Rubiales, de (todavía) presidente a mesías de la libertad
El presidente de la federación, en la cuerda floja por su beso no consentido a Jenni Hermoso, comenzó suavecito, dando las gracias; pidió perdón sin paliativos, pero luego la cosa se fue liando
La providencia, de vez en cuando, nos regala estas cosas. Como asistir en directo al nacimiento de un nuevo mesías. Esta vez, eso sí, sin tanta densidad capilar como el otro. Un mesías llamado Luis Rubiales. Nacido en Motril, vestido con americana azul marino y camisa blanca, que en vez de multiplicar panes y peces y pasar penalidades, ha optado este viernes 25 de agosto de 2023 por la pornografía.
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La providencia, de vez en cuando, nos regala estas cosas. Como asistir en directo al nacimiento de un nuevo mesías. Esta vez, eso sí, sin tanta densidad capilar como el otro. Un mesías llamado Luis Rubiales. Nacido en Motril, vestido con americana azul marino y camisa blanca, que en vez de multiplicar panes y peces y pasar penalidades, ha optado este viernes 25 de agosto de 2023 por la pornografía.
Compareció en la asamblea de la Real Federación Española de Fútbol, de la que es presidente y cuyos miembros le han elegido, después del espectáculo que nos regaló en la final del Mundial de fútbol femenino. Después de tocarse los genitales en el palco de autoridades, después de besar a una de las campeonas, Jennifer Hermoso. Después de coger en brazos como si fuera un saco de patatas a otra de las campeonas, Athenea del Castillo.
Pasados escasos minutos de las 12 de la mañana, agarró el micrófono. Consideró que dar explicaciones consiste en un puñado de cosas. Mencionar a las hijas allí presentes y a los padres; hacerlos llorar a todos. Afirmar que el falso feminismo es la verdadera lacra de este país. Que aquel pico a la jugadora Jennifer Hermoso, porque “no fue un beso”, fue tan consentido que ella acercó su cuerpo al suyo porque así funcionan las personas cariñosas. Que el comunicado emitido por el sindicato que defiende los intereses de Hermoso no lo entiende.
Que la euforia en determinados momentos tiene estas consecuencias, tocarse sus “partes” que son los genitales y no tanto así el cerebro, que sería lo suyo. Decir que lo están asesinando y que él solo es una víctima que ha venido a este mundo a decir la verdad. “Pasó por la vida haciendo el bien”, dice la Biblia. Y, en un giro de guion inesperado, gritar a los presentes que no piensa dimitir, que para chulo su pirulo. “¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?”, proclamó convencido.
También ha dicho que el periodismo es cosa de títeres y que no busca la verdad ni la justicia. Todo es cosa de Javier Tebas, presidente de LaLiga, y su cuadrilla. La culpa también, que no se nos olvide, es de Yolanda Díaz, Ione Belarra, Irene Montero y Pablo Echenique. “¿Qué pensará una mujer a la que, de verdad, se ha agredido sexualmente?”, dijo.
Por eso va a emprender acciones legales contra todos ellos porque este no es el camino que debe seguir España, donde él ya encuentra suficientes argumentos para decir que hay una “falta de libertad total”. “Como españoles tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde estamos yendo”, añadió alguien que ha optado por el abismo.
“Olé tus huevos, con perdón”
Comenzó suavecito, dando las gracias. A todos aquellos que le han mandado mensajes de apoyo, que han sido tantos que va a echarle un ratillo largo para contestar como merecen. Han sido silenciadas todas y cada una de ellas, qué cosas.
Pidió perdón sin paliativos, pero luego la cosa se fue liando. Y empezó el festival de disculpas, de exabruptos. Como empezaron los aplausos de muchos de los asambleístas, del entrenador Jorge Vilda. “Olé tus huevos, con perdón”, afirmó. Algunas risas cómplices en la sala de prensa. Dentro y fuera, un puñado de mujeres y aproximadamente un millón de hombres. Justo lo contrario que en cualquier convocatoria relacionada con feminismo. El de mentira, según Rubiales.
No fueron mentira los aplausos tímidos de Montse Tomé, segunda entrenadora de la selección española femenina de fútbol. Sentada en primera fila, buscaba con la mirada a otras dos mujeres sentadas muy cerca de ella. No encontró excesivo apoyo, digamos, salvo cuando Rubiales anunció el ascenso a directora deportiva de “Montse”, como repitió dos veces. Como si no tuviera apellidos.
En definitiva, una colección de perlas que costaría creer si no fuera porque se han retransmitido en directo. La madre de todas las victimizaciones. O más bien el padre. Asesinato social, víctima del sistema. “Estoy dispuesto a ser vilipendiado”. “Hija mía, tienes que estar orgullosa de tu padre”. “He hecho la mejor gestión de la historia del fútbol español”.
“Es la primera vez que escucho una alerta roja de fútbol en Reuters”, afirmó un compañero al acabar la comparecencia. Otro afirmó ufano que esto le viene bien al Gobierno para ir ahora en su contra con todo porque la investidura está más difícil que nunca y “qué no hará Pedro Sánchez con tal de mantenerse en el poder, y más con eso del feminismo”.
Muchos siguen sin enterarse de nada.
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