El expresidente Eduardo Frei, a favor de la nueva Constitución de Chile: “No es un voto por la extrema derecha”

El democristiano se ha diferenciado de la opinión de su partido y ha dicho que Chile debe “cerrar esta etapa”. También se ha desmarcado de los exgobernantes de la Concertación, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, que votarán en contra

El expresidente chileno Eduardo Frei vota durante unas elecciones municipales en la ciudad de Osorno, en una imagen de archivo.NurPhoto (via Getty Images)

Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el expresidente democristiano que gobernó Chile entre 1994 y 2000, ha anunciado su voto a favor de la propuesta de nueva Constitución que será plebiscitada el próximo 17 de diciembre y que, en el Consejo Constitucional, solo contó con los votos de la derechas. Es una posición que contrasta con la del Partido Demócrata Cristiano, de la centroizquierda pero que no es parte del ...

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Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el expresidente democristiano que gobernó Chile entre 1994 y 2000, ha anunciado su voto a favor de la propuesta de nueva Constitución que será plebiscitada el próximo 17 de diciembre y que, en el Consejo Constitucional, solo contó con los votos de la derechas. Es una posición que contrasta con la del Partido Demócrata Cristiano, de la centroizquierda pero que no es parte del oficialismo del mandatario de izquierdas Gabriel Boric, que resolvió rechazar el texto por un 92% en una asamblea interna a comienzos de noviembre.

Frei, ingeniero civil de 81 años, fue parte de la exConcertación, la coalición de centroizquierda que gobernó Chile entre 1990 y 2000. Con su opción, es el único de los tres exmandatarios de ese conglomerado que ha decidido apoyar la nueva Constitución. Los expresidentes socialistas Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010, 2014-2018), en cambio, han manifestado que votarán En contra: han coincidido en que la propuesta no cohesiona a Chile. El exgobernante de la derecha tradicional, Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022), la aprobará.

En un comunicado emitido este miércoles, Frei Ruiz-Tagle dijo que “lamento que, al igual que en la vez anterior, el texto no sea fruto de un alto grado de consenso, sino más bien de la imposición de una mayoría circunstancial. Es un fracaso para Chile, pues refleja nuestra persistente incapacidad para entendernos y lograr acuerdos. Pero hay que tomar la decisión mirando el conjunto y balanceando sus aspectos, positivos y negativos. Votaré a favor y que se entienda bien, este no es un voto por la extrema derecha ni por sus ideas. Es un voto que se funda en mi convencimiento de que debemos cerrar esta etapa, recuperar la estabilidad perdida. No podemos darnos el lujo de volver a cometer los mismos errores por tercera vez”.

Y agregó: “Sé que habrá algunos que criticarán mi decisión, pues ese es un rasgo de los tiempos de intolerancia en que vivimos. Sin embargo, a mis 81 años tengo muy claro lo que considero correcto y mi visión de país está libre de todo cálculo político o electoral. Votaré a favor con total tranquilidad, pues creo que es lo mejor para nuestro país”.

El democristiano reconoció que “hay disposiciones que son un retroceso respecto a nuestra legislación vigente, por lo que espero pronto existan las condiciones para que esas normas sean corregidas”. “Hago un llamado a las fuerzas progresistas a mantener el aborto en tres causales, ya que esa es una conquista de las mujeres que debemos defender”, dijo en referencia a la norma que contiene el texto, y que impulsó el Partido Republicano, de la extrema derecha y que tenía el control del Consejo Constitucional, con 22 de los 50 asientos, que cambió la frase de la Constitución actual, “la ley protege la vida del que está por nacer” por “la ley protege la vida de quien está por nacer”. Ha sido una modificación que para la centroizquierda podría colisionar con la ley que permite la interrupción del embarazo en caso de violación, inviabilidad fetal y riesgo de la vida de la madre.

