De la Fuente: “Sigo convencido de que este es el camino”
El seleccionador asegura que está satisfecho porque los jugadores ejecutaron el plan de partido, y atribuye a la derrota a “dos accidentes”
A la segunda, Luis de la Fuente se llevó su primer revolcón como seleccionador. El principio de la digestión de la derrota contra Escocia lo realizó dirigiendo la mirada hacia el proceso: “No estoy contento con el resultado, pero quiero ir un poco más allá. Sí estoy satisfecho de haber reconocido situaciones y gestos futbolísticos, y planteamientos que hemos trabajado estos pocos días, y que los he reconocido en el terreno de juego”, dijo. “Jugar con la amplitud de los extremos, buscar remate, buscar tiro, buscar ac...
A la segunda, Luis de la Fuente se llevó su primer revolcón como seleccionador. El principio de la digestión de la derrota contra Escocia lo realizó dirigiendo la mirada hacia el proceso: “No estoy contento con el resultado, pero quiero ir un poco más allá. Sí estoy satisfecho de haber reconocido situaciones y gestos futbolísticos, y planteamientos que hemos trabajado estos pocos días, y que los he reconocido en el terreno de juego”, dijo. “Jugar con la amplitud de los extremos, buscar remate, buscar tiro, buscar acciones al espacio... Algunas situaciones las he reconocido, pero nos ha faltado el acierto para culminarlas y dar sentido al trabajo de la semana. Pero sigo convencido de que este es el camino”.
El técnico insistió en que su equipo había desarrollado el plan de partido que habían preparado, lo que le dejaba satisfecho, pero lamentó que en el camino de ese plan de partido bien ejecutado se habían interpuesto los goles de Escocia: “Han sido dos accidentes del fútbol, que en el alto nivel te penalizan”.
En ese punto de su análisis coincidió con Rodri: “Ellos han metido las dos que han tenido. Nosotros hemos tenido dos postes y muchas ocasiones en la primera mitad. Hoy es ese día que lo haces bien, pero no entra el balón. Hay que mejorar de los errores tontos que hemos cometido”. Mikel Merino siguió la misma línea: “Es una noche triste, pero la primera parte ha sido muy buena. Ellos son un equipo duro, el campo no estaba bien”.
La hierba tuvo su incidencia, y quizá también lo ambiental, aunque De la Fuente le quiso quitar peso: “Son jugadores de altísimo nivel, acostumbrados a situaciones así”. Pero los escoceses son especialmente persistentes con el fútbol, como comprobó Pedro Porro. No los más persistentes, porque la federación inglesa se fundó nueve años antes que la escocesa, que hace dos semanas cumplió siglo y medio. Pero la rivalidad de Inglaterra y Escocia fue la base sobre la que se construyó el fútbol moderno, en particular el de selecciones. En 1872 jugaron en Glasgow el primer partido internacional, y el éxito del encuentro, disputado en un campo de críquet, condujo a la construcción del primer Hampden Park, unos 500 metros al norte del lugar donde se levanta el actual, el tercero, que data de 1903.
En el primer tiempo en Hampden Park, le pasó todo a Porro. Se escurrió sobre la hierba al poco de empezar, Andy Robertson aprovechó el balón perdido y se lo puso atrás a Scott McTominay. Se adelantó Escocia, aprovechando la desdicha de Porro, que se vio inmerso en una serie de calamidades acentuada unos minutos después del resbalón en una disputa por un saque de banda. El lance encendió aquel sector cercano de la tribuna, que comenzó a acompañar cada toque del lateral español con un abucheo.
El enganchón con Porro se extendió a todo el estadio. Celebraron otro resbalón en un despeje. El asunto se disparó de manera definitiva cuando, con el balón fuera del campo, cayó por un encontronazo con Robertson.
No regresó tras el descanso. El cambio del lateral rebajó la excitación del graderío contra España, pero abrió paso a un punto más de entusiasmo. Tierney echó una carrera por ahí a Carvajal, su sustituto, y la perdió cuando trató de meterle el hombro. Se escapó el del Arsenal, centró, hubo un rechace y volvió a marcar McTominay.
España no tuvo más. Pitó el final el cuarto árbitro, por lesión del titular, y empezó a llover, como todo el día en Glasgow salvo el rato del partido. Hampden se quedó bailando música discotequera, mientras los jugadores españoles se acercaban a aplaudir al rincón de los suyos.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.