El Valencia mejora ante los grandes

Después de un arranque fulgurante, el Bayern ha decaído en las últimas semanas. Anestesiado en la Liga alemana, donde no encuentra rival, y sorprendido en la Champions por la derrota frente al BATE Borisov en Minsk (3-1), el subcampeón de la competición necesita un golpe de autoridad en Europa. Sin Robben, lesionado, y con la duda de Ribéry, a quien Karl-Heinz Rummenigge, directivo del club bávaro, ha comparado con Messi, el equipo de Jupp Heynckes recupera a Mario Gómez después de varios meses de baja por lesión.

Pero el Valencia ya no es el conjunto atribulado y confuso que se sintió ...

Después de un arranque fulgurante, el Bayern ha decaído en las últimas semanas. Anestesiado en la Liga alemana, donde no encuentra rival, y sorprendido en la Champions por la derrota frente al BATE Borisov en Minsk (3-1), el subcampeón de la competición necesita un golpe de autoridad en Europa. Sin Robben, lesionado, y con la duda de Ribéry, a quien Karl-Heinz Rummenigge, directivo del club bávaro, ha comparado con Messi, el equipo de Jupp Heynckes recupera a Mario Gómez después de varios meses de baja por lesión.

Pero el Valencia ya no es el conjunto atribulado y confuso que se sintió muy inferior en el Allianz Arena pese a maquillar el marcador con un gol final de Valdez (2-1). “Hemos mejorado”, dijo ayer su entrenador, Mauricio Pellegrino, aunque no sepa muy bien a qué atenerse: la pésima versión del sábado ante el Espanyol pese a vencer (2-1), o la intensa y aguerrida apuesta frente al Atlético en Mestalla (2-0). El Valencia se hace fuerte en su estadio y suele dar la cara ante los grandes, como si sus jugadores necesitaran emociones fuertes frente al Madrid, el Barça o el Atlético. Sin la presencia de Gago ni de João Pereira por lesión, Pellegrino vuelve a sufrir para disponer de un centro del campo de garantías. Juntaría a Tino Costa con Ever Banega si no fuera porque este último sigue con molestias tras una larga lesión. En caso de reservarlo para el segundo periodo, Albelda acompañaría a Tino Costa.

A la espera de la última jornada —el Valencia visita al Lille y el Bayern recibe al BATE—, un empate les acercaría a los dos a los octavos de final. Mestalla acoge esta noche a unos 2.200 hinchas bávaros. Una muestra más del momento tan dulce del fútbol germano. Sus campos están siempre llenos, en contraste con la deserción en los últimos tiempos de los estadios españoles. Heynckes encontró ayer tres razones: “La primera es que disponemos de estadios modernos después del Mundial de 2006, con un ambiente muy bueno para las familias; en segundo lugar, la crisis económica en España; y en tercer lugar, el salto de calidad de fútbol alemán en los últimos años”.