“Necesitamos abocarnos a los graves problemas que hoy nos aquejan y que tienen estancado nuestro desarrollo como el nulo crecimiento, el desborde de la delincuencia, las bajas pensiones, el alza permanente del costo de la vida y el deficiente acceso a la vivienda, a la salud y a una educación de calidad. Este proceso ha durado demasiado tiempo y si no lo terminamos ahora, no faltarán quienes buscarán persistir en un tercer intento, lo que podría convertir la búsqueda de una nueva Constitución en una sucesión inagotable de convenciones y consejos que le haría mucho daño al país”, ha dicho Frei.

Este es el segundo intento de Chile de cambiar la Constitución vigente que, aunque nació en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), ha sido reformada más de 60 veces en democracia. En septiembre de 2022, el 62% de la ciudadanía —tal como Frei— rechazó en un referéndum la Carta Fundamental que propuso una convención con mayoría de izquierdas, mientras que el texto que será plebiscitado en diciembre, al contrario, solo fue respaldado por consejeros de las derechas, que tenían 33 de los 50 asientos del Consejo Constitucional. De ellos, 22 del Partido Republicano, de la extrema derecha, que lidera el excandidato presidencial José Antonio Kast. La colectividad impulsó varias normas, que apoyó la derecha tradicional, que el oficialismo ha considerado como conservadoras e identitarias.

Tras conocer la opinión del exmandatario, el presidente de la Democracia Cristiana, el diputado Alberto Undurraga, recordó que la posición En contra ante la nueva Constitución que asumió la Junta Nacional de la colectividad fue “porque es lo mejor para Chile”. “La, decisión fue tomada por el 92% de nuestros dirigentes y dirigentas después de recibir un informe unánime de nuestros constitucionalistas”. “Para nosotros, los aspectos negativos reconocidos por el expresidente Frei en su declaración fueron motivo suficiente para estar en contra: un texto que tiene retrocesos respecto a nuestra legislación vigente”.

En el proceso, la Democracia Cristiana tuvo dos integrantes. Una de ellas fue Alejandra Krauss, parte de la Comisión Experta que elaboró un anteproyecto que envió al Consejo Constitucional. La abogada fue una de las primeras en adelantar que votaría en contra.

Desde la oposición han aplaudido el anuncio de Frei. La alcalde de Providencia, Evelyn Matthei, la principal figura política de la derecha tradicional, ha señalo que “la declaración del Presidente Frei nos interpreta a muchos. Comparto con él ese miedo en que algunos constantemente buscarán persistir, de cualquier modo, con el tema constitucional, pudiendo provocar mucho daño al país. Pero sobre todo, valoro y agradezco su convencimiento y su sinceridad. Coincido con él que, no sin reparos, tenemos un texto con visión de futuro y que podría ser el camino para recuperar la estabilidad perdida en Chile”.

También ha aplaudido a Frei el presidente de Renovación Nacional, el senador Rodrigo Galilea, de la derecha tradicional: “Nosotros valoramos desde RN su postura y nos parece muy correcto lo que ha señalado, porque es muy coincidente con lo que ha dicho RN: aprobar esta propuesta es mirar hacia el futuro, es dar por superado una disputa que lleva demasiado tiempo. La propuesta tiene cuestiones muy relevantes hacia el futuro del país: reforma correctamente el sistema político, incorpora instituciones como la agencia anticorrupción, la sala cuna universal y una Defensoría de las víctimas. Nos permite mirar el futuro del país con una cara de optimismo”.

A menos de un mes para el plebiscito, la mayoría de los sondeos de opinión pública en Chile pronostican un nuevo fiasco para la institucionalidad chilena, pues el En contra ha aparecido en los sondeos como la principal opción. De acuerdo al pronóstico Pulso Ciudadano de Activa, un 66,3% estará por rechazar y un 33,7% por aprobar.

Este segundo intento constitucional además no ha generado ni confianza ni interés en los chilenos. El lunes 20, la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), ha revelado que un 53% de los chilenos no ha decidido qué votar en el referéndum y que un 47% evalúa “mal o muy mal” el proceso.


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