Guardiola, uno más en el Camp Nou

El técnico del Bayern siguió el partido junto a su padre y su amigo Estiarte

Guardiola, en un momento del partido en el Camp Nou.Vicens Giménez

Pep Guardiola llegó a su asiento, el de socio en el Camp Nou, no ese que le hubieran reservado en la zona noble de haberlo querido, después de cinco minutos de partido. Se acomodaba justo en el momento en que Neymar estampaba un balón en el palo. Fue uno de tantos palos. Una de tantas ocasiones desperdiciadas por el brasileño, que estaba donde tenía que estar, pero no metía la pelota donde la debía meter. Llegó el entrenador del Bayern Múnich, extécnico del Barcelona (además de exjugador y exrecogepelotas), acompañado por su padre, Valentí, y por su amigo Manel Estiarte.

Y con ellos com...

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Pep Guardiola llegó a su asiento, el de socio en el Camp Nou, no ese que le hubieran reservado en la zona noble de haberlo querido, después de cinco minutos de partido. Se acomodaba justo en el momento en que Neymar estampaba un balón en el palo. Fue uno de tantos palos. Una de tantas ocasiones desperdiciadas por el brasileño, que estaba donde tenía que estar, pero no metía la pelota donde la debía meter. Llegó el entrenador del Bayern Múnich, extécnico del Barcelona (además de exjugador y exrecogepelotas), acompañado por su padre, Valentí, y por su amigo Manel Estiarte.

Y con ellos comentó el juego de su exequipo. Además, se puso en pie para seguir la jugada del gol de Rakitic, jugueteó con su bufanda, se cubrió la cara con ella (no fuera que alguien quisiera descifrar su charla), e hizo aspavientos movido por las genialidades de Messi. Hasta pronosticó que Ter Stegen atajaría el penalti de Agüero: “Lo para”, le dijo a su padre. Y lo paró.

Se puso en pie con el gol de Rakitic, jugueteó con su bufanda e hizo aspavientos movido por las genialidades de la Pulga

Guardiola regresaba al Camp Nou casi tres años después de su última visita, el 26 de mayo de 2012, cuando el Barça celebraba la consecución de la Copa del Rey. Entonces dejaba el club que le encumbró primero como futbolista y luego como técnico novel. Este miércoles volvió como un aficionado más. De hecho, evitó el palco. Prefería estar entre amigos. “Viene a ver fútbol como nos gusta a todos. Todos los exjugadores y exentrenadores del club saben que tienen el palco abierto para ellos, pero con lo poco que viene a Barcelona es normal que lo quiera ver con su familia”, declaró el presidente, Bartomeu.

Guardiola, que dio dos días libres a sus futbolistas —el Bayern es líder con 64 puntos, 11 más que el Wolfsburgo— aprovechó para volver a España y ver el Atlético-Leverkusen del martes en el Calderón y el Barça-City, ayer. Tal y como llegó, se marchó cinco minutos antes del final. Después de la victoria del Barça, posible rival en la Champions. Después de admirar el arte de la Pulga. “Creo que ha disfrutado como un culé más”, se atrevió Bartomeu.

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