Dos históricos, un favorito: el Bayern

El conjunto muniqués destaca por su fortaleza ofensiva ante un Juventus fiado a la solvencia de Buffon y de Pirlo

Antes de despedirse del Bayern y darle el relevo a Pep Guardiola, Jupp Heynckes, de 67 años, está convencido de marcharse como un señor, con la Copa de Europa bajo el brazo, como ya hizo al saberse despedido del Madrid, en 1998, precisamente ante el Juventus, su rival ahora en cuartos de final. Y resarcirse así del mal sabor de boca del año pasado, cuando se le escapó el quinto título para los bávaros en su propio estadio, el Allianz Arena, ante un Chelsea inesperado. El Bayern llega ...

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Antes de despedirse del Bayern y darle el relevo a Pep Guardiola, Jupp Heynckes, de 67 años, está convencido de marcharse como un señor, con la Copa de Europa bajo el brazo, como ya hizo al saberse despedido del Madrid, en 1998, precisamente ante el Juventus, su rival ahora en cuartos de final. Y resarcirse así del mal sabor de boca del año pasado, cuando se le escapó el quinto título para los bávaros en su propio estadio, el Allianz Arena, ante un Chelsea inesperado. El Bayern llega a esta ronda con un aspecto inmejorable. Líder de goles, 18, empatado con el Madrid y uno por encima del Juventus, y segundo en pases completados (3.745) tan solo superado por el rey del toque, el Barça, a años luz del conjunto turinés, undécimo en esta clasificación, refractario a entretenerse con el balón. El 58% de posesión de la pelota de los bávaros contrasta con el 49% de los turineses. Sin individualidades rutilantes en ninguno de los dos equipos, prima lo coral en el apartado goleador, siendo Müller el más destacado con cuatro tantos para los alemanes; los mismos que Quagliarella, el rápido delantero de los blanquinegros.

El 58% de posesión de la pelota de los bávaros contrasta con el 49% de los turineses

Campeón por última vez en 2001, ante el Valencia, el Bayern parte como favorito, cómo no, habida cuenta de su fortaleza ofensiva, donde cuenta con una gran variedad de recursos: la corpulencia de Mardzukic y Gómez; la velocidad de Robben y Ribéry; la habilidad para filtrarse de Müller; la llegada y el disparo de Kroos y Schweinsteiger; la insistencia del lateral Lahm en alcanzar la línea de fondo… El Juventus sigue en reconstrucción, fiado a la solvencia de Buffon y de Pirlo, a la energía de Lichsteiner y Vidal, y a la imaginación de Marchisio y Giovinco, pero lejos del poder intimidatorio de su última y segunda Copa de Europa, en 1995-96, cuando los Deschamps, Del Piero, Vialli, Ravanelli y Antonio Conte, su actual entrenador, imponían respeto.

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