Lucas y la cadena de centrales del Atlético

El trabajo colectivo de los rojiblancos facilita el exito de sus defensas en el eje de la zaga

Lucas trata de robar un balón a Rochina en el Atlético-GranadaLuca Piergiovanni (EFE)

El sábado, Lucas Hernández (Marsella, 20 años) tuvo que enfrentarse a una situación de juego que no es muy habitual en los centrales del Atlético. Volcado el equipo en el campo del Málaga a la búsqueda del gol que le permitiera seguir peleando por la Liga, el joven central tuvo que detener en situaciones de uno contra uno un par de contragolpes. El chico, pese a su juventud, salió indemne de una prueba a la que no suelen someterse con mucha frecuencia Godín, Giménez o Savic porque el sistema de Simeone y el trabajo defensivo colectivo n...

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El sábado, Lucas Hernández (Marsella, 20 años) tuvo que enfrentarse a una situación de juego que no es muy habitual en los centrales del Atlético. Volcado el equipo en el campo del Málaga a la búsqueda del gol que le permitiera seguir peleando por la Liga, el joven central tuvo que detener en situaciones de uno contra uno un par de contragolpes. El chico, pese a su juventud, salió indemne de una prueba a la que no suelen someterse con mucha frecuencia Godín, Giménez o Savic porque el sistema de Simeone y el trabajo defensivo colectivo no acostumbra a propiciar ventajas al rival a la hora de armar contragolpes.

El empeño defensivo que acontece por delante de ellos genera que los centrales del Atlético estén casi siempre en ventaja respecto a los delanteros rivales, a los que muy pocas veces les llegan balones claros o en situaciones de uno contra uno. Anticipar en el juego aéreo en largo, estar pendiente de la marca zonal y no complicarse con el balón en los pies son las funciones esenciales de cualquiera de los centrales que alinea Simeone, muy protegidos también por los mediocentros cuando los equipos contrarios atacan en estático.

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“Simeone tiene al equipo muy bien trabajado defensivamente. Los centrales tienen muchas ayudas y eso hace que no estén tan exigidos. Lucas está compitiendo bien por cómo está defendiendo el equipo, pero también es cierto que hay que estar preparado mentalmente para jugar y él lo está. Tiene personalidad”, afirma Santi Denia, el central que formó con Roberto Solozábal la pareja de centrales del histórico doblete del 96, y que sigue los pasos de Lucas desde hace años. Entre algunos defensas de la cantera existe la convicción de que es más fácil jugar en el primer equipo que en las categorías inferiores, donde son más exigidos en los partidos.

Bajo esa red de seguridad que supone el entramado defensivo del Atlético se fue incrustando en el equipo Giménez, primero como sustituto de Godín y Miranda, y después, tras la marcha del brasileño, como titular. Savic también se integró con facilidad y ahora, ante el cúmulo de lesiones (Godín, Giménez y Savic), ha sido Lucas el que ha impactado.

Lucas, hijo del ex central del Rayo y Atlético, Jean François Hernández, cuenta con una genética física ideal para la posición. Zurdo, fuerte y potente, desde juvenil ha sido instruido para salir con la pelota jugada, una suerte que practicaba mucho en las categorías inferiores. “Ahora sabe que en el fútbol profesional debe elegir bien qué hacer en cada momento”, señala Denia. Tras salir airoso como central en el Camp Nou contra Messi, Suárez y Neymar y como lateral izquierdo en el Calderón, ahora Lewandowski y el Bayern pueden suponer su consagración si Simeone le prefiere antes que a Giménez o Savic.

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