahora los líderes del certamen. “Una más, veintitantas este año, bueno… ya se acaba, cinco carreras”, apuntó el catalán. Fabio Di Giannantonio, el piloto que le cede su asiento en el equipo Gresini Ducati, firmó en Indonesia el mejor resultado de su vida en MotoGP con una cuarta posición y echó a llorar en el parque cerrado. Por detrás, Álex Rins terminó como la mejor Honda con una novena plaza después de nueve carreras de baja por lesión.

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