“Fuimos limpios hasta el final”

Klopp denuncia que el Madrid intentó condicionar al árbitro desde el campo y el banquillo

Madrid -
Klopp se dirige a los aficionados del Borussia para festejar la clasificación de su equipo una vez acabado el encuentro, con el Bernabéu casi vacío.Luis Sevillano

Normalmente expansivo, con un punto de comicidad maníaca, Jürgen Klopp, el entrenador del Dortmund, apareció en la sala de conferencias del Bernabéu consumido. Como si su rostro hubiera desaparecido tras la barba de cinco días y las gafas de pasta negra. Estaba exhausto. Le preguntaron si esos 10 minutos finales no le habían quitado algunos años de vida por inesperados y terribles. “No”, dijo, “era justo lo que habíamos esperado. No es demasiado difícil de imaginarse lo que te pasa por la cabeza en esos momentos: ‘Si Dios lo quiere, iremos a la final, y si no quiere, no”.

“Todo el parti...

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Normalmente expansivo, con un punto de comicidad maníaca, Jürgen Klopp, el entrenador del Dortmund, apareció en la sala de conferencias del Bernabéu consumido. Como si su rostro hubiera desaparecido tras la barba de cinco días y las gafas de pasta negra. Estaba exhausto. Le preguntaron si esos 10 minutos finales no le habían quitado algunos años de vida por inesperados y terribles. “No”, dijo, “era justo lo que habíamos esperado. No es demasiado difícil de imaginarse lo que te pasa por la cabeza en esos momentos: ‘Si Dios lo quiere, iremos a la final, y si no quiere, no”.

“Todo el partido fue una locura desde la segunda mitad”, prosiguió. “Todos los miembros del equipo del Madrid han hecho cosas para llevar al árbitro hacia un lado... Pero hemos tenido que mantenernos firmes. Pensé que Ramos podía hacer con Lewandowski lo que quisiera. Lewandowski tuvo que tener mucha sangre fría. En situaciones como esta es muy difícil. Estoy feliz de que por lo menos hayamos podido jugar el fútbol como pudimos. Por muchas, muchas cosas que han pasado en los dos partidos, éramos los que nos merecíamos ir a Wembley. Nunca pensé que viviríamos una eliminatoria así y estoy orgulloso de mi equipo porque es la primera vez que afrontaba este punto de la competición. Ha sido algo absolutamente especial. Por eso estoy tan satisfecho ahora mismo”.

A su modo, con ironía, Klopp expresó su indignación cuando le comentaron que Mourinho se había quejado de que el árbitro no expulsara a Hummels con roja directa. “Puedo comprender perfectamente”, dijo, “que cuando un equipo pierde por tan poco tiene que estar horriblemente decepcionado. Si él lo ha visto, puede decirlo. Pero ni yo ni ninguno de mis jugadores lo hemos visto y no puedo decir que haya pasado algo como lo que dice Mourinho”.

Pensé que Ramos podía hacer lo que quisiera con  Lewandowski Jürgen Klopp

“En global hay muchas cosas que pueden influir en una eliminatoria”, prosiguió el entrenador alemán, haciendo referencia a las palabras que Mourinho dedicó el lunes a sus jugadores, a quienes reprochó no haber dado más patadas a Lewandowski en el encuentro de ida. “Esto es demasiado para mí... Ramos ha hecho muchas cosas contra Lewandowski que no se han pitado. El árbitro ha dejado de pitar muchas faltas. Me sorprendió que nadie le hiciera faltas a Lewandowski en Dortmund. A veces en el fútbol no se hacen faltas. Pero si no nos hubiésemos clasificado tendría que haber dicho a mis jugadores que no fueron muy inteligentes porque no hicieron suficientes faltas. Nosotros nos mantuvimos muy limpios hasta el final y esto aumenta nuestro mérito”.

Librándose del peso de la obligación del éxito, Mourinho dijo minutos antes que cuando llegó al Madrid en 2010 se encontró una plantilla inexperta, quizá sin reparar en que contaba con dos balones de oro, además de varios jugadores que habían ganado una Copa del Mundo y algunas Copas de Europa. Resultó irónico que el equipo que le acababa de superar, desde Klopp al último jugador, no había pasado nunca por una semifinal de la Liga de Campeones. “Para mí, ir a Wembley, y no como turista, será uno de los momentos más importantes de mi vida”, dijo Klopp, grave tras su barba de náufrago, envuelto en sentimientos encontrados, entre el deseo de llorar y el estado de shock. “Me quiero alegrar mucho. Estoy deseando alegrarme. He estado a punto de explotar de alegría hace un momento…”.

“Sabíamos que teníamos que reaccionar bien, como nosotros lo sabemos hacer”, dijo el técnico. “Hemos tenido buenas ocasiones sobre todo en la segunda parte… Sabíamos que el Madrid sabe jugar muy apasionadamente y que tendríamos que defendernos. El Madrid quizás sea uno de los mejores equipos del mundo y nosotros hemos conseguido pasar a la final con un 4-3 en el global. Y eso nos llena de orgullo”.

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