Alfredo Riquelme, historiador: “El proceso judicial ha mantenido a Jadue en la retina de la opinión pública, cuando es una figura política declinante”
El autor y exmilitante comunista sostiene que, durante esta primera semana de la formalización y prisión preventiva del alcalde de Recoleta, los altos dirigentes del partido han arrastrado al PC a la suerte de Jadue
El historiador Alfredo Riquelme (68 años, Boston, nacionalidad chilena) es un gran conocedor y estudioso de la historia larga del Partido Comunista chileno –del que fue militante hasta principios de los 80– y de su cultura política. En una semana marcada políticamente por la prisión preventiva al alcalde comunista del municipio de Recoleta, Daniel Jadue, en el marco de la investigación del caso farmacias populares, donde se lo investiga como autor de cinco delitos, Riquelme analiza el apoyo de los altos dirigentes del partido, donde se ha hablado de convicción política sobre su inocencia y se ha criticado la decisión de la justicia de dejarlo en prisión preventiva. En el caso que los tribunales lo declaren culpable, Riquelme –el autor de varios libros en torno a la imaginación revolucionaria y las conexiones entre la historia contemporánea de Chile y la política mundial– no descartaría que la distancia que hoy han asumido los liderazgos comunistas en el Gobierno de Gabriel Boric se convirtiese en la del partido.
Pregunta. ¿Qué tan inédito es que una importante figura del Partido Comunista chileno quede arrestado por delitos como los que se le imputan a Daniel Jadue?
Respuesta. La prisión preventiva durante años ha afectado transversalmente a los partidos políticos del país, del continente y del mundo, con más frecuencia de la que quisiéramos ver, porque figuras de todo el espectro ideológico han incurrido en malas prácticas que han terminado en los tribunales para establecer si éstas son constitutivas de delito. En este sentido, el caso del alcalde de Recoleta no tiene nada de inédito.
P. ¿Quién es Jadue dentro del PC?
R. El arquitecto y sociólogo fue el precandidato presidencial de su partido en 2021, posición que alcanzó por la entonces apreciada gestión edilicia en Recoleta. Tras su contundente derrota en las primarias ante Boric, su proyección nacional ha ido declinando al igual que la valoración de su administración municipal, mientras ha enfrentado una ya larga investigación judicial. Aun así, ha conservado cierto ascendiente dentro del PC y en otros segmentos de la izquierda, así como respaldos internacionales en la esfera bolivariana, los que se han hecho sentir con cierta estridencia frente a su formalización y prisión preventiva. En este sentido, ha ocurrido algo paradójico: la exposición mediática de la que ha sido objeto a raíz del proceso judicial ha mantenido en la retina de la opinión pública a una figura política en varios sentidos declinante.
P. ¿Es Jadue una figura que divide dentro del PC chileno o las diferencias en torno a él son más bien en lo público y finalmente todos lo apoyan?
R. Pese a que la formalización y la prisión preventiva han conmovido a su partido, este episodio y los que pueden venir en el marco de este caso, no amenazan la cohesión política del PC. Una cohesión que ya no es sinónimo de unanimidad, porque hace muchos años que ha dejado de ser la entidad monolítica que alguna vez pareció ser. Las diferencias se expresan también desde los dirigentes que no sólo creen en su inocencia, sino que además acusan destempladamente una persecución política. Por otra parte, las figuras del partido que integran el Gabinete ministerial [la portavoz Camila Vallejo, la ministra del Trabajo Jeannette Jara] o quien preside la Cámara [Karol Cariola], desde sus roles institucionales expresan su confianza en el funcionamiento de las instituciones. Entre unos y otros, el PC como tal expresa su convicción en la inocencia del alcalde y se manifiesta en su favor en el entorno de los tribunales y de la cárcel; pero se cuida de sumarse a las acusaciones de persecución política que implicarían un grave cuestionamiento de la institucionalidad judicial del país.
P. ¿Es la generación más joven la más distante, como la ministra Vallejo y la diputada Kariola?
R. Las cercanías y distancias hacia el alcalde formalizado no son sólo generacionales. Lo que sí es evidente es que los respaldos más cerrados y los más estridentes han provenido de las generaciones comunistas anteriores a la del propio Jadue. Mientras que las figuras del PC más influyentes y de mayor proyección nacional, las que han accedido a altas responsabilidades en los poderes del Estado, y que son más jóvenes, como la ministra Vallejo o la presidenta de la Cámara, han marcado con sobriedad su distancia.
P. ¿Qué le parece la actuación del PC en todo el caso?
R. Considerando los matices mencionados, creo que la posición institucional del partido manifestada por su presidente y su comité central, de afirmar la convicción política de la inocencia del alcalde Jadue y de encabezar manifestaciones en su favor, puede tener un alto costo para el partido ante la opinión pública e incluso en su propio electorado si finalmente el proceso judicial establece su culpabilidad en los delitos que se le imputan.
P. ¿No cree que los altos dirigentes del partido han arrastrado al PC a la suerte de Jadue?
R. Durante esta primera semana de la formalización y prisión preventiva del edil, así ha sido. Sin embargo, tengo grandes dudas acerca de la sostenibilidad de esta defensa corporativa si en el curso del proceso judicial las pruebas contra el imputado condujeran a su culpabilidad. Si este escenario se vuelve todavía más previsible, no descartaría que la distancia que hoy han asumido los liderazgos comunistas en el Estado se convirtiese en la del partido.
P. ¿Cómo entender al PC y a su presidente, Lautaro Carmona?
R. Creo que la primacía hasta ahora de una férrea solidaridad con el alcalde imputado obedece a un reflejo propio de cualquier comunidad que a lo largo de su historia ha sufrido persecuciones terribles, cuando uno de los suyos sufre una situación de privación de libertad, aunque ahora no obedezca a ninguna persecución política y, en cambio, sea el resultado de un proceso judicial en el marco del derecho y orientado a restablecerlo en lo que haya sido quebrantado. También creo que esta defensa corporativa puede tener un componente más prosaico: la corriente bolivariana en la que se inscribe Jadue dentro del PC forma parte de la base de sustentación de la actual dirección del PC, encabezada por Lautaro Carmona y Bárbara Figueroa, la que puede ser ratificada o cambiada en un congreso partidario recientemente convocado.
P. ¿Qué rol juega Jadue dentro de la corriente bolivariana?
R. Es una de las figuras del PC de Chile más activas en las redes políticas internacionales bolivarianas, lo que se ha expresado en declaraciones como las del partido de Gobierno venezolano, que ha superado a todas las que conozco en torno a este caso en estridencia y descalificación de la institucionalidad judicial chilena. Ahora, los vínculos entre el PC de nuestro país y esas redes, y sobre todo con el régimen de Maduro, se están convirtiendo ya en un problema que puede afectarlo aún más que el caso Jadue, en la medida que la investigación judicial en torno al caso del oficial disidente venezolano Ronald Ojeda, secuestrado, torturado y asesinado en Chile, siga avanzando en establecer la verdad. Las destempladas e inverosímiles declaraciones del fiscal venezolano, que han motivado una nota de protesta de Chile, son indicios de un curso de colisión entre el régimen venezolano y el Gobierno chileno que debería llevar al PC de nuestro país a reconsiderar su valoración de esa dictadura y de sus nexos con ella.
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