Niñez: la voz silenciada en la propuesta constitucional

El texto que se plebiscitará el domingo arriesga nuevamente que niñeces y adolescencias no sean reconocidos como sujetos de derecho

Una niña espera junto a una casilla mientras su madre vota, en la ciudad de Osorno, durante el plebiscito constitucional de septiembre de 2022.NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)

Mis padres nos contaban que, cuando eran pequeños, no podían hablar a la hora de almuerzo y en el internado donde estudiaban, pasaban otras tantas horas en silencio como parte de su formación. Mis hijos fueron criados en un espacio de diálogo, no exento de polémicas, sobre hasta dónde llegaban sus derechos, deberes y autonomía: uno de ellos quería un año sabático en el Tercero Medio, el que fue negado.

En una conversación con una e...

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Mis padres nos contaban que, cuando eran pequeños, no podían hablar a la hora de almuerzo y en el internado donde estudiaban, pasaban otras tantas horas en silencio como parte de su formación. Mis hijos fueron criados en un espacio de diálogo, no exento de polémicas, sobre hasta dónde llegaban sus derechos, deberes y autonomía: uno de ellos quería un año sabático en el Tercero Medio, el que fue negado.

En una conversación con una exdiputada, me relató que cuando visitó uno de los Centros de Reparación Especializada de Administración Directa del Servicio Nacional de Menores, una niña le entregó un papel pequeño que decía: “Tía, sáqueme de aquí”. Sin duda alguna, tenemos una dolorosa deuda que no ha sido saldada y donde los derechos de niños, niñas y adolescentes siguen siendo vulnerados.

En otro lugar y momento de 2022, un total de 199 niños, niñas y adolescentes, representativos de la diversidad que existe en Chile, participaron en los diálogos que dieron origen al libro Voces de NNA para el proceso constituyente. En él aportaron en temas tan diversos como género, salud, migración, educación, vivienda y crisis climática, entre otros. Posteriormente, un grupo presentó sus aportes a las diferentes comisiones de la Convención Constitucional.

Al leer la nueva propuesta de 2023 concluyo que hay una arraigada visión adultocéntrica, la ausencia de un enfoque de derechos y, en la forma, un lenguaje ausente de inclusión en cuanto al género.

En el artículo 14, el nuevo texto plantea definiciones erradas sobre el interés superior del niño, dejando su resguardo solo a la familia, sin considerar el rol fundamental del Estado en su protección, cumplimiento y respeto a sus derechos.

El texto aprobado en septiembre de este año por el Consejo Constitucional, que recibió a su vez modificaciones por parte del Comité de Expertos, nos muestra que arriesgamos nuevamente que niñeces y adolescencias no sean reconocidos como sujetos de derecho.

La autonomía progresiva de ellas y ellos, que se entiende como su capacidad para ejercer sus derechos en la medida que se desarrollan mental y físicamente, se desconoce en el artículo 16- N°13, que aborda el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.

¿Qué plantea respecto a niños, niñas y adolescentes migrantes? Con esta propuesta se deja en evidencia que podrían ser expulsados del país, a pesar de lo que indica la Ley 21.430, sobre garantías de protección integral de los derechos de la niñez y adolescencia, vigente desde marzo del 2022, en su artículo 19 sobre el principio de inclusión: “Los niños, niñas y adolescentes extranjeros que se encuentren en territorio chileno, con independencia de su situación administrativa, deben disfrutar de los mismos derechos que los niños, niñas y adolescentes nacionales”.

No menciono en detalle el rechazo a las enmiendas que aseguraban un piso mínimo de participación en diferentes instancias y de adolescentes mayores de 16 años en elecciones. Tengo la total convicción que este nuevo texto no conversa con la Convención de Derechos del Niño ratificada en 1990 ni con la Ley 21.430 dejando a niños, niñas y adolescentes. Los deja como personas sin capacidad alguna de ejercitar sus derechos e invisibilizados en sus demandas.

Silenciar las voces es parte de otro tiempo en Chile. Un nuevo pacto social y una nueva Constitución deben unir todas las voces en diálogo constructivo y maduro. Niños, niñas y adolescentes van formando su pensamiento crítico, expresando ideas y construyendo nuevos relatos para explorar el mundo que incluye a dragones y princesas en Juegos de Tronos, a Rosalía y Bad Bunny y donde sus derechos y voces se conviertan en el nuevo y mejor cimiento para el futuro que merecen.

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