España vuela hacia semifinales

Aupada por la velocidad y efectividad de Eli Pinedo (7 goles) y excelentemente defendida por la portera Silvia Navarro, España encontró finalmente el truco para tumbar a Croacia y, una vez resueltos los cuartos, camina resuelta hacia la disputa de las medallas. Ahora le aguarda en semifinales el ganador del Francia-Montenegro. No parece tener límite la selección de Jorge Dueñas desde que se corrigió del traspiés inicial frente a Corea.

Muy coral, ha ganado fluidez, intensidad y, sobre todo, confianza. Actuó con una naturalidad extraordinaria y con el paso del tiempo abrió una brecha en ...

Aupada por la velocidad y efectividad de Eli Pinedo (7 goles) y excelentemente defendida por la portera Silvia Navarro, España encontró finalmente el truco para tumbar a Croacia y, una vez resueltos los cuartos, camina resuelta hacia la disputa de las medallas. Ahora le aguarda en semifinales el ganador del Francia-Montenegro. No parece tener límite la selección de Jorge Dueñas desde que se corrigió del traspiés inicial frente a Corea.

Muy coral, ha ganado fluidez, intensidad y, sobre todo, confianza. Actuó con una naturalidad extraordinaria y con el paso del tiempo abrió una brecha en el marcador que resultó insalvable para Croacia, finalmente sorprendida después de su victoria por la mínima en el Preolímpico en Guadalajara. Nunca dejaron que el partido se decidiera por detalles como les convenía a las croatas.

Las españolas compitieron especialmente bien, dominadoras al inicio (2-0) y también hasta el descanso (13-12), después de aguantar la réplica de Croacia, que llegó a dominar en varias fases por dos goles de diferencia. El partido tuvo mucha fluidez y ritmo, momentos de especial belleza, especialmente con las entradas de los extremos croatas y el juego coral español. Muy solidario en defensa y ataque, el equipo de Jorge Dueñas se repartió el esfuerzo y los goles: hasta seis jugadoras habían marcado dos goles, por uno de Begoña Fernández.

Aunque le costó entrar en juego, el primer gol de Marta Mangué sirvió para poner a España de nuevo con ventaja (8-7). A la buena circulación de la pelota solo le faltó una mejor definición, circunstancia complicada por la excelente actuación de la portera croata Ivana Jelic (32% de efectividad), tan decisiva para su equipo como la siempre fiable y certera Silvia Navarro para España (35%). La igualdad en el marcador obligaba a limitar al máximo los errores, y los detalles jugaron habitualmente en contra de las españoles, menos pícaras, más nobles.

Atascada nada más regresar del vestuario, las españolas despabilaron en cuanto cerraron su defensa, especialmente agresiva, y pudieron desplegar su rápido contragolpe, rematado reiteradamente por una extraordinaria Eli Pinedo (19-16). Agarradas a la combatividad de Tatari, trataron de reaccionar (19-18), pero las españolas no perdieron la paciencia ni la efectividad y fueron manteniendo sus ventaja de dos y tres goles y acabaron ganando por 25-22. A falta de lanzamiento exterior, se dispararon con las paradas de Silvia Navarro e impusieron su rapidez y ritmo para alcanzar las semifinales y firmar la mejor clasificación olímpica de la selección femenina.