“¡Arriesgad, proponed, pelead por los temas en los que creéis, traed nuevas miradas...!”
La directora del diario, Pepa Bueno, da la bienvenida a los becarios del máster de EL PAÍS, que ya hacen las prácticas en diferentes secciones del periódico
Han aprendido a narrar qué ocurre de manera transversal; saben cómo contar una historia en texto, vídeo, audio y otras nuevas narrativas, y desde el 1 de septiembre las ponen en práctica. Apenas dos semanas han bastado a los alumnos de la 36 edición del máster de Periodismo UAM-EL PAÍS para tomarle el pulso a las diferentes redacciones de EL PAÍS, aunque también están ya en S Moda, la cadena SER y el diario AS en España y Latinoamérica. Tienen por delante un año de prácticas remuneradas en las plantillas de los principales medios del grupo PRISA y, estos días, ya se afanan en ayudar a los equipos a conocer nuevas formas de interpretar la realidad.
A buena parte de ellos les dio la bienvenida en Madrid el primer día la directora del periódico, Pepa Bueno, que celebró su incorporación y les conminó a ser proactivos en la búsqueda de historias. El rigor, seriedad y la institucionalidad, les contó, los da por sentados: “¡Arriesgad, proponed, pelead por los temas en los que creéis, traed nuevas miradas y formatos y sed propositivos!
No fue la única en recibir a la mayoría de los ya redactores en la sala de reuniones de la redacción del periódico en Madrid. Lo hicieron también el director de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS, Javier Moreno; los directores adjuntos del periódico Borja Echevarría y Claudi Pérez y el director de Comunicación, Pedro Zuazua, que los llenaron de consejos. “Sois periodistas a todos los efectos. Eso también implica una serie de responsabilidades; que no os acogoten”, les dijo Echevarría. “Sed humildes y ambiciosos. Os caerán muchos temas, pero tened iniciativa, buscad historias. Es lo más difícil y más bonito de este oficio, lo que os traerá más alegrías”, les alentó Pérez. “Nunca olvidéis la misión y valores del periódico. Los tenéis siempre a mano en El Libro de Estilo”, les aconsejó Zuazua, el director de Comunicación.
Hubo más invitaciones. En un contexto de inflación elevada y una época económica y socialmente convulsa, es el momento de leer el periódico de manera abierta, de no dejarse impresionar por la estructura de una redacción tan grande, de no olvidar la creatividad y de hasta alzar la voz si es necesario para defender los temas y miradas propias.
Así se ocupa estos días la redactora en prácticas Mariel Delgado (24 años, Madrid), que ya forma parte de la sección de Nacional, y celebra que sus jefes estén abiertos a temas enfocados a un público más joven. Tiene la mirada puesta en la llamada España vaciada, en la búsqueda de historias de los pueblos. “Me gustaría también poner el foco en otras ciudades que no sean Madrid, leo mucha prensa regional”, cuenta por teléfono mientras dice documentarse para un posible reportaje en Guadalajara.
Selina Bárcena (30 años, Amieva, Asturias) está metida en harina desde el principio en la sección de Economía. Ya ha hecho un reportaje sobre los parados de agosto con su compañero de beca Pierre Lomba, ha pisado ruedas de prensa y ha cubierto los primeros días de descuentos en el Metro y Cercanías de Madrid, entre otros pequeños temas. “Me gusta el ritmo del periodismo, ponerme al día. Las prácticas son un gran cambio con respecto al primer año de máster”.
En la misma línea se mueven Julio Daniel Delgado (32 años, Tenerife) y Anna Milton (27 años, Boston), que aprenden ya en las secciones de EL PAÍS Vídeo y S Moda, respectivamente. “Vídeo es la sección que lo cuenta todo. Para mí el valor de la imagen es mejor que un texto”, celebra Delgado, que se ocupa en pensar videoanálisis explicativos de cara al invierno. Milton, a quien siempre le interesó el periodismo y la escritura creativa, se fija especialmente en los temas sobre feminismo y salud mental. “No todo es moda. A las mujeres de diferentes edades les importa el bienestar, la salud y la cultura”, dice sobre la revista para mujeres de EL PAÍS. Tienen todavía todo un año por delante, y a todos les une el deseo de Milton: “Aprender todo lo posible”.
A unos 9.000 kilómetros de Madrid se encuentran los redactores Rodrigo Soriano (Yecla, Murcia, 24 años) y Daniel Alonso (24 años, Valladolid), que hacen sus prácticas en Ciudad de México, la principal redacción del periódico en América Latina. Cuentan que han necesitado unos días para adaptarse —”México DF no tiene nada que ver con Madrid”, apunta Soriano, que ha comenzado a escribir temas sobre la agenda política—. Los dos escriben prácticamente un tema al día, y piensan ya en algunos reportajes, como Soriano, que trabaja en el hilo conductor para contar los últimos datos publicados sobre el elevado analfabetismo del país. Alonso, mientras tanto, escribe sobre huracanes, desaparecidos y estudiantes universitarios. También piensa en el lector, muy diferente al de España: “No somos corresponsales, nosotros escribimos para los mexicanos, y eso me parece una de las cosas más complicadas y el mayor reto. Hay que empaparse de todo aquí”.
La 35 edición se despide en redes
Justo hace ahora un año, mientras los ahora becarios aprendían en la Escuela de Periodismo, la 35 promoción del máster iniciaba sus prácticas en los diferentes medios del grupo PRISA. Estas semanas, redactores como Paula Medina, Daniel Arribas, Cristina Morgado o Clara Angela Brascia se despedían en redes sociales de su paso por la redacción. Han hablado sobre la inflación y la guerra de Ucrania, han entrevistado a destacadas voces de la Cultura, han narrado el ascenso del tenista Carlos Alcaraz y otros grandes deportistas, y todos se van llenos de recuerdos y experiencias profesionales, pero también personales.
“No puedo explicar con palabras lo agradecida que estoy por las experiencias vividas y todas las personas que he conocido. Esta fase ha marcado un antes y un después, y aún no asimilo que se acabe”, decía en Twitter Cristina Delgado. “Gracias infinitas a todos los que me han acogido y enseñado algo durante este tiempo, que no son pocos”, apuntaba Arribas. “Decir que han sido dos años especiales no es suficiente. La gente en esta foto sabe lo que nos llevamos”, opinaba Brascia. Lo conocen bien los redactores de EL PAÍS, que los han acogido con los brazos abiertos. Os echaremos de menos.