Desafío Levantemos Chile estima que la reconstrucción de viviendas tras los incendios puede tardar hasta cinco años
Ignacio Serrano, director ejecutivo de la ONG, organización que ha colaborado en 24 emergencias desde 2010, dice que, para que la recuperación se acorte a dos años, será clave el trabajo en alianzas
Tras los incendios forestales que afectaron a la zona centro-sur de Chile hace casi dos semanas, en particular a la Región de Valparaíso, y que han dejado hasta ahora 132 personas fallecidas, han comenzado las tareas de reconstrucción. Una de las ONG que está colaborando en ello es Desafío Levantemos Chile, una de las más grandes iniciativas de la sociedad civil para apoyar en las emergencias y que el martes, en un programa online, logró recaudar 6.208 millones de pesos chilenos (unos 6,4 millone...
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Tras los incendios forestales que afectaron a la zona centro-sur de Chile hace casi dos semanas, en particular a la Región de Valparaíso, y que han dejado hasta ahora 132 personas fallecidas, han comenzado las tareas de reconstrucción. Una de las ONG que está colaborando en ello es Desafío Levantemos Chile, una de las más grandes iniciativas de la sociedad civil para apoyar en las emergencias y que el martes, en un programa online, logró recaudar 6.208 millones de pesos chilenos (unos 6,4 millones de dólares) para las familias afectadas.
La ONG nació de la mano de Felipe Cubillos, empresario y velerista chileno que tras el sismo y maremoto de 2010 decidió ponerse a disposición de la reconstrucción y crear esta organización que ya ha participado en 24 de los desastres que ha enfrentado Chile en los últimos 13 años. Aunque Cubillos murió el 2 de septiembre de 2011 en un accidente aéreo en el archipiélago Juan Fernández, que le costó también la vida a otras 20 personas, su trabajo ha seguido creciendo con los años. Su sucesor es el ingeniero comercial Ignacio Serrano, quien lideró la campaña de recaudación de fondos, y que estos últimos días ha estado entre Santiago y Viña del Mar, en el epicentro de la catástrofe.
Para Serrano, de todas las emergencias que le ha tocado ver desde que está en la ONG, a la que entró en 2018, la que más le ha impactado son los últimos incendios que concentraron su destrucción en sectores en altura como Achupallas y El Olivar, en Viña del Mar, además de poblaciones de la ciudad de Quilpué. “Estamos tratando de recuperar lo material, pero se perdieron muchas vidas”, dice.
El ingeniero comercial asegura que la de los incendios “es una recuperación que puede ir para largo”. Y, según sus cálculos y experiencia, “si vamos a ritmos normales, la reconstrucción podría tomar hasta cinco años. Pero, si lo hacemos bien y trabajamos ahora –esto requiere también una gran inversión pública del Estado–, podría lograrse en dos años la recuperación de vivienda. Estamos tratando de colaborar y queremos que esto comience lo antes posible”.
En su diagnóstico, Serrano dice que esta tragedia supera a los daños provocados por otros grandes incendios que ha sufrido Chile. Su explicación está en que esta vez las llamas alcanzaron zonas urbanas de la región. “Valparaíso es muy poblado, lleno de cerros con poca regulación en materia de construcción. También hay lugares con tomas, malos accesos, senderos que separan a las casas. Esa sobrepoblación genera problemas de evacuación cuando hay emergencias”, comenta a El PAÍS.
Por la magnitud de la tragedia, el Gobierno del presidente Gabriel Boric, que ha catalogado los incendios como la peor catástrofe desde el terremoto y maremoto de 2010, ha ido entregando cifras preliminares de las viviendas dañadas. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) calcula, por ahora, que son entre 7.000 y 12.000, de acuerdo con información que ha ido recopilando tanto a través del vuelo de drones en la Región de Valparaíso como de datos del Servicio de Impuestos Internos (SII). Sin embargo, entre los cientos de casas quemadas, muchas de ellas no tienen registro de propiedad, por lo que el número sigue abierto.
“Al pensar en los incendios grandes experimentados en Chile en los años anteriores, el número de inmuebles dañados fue menor”, dice Serrano. “Creemos en la colaboración público-privada. Desde las ONG tenemos agilidad, sentido de urgencia, que el Gobierno difícil que pueda lograr por todas las trabas burocráticas para tomar decisiones e invertir recursos. Por eso es importante un trabajo en conjunto”, añade.
Nuevos desafíos ante el cambio climático
De acuerdo con los resultados de la emergencia en Valparaíso, Serrano señala que aún falta mayor capacitación en materia de desastres en Chile. “Es difícil estar preparado cuando hay incendios con múltiples focos y ciertas características climáticas. Pero, en términos de preparación de la población, de evacuar a tiempo, generalmente todavía se espera hasta el último minuto”.
Considera que es urgente duplicar esfuerzos para afrontar posibles tragedias en el futuro. “El cambio climático nos ha puesto nuevos desafíos para enfrentar emergencias. Antes no era común que todos los veranos hubiera incendios tan devastadores. Pero ahora ya nos pasó en 2022, en 2023 y 2024, varios años seguidos. En 2023 fue en el sur de Chile, y ahora en el centro del país”.
Explica que, de momento, los incendios forestales en el sur del país han estado más contenidos este año debido a la colaboración con empresas privadas, específicamente del rubro forestal. “Se ha invertido en equipos y coordinación en la zona: preparando cuadrillas que apaguen rápidamente incendios y también coordinando con el Estado tanto en el uso de equipos como en la llegada de brigadas. Eso ya dio resultados este año. Lamentablemente, también hay intencionalidad en muchos incendios y, si a eso le mezclamos el cambio climático, enfrentarlos se convierte en una labor no menor”.
La posible intencionalidad en el inicio del fuego en la Región de Valparaíso hoy es materia de investigación de la Fiscalía chilena. Este jueves, el presidente Boric, en la conmemoración de Día Nacional de las y los Brigadistas Forestales, recordó que la gran mayoría de los incendios “son provocados por causa humana, muchos de ellos por negligencia, por torpeza y permítanme decirlo, por estupidez”. Y, sobre los autores, agregó: “Debemos encontrarlos, debemos perseguirlos y debemos meterlos tras las rejas. El daño que causan, como hemos visto en incendios a lo largo de nuestro país, es brutal y no pueden quedar en la impunidad”.
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