La ministra Maya Fernández, ante la compra fallida de la casa de su abuelo Salvador Allende: “El proceso no fue bien llevado y eso lamento”
La nieta del líder de la Unidad Popular, copropietaria de la residencia que el Gobierno convertiría en un museo, dice “nunca ha habido traspaso” de recursos ni de la propiedad. Y que el legado del “presidente está en la historia”
La ministra de Defensa Maya Fernández Allende, una de las cuatro copropietarias de la casa de calle Guardia Vieja, ubicada en el municipio de Providencia, del exmandatario socialista Salvador Allende (1970-1973) y su esposa Hortensia Bussi, ha hablado por primera vez este miércoles de la compraventa fallida de la propiedad de la que el Gobierno de Gabriel Boric, que pretendía transformarla en museo, echó marcha atrás el viernes, apenas tres días después de anunciar el proyecto, por impedimentos legales y constitucionales. La nieta del líder de la Unidad Popular admitió que “el proceso no fue bien llevado, lo que lamento. Siempre uno tiene que hacer autocrítica respecto de los procedimientos” y agregó que “el legado del presidente [Allende] no está en la casa; está en la historia”.
Fernández, su hermano Alejandro y las dos hijas del exmandatario, la senadora socialista Isabel Allende Bussi y Carmen Paz Allende Bussi, son los cuatro herederos de la casa que el expresidente adquirió en 1953 y vivió junto a Hortensia Bussi hasta 1971, un año después de asumir en La Moneda. El Gobierno de Boric anunció el 31 de diciembre su adquisición —por 933 millones de pesos (unos 922.000 dólares)— junto a dos propiedades del expresidente democristiano Patricio Aylwin (1990-1994), para hacerlas museos. Pero sólo prosperó el segundo proyecto.
En un punto de prensa, la ministra de Defensa de Boric contó que, con miras a la venta, que la familia realizó un mandato a un abogado para que se hiciera cargo de los temas técnicos y legales. Y enfatizó que “el proceso no ha culminado”, que “la adquisición “no ocurrió” y que “no hubo traspaso de vivienda” “Quiero ser enfática en que nunca ha habido traspaso de recursos. Eso no ocurrió. Y de manera personal quiero decir que yo jamás, desde que murió mi madre y heredé lo que le correspondía a ella, con mi hermano, jamás he recibido un peso por esta casa”, añadió.
Fernández también señaló que como ministra “no podía estar involucrada en el proceso”, por lo que se dio el mandato a un abogado: “Nunca participé en reuniones porque no corresponde, como tampoco estuvo involucrado el equipo de Defensa”.
Fue el viernes 3 de enero que la Administración de izquierdas comunicó que “debido a la actual estructura de copropiedad de la comunidad de herederos del expresidente Allende, se ha determinado que no es posible concretar la adquisición de la residencia del exmandatario”. El lunes 6, en tanto, Boric pidió la renuncia de la ministra de Bienes Nacionales Marcela Sandoval, cartera que era parte clave del proceso de adquisición.
Pero la controversia sobre la compra de la casa de Guardia Vieja, que en los setenta en Chile era conocida como La Moneda chica pues Allende solía tener reuniones políticas allí, comenzó apenas el Gobierno dio a conocer el proyecto, debido a que Maya Ferndández y la senadora Allende, por sus cargos, no podían suscribir contratos con el Estado, en este caso, para vender la propiedad. Desde entonces la oposición ha cargado en contra de ambas y ha anunciado que recurrirá al Tribunal Constitucional (TC) para pedir el cese de sus puestos.
La de Maya Fernández es la tercera declaración pública que la familia del expresidente chileno entrega en 48 horas por la controversia que ha generado el caso de la propiedad de la calle Guardia Vieja. El lunes emitió un comunicado público y este martes, desde el Congreso en Valparaíso, y tras el anuncio de la oposición, en especial de los diputados del Partido Republicado, de la extrema derecha, de recurrir al Tribunal Constitucional, la senadora Allende dijo que “nunca esta familia se ha visto envuelta en negocios, en conflictos de intereses, en lucros, en negociados, ni en nada. Tenemos una dignidad que ha sido reconocida aquí y afuera”.