Chile resiente que el laboratorio chino Sinovac desista de una inversión de 100 millones de dólares

Era una inversión de 100 millones de dólares, la oportunidad de tener una planta de llenado de vacunas del laboratorio chino Sinovac Biotech en el popular municipio de Quilicura, en Santiago, para distribuir a Latinoamérica desde Chile. Además, un centro de innovación y desarrollo de clase mundial en Antofagasta. Pero todo eso quedó en nada. El pasado viernes, justo cuando el presidente de izquierdas de Chile, Gabriel Boric, regresaba de una visita de E...

Era una inversión de 100 millones de dólares, la oportunidad de tener una planta de llenado de vacunas del laboratorio chino Sinovac Biotech en el popular municipio de Quilicura, en Santiago, para distribuir a Latinoamérica desde Chile. Además, un centro de innovación y desarrollo de clase mundial en Antofagasta. Pero todo eso quedó en nada. El pasado viernes, justo cuando el presidente de izquierdas de Chile, Gabriel Boric, regresaba de una visita de Estado a China, su ministra de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, anunció que Sinovac no concretaría las iniciativas. Ese mismo día, la empresa china, a través de un comunicado, informó que la decisión de no prosperar con el centro de investigación había sido anunciada en mayo de 2022 al Gobierno, luego de determinar que el terreno puesto a disposición por el ministerio de Bienes Nacionales chileno en el sector de La Portada en Antofagasta no reunía las condiciones necesarias.

“Hicimos un análisis técnico del terreno ofrecido y no cumple las características para ser un centro de investigaciones”, explicó la compañía asiática. Y agregó que, entre otras razones, aquello se debió “al acceso del terreno a servicios como agua potable”.

Respecto de la planta de llenado de Quilicura, en la capital, la empresa señaló que “la rápida evolución de la pandemia y la disminución en la demanda de vacunas contra el Covid-19 generaron un cambio importante en las condiciones del mercado. En razón de lo anterior, Sinovac Chile tomó la decisión comercial de priorizar la importación y comercialización de productos elaborados en China, dejando para una etapa posterior la posibilidad de generar producción local”. Y añadió: “La decisión de cambiar las prioridades de la empresa es una decisión estrictamente comercial”.

La inversión de Sinovac Biotech en el país sudamericano había sido anunciada en medio de la pandemia de Covid-19 durante el Gobierno de derecha de Sebastián Piñera (2018-2022). La relación del laboratorio con Chile se desarrolló debido a los vínculos entre Alexis Kalergis –profesor de la Universidad Católica y director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia y uno de los creadores de la vacuna contra el virus sincicial–, con el laboratorio chino. El académico sirvió de nexo entre el Gobierno de Chile para la compra de vacunas a Sinovac. Fueron esas conversaciones las que derivaron en el interés de la empresa asiática de construir una planta de llenado y avanzar en la evaluación de un plan para levantar un centro de investigación.

Por lo mismo, la noticia cayó como un balde de agua fría en el sector de la salud y la ciencia y en particular, entre las exautoridades de la anterior Administración. El exministro de Salud de Piñera, Enrique Paris, dijo al medio Ex Ante, que “se ha perdido una oportunidad importante. Faltó visión de Estado”. Mientras que su antecesor en esa cartera, Jaime Mañalich, responsabilizó al actual Gobierno de la decisión. “Perdimos este proyecto por desidia. Chile se demoró [se tardó], no contestó, sabíamos desde mayo de 2022 que el expresidente colombiano, Iván Duque, se acercó a negociar directamente con ellos cuando vio esto, y los chinos tomaron la decisión ante la no viabilidad y falta de respuesta chilena”, dijo Mañalich.

Sinovac anunció en abril de 2023 la firma de un convenio con el Gobierno de Colombia y la Ciudad de Bogotá para la elaboración conjunta de una planta de producción de vacunas en la capital colombiana. Sin embargo, según el comunicado de la empresa, “el proyecto de Bogotá es completamente independiente de los proyectos que Sinovac tiene en Chile. Es parte del proyecto regional de Sinovac en América Latina, y no entorpece ni afecta la permanencia de la empresa en el país”.

Las explicaciones de los ministros chilenos involucrados en el proyecto no han dejado satisfechos a los críticos de la decisión de Sinovac. La ministra de Ciencias argumentó el viernes que lo decisivo para el laboratorio habría sido el tamaño del mercado chileno, lo que fue puesto en duda por personas que conocían de las conversaciones, porque se trataba de una planta para exportar vacunas.

Por su parte, el ministro de Economía, Nicolás Grau, explicó este martes en una entrevista radial que la determinación de no prosperar con la planta de Antofagasta era un tema ya zanjado en 2022 y que en sus reuniones con la empresa nunca se habló del centro de investigación, sino de la planta de llenado de vacunas. Sobre ese punto, el secretario de Estado indicó que las conversaciones que sostuvo con el laboratorio “eran sobre potenciales subsidios y el hecho de garantizar un nivel de consumo de esas vacunas, lo que nos habría quitado diversificación de vacunas”. “Siempre en las reuniones uno busca que se concreten las inversiones, pero en general nosotros no hacemos subsidios de esa naturaleza o limitar la diversificación de nuestra estrategia de vacunas”, agregó.

Las palabras del ministro fueron negadas por la empresa farmacéutica, que dijo que “los diálogos con el Gobierno han ido en la línea de buscar alternativas similares que estén en conformidad con la regulación chilena y que vayan en beneficio de la salud pública”. Y aclaró que “los términos subsidios y vacunas garantizadas, no fueron los correctos para describir el trabajo propuesto por Sinovac”.

Las reuniones de lobby

Según la plataforma Ley de Lobby, que registra las diversas reuniones de empresas con autoridades de Gobierno, el laboratorio chino venía alertando a la actual Administración desde hace meses de los problemas que enfrentaban para concretar sus inversiones en Chile. En una reunión con el ministro Grau, realizada en noviembre de 2022, los ejecutivos de Sinovac plantearon las dificultades experimentadas por la empresa en Chile para llevar adelante “su inversión de alta tecnología, particularmente para la instalación de capacidades de producción de vacunas”. “Creemos que nuestra experiencia puede servir para el diseño de políticas públicas reinversión en industrias tecnológicas. También, quisiéramos compartir nuestra experiencia con políticas implementadas en otros países de Latam, que pueden ser un referente interesante”, explicaron en esa oportunidad.

Pero ya meses antes, Sinovac ya había manifestado su preocupación por las condiciones del país sudamericano para levantar su planta. El 25 de marzo de 2022, el laboratorio se reunió con el municipio de Quilicura, ante el que planteó su preocupación por la seguridad y la limpieza de barrio donde estaría ubicada su fábrica.

La minuta de esa reunión señala que los temas a tratar fueron “los desafíos de gestión de basura ilegal que debemos enfrentar en los alrededores de nuestra planta, la precariedad de los accesos públicos, y conocer mecanismos que puedan existir en la comuna para coordinarnos con las instituciones pertinentes para temas de seguridad que prevemos podrían presentarse en el futuro”.

Asimismo, los problemas de seguridad fueron planteados por Sinovac al jefe del Programa de Orden Público y Seguridad de la Región Metropolitana, René Martínez, el 10 de mayo del mismo año, cuando la empresa aseguró: “Nos interesa conversar con la delegada la situación de seguridad y delincuencia que se vive en la comuna de Quilicura”.

El terreno que el laboratorio desechó

En agosto de 2021, el Gobierno de Piñera, a través del ministerio de Bienes Nacionales, puso a disposición de Sinovac una cartera de terrenos ubicados en Antofagasta, en el norte, para materializar el centro de innovación y desarrollo de vacunas que permitiría a Chile unir fuerzas con científicos chinos la investigación de inmunizaciones para diferentes enfermedades. El elegido fue uno ubicado en el sector de La Portada, pero cuyas características debían ser evaluadas por los ejecutivos chinos. Desde un primer momento, los requerimientos eran que tuviera al menos 20.000 metros cuadrados, la posibilidad de construir 6.500 metros cuadrados, que estuviera cerca de un aeropuerto y que fuera de uso industrial. Sin embargo, a los chinos les llamó la atención que el terreno no estuviera urbanizado, es decir, no contaba con alcantarillado, electricidad, ni agua potable.

No pasaron muchos meses hasta que el proyecto fue desechado. Es una decisión que se tomó en mayo de 2022, según consta en el comunicado entregado el viernes pasado por la empresa. Sin embargo, llama la atención que no se hayan buscado nuevas alternativas. Lo que se conoce apunta a que la solicitud de concesión de ese terreno nunca fue formalizada y que no habrían existido nuevas conversaciones en la línea de buscar otras opciones. Es parte de los antecedentes que está recabando el Gobierno para desentrañar la trama que dejó la millonaria inversión de Sinovac fuera del país. Por lo pronto, hoy miércoles están citados a la Comisión de Ciencias de la Cámara de Diputados, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, junto a sus pares de Ciencia y Economía para intentar explicar qué fue lo que falló.

“Es algo irrecuperable en términos de investigación y desarrollo para Chile. Nunca fue el tema del mercado, eran las relaciones de investigación y desarrollo y la posibilidad de exportar las vacunas lo que buscaba este proyecto. Se han farreado una oportunidad que muy pocas hemos tenido en Chile”, plantea el diputado José Miguel Castro, del partido Renovación Nacional, de la derecha tradicional, que fue parte de las tratativas cuando Sinovac anunció sus planes de invertir en Chile.

Por su parte, el doctor Alexis Kalergis, colaborador de Sinovac en Chile, señala que el desarrollo de vacunas a nivel local resulta clave para avanzar “en soberanía sanitaria, contribuir al desarrollo económico del país, fomentar la colaboración entre la industria y las universidades y mejorar la salud pública y el bienestar de la población”. En ese sentido, agregó que los proyectos de Sinovac son muy relevantes, pero como se trata de iniciativas complejas, “requieren la hélice cuádruple: Estado, ciudadanía, academia y privados.”

Desde el Gobierno, en todo caso, no dan por cerrada la opción de que se retomen las conversaciones con la compañía asiática. “No hay ninguna razón para que esto sea una decisión totalmente cerrada, este es un tema dinámico”, planteó el ministro Grau, que ayer por la mañana volvió a reunirse con ejecutivos de la farmacéutica.