Mario Marcel, sobre el pacto fiscal: “Hoy en Chile hay un temor a aparecer como dialogante”

En plenas negociaciones para un acuerdo fiscal, el ministro de Hacienda chileno dice que una Constitución aprobada por la gran mayoría “daría un empujón importante a la sociedad y a la economía”

El ministro de Hacienda chileno, Mario Marcel, en su despacho ubicado a un costado del palacio de Gobierno.Cristobal Venegas

A mediados de agosto, el ministro de Hacienda chileno, Mario Marcel, realizó una gira al sur de Chile junto a su par de la cartera de Trabajo, Jeannette Jara. Recorrieron nueve ciudades para dar a conocer la propuesta de reforma de pensiones y los alcances del Pacto Fiscal. La expe...

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A mediados de agosto, el ministro de Hacienda chileno, Mario Marcel, realizó una gira al sur de Chile junto a su par de la cartera de Trabajo, Jeannette Jara. Recorrieron nueve ciudades para dar a conocer la propuesta de reforma de pensiones y los alcances del Pacto Fiscal. La experiencia marcó al jefe de las Finanzas públicas de Chile, que, por su trabajo diario, pocas veces se mueve fuera de la capital o de Valparaíso, la ciudad donde se ubica la sede del Parlamento. Marcel dice que lo sorprendió la cantidad de proyectos de inversión y de innovaciones que hay en las regiones del país, las que muchas veces no cuentan con el financiamiento suficiente para concretarse. Por eso, uno de sus mensajes clave en el recorrido fue dar a conocer los alcances del proyecto del royalty minero, promulgado el 3 de agosto, que destinará unos 450 millones de dólares al desarrollo regional. Es uno de los pocos logros que ha tenido en el Parlamento la cartera de Hacienda en los 17 meses de Gobierno de Gabriel Boric. Tanto la reforma de pensiones, como la tributaria –hoy llamado pacto fiscal–, se han encontrado con obstáculos que hasta hoy impiden alcanzar acuerdos.

Pregunta. ¿Cómo evalúa la recepción que ha tenido hasta ahora el pacto fiscal que se anunció al principio de agosto?

Respuesta. Ha habido una respuesta en general positiva al esfuerzo que se estaba haciendo en darle una visión más comprensiva de los temas que inciden sobre el espacio fiscal, incluyendo los de reforma al Estado, de crecimiento. Es una buena oportunidad de tener esto integrado a una agenda, ayuda a darle mayor consistencia, proyección y seguridad.

P. ¿Se equivocó en su estrategia inicial de presentar la reforma tributaria como un proyecto único sin incorporar estos aspectos, cuando fue rechazada en el Parlamento en marzo pasado?

R. Siempre estuvo en nuestros planes abrir la discusión. Pero al entrar tan rápido al trabajo de comisiones, y a la Comisión de Hacienda en particular, inevitablemente lleva a profundizar solo sobre los temas tributarios y dificulta hacer esa apertura. Si esa reforma hubiera seguido su curso, probablemente estos temas se habrían ido incorporando en el camino, pero bueno, no se puede llorar sobre la leche derramada. Esperamos ahora, con esta agenda más amplia, convencer a los distintos actores. Con los acuerdos todos pueden ganar, con los desacuerdos no gana nadie.

P. Esta semana se reunió con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), agrupa al gremio del empresariado chileno. ¿En qué punto todavía no hay acuerdo con los empresarios?

R. En general, ellos son muy reticentes a todo lo que parezca aumento de impuestos, pero, por otro lado, también se dan cuenta de que hay algunas medidas que tienen que ver particularmente con el tipo de crecimiento, que tienen implicancia tributaria. Entonces, uno no puede dejar de analizarlo y discutirlo. Concordamos que era un espacio para conversar y así lo vamos a ordenar en nuestra agenda.

P. También se reunió con los partidos y fijaron una agenda de trabajo de los seis pilares que contiene el pacto fiscal. ¿Dónde están hoy las principales diferencias?

R. En la reunión no se evidenciaron las diferencias. Por el contrario, se concordó una metodología de trabajo. La idea es empezar la próxima semana conversando sobre el primer punto de modernización del Estado.

Mario Marcel, ministro de Hacienda de Chile.Cristobal Venegas

P. Usted reconoció que el crecimiento no era un tema central de este Gobierno en un principio. Chile lleva estancado más de una década. ¿Por qué no estaba entre las prioridades?

R. Eso tiene que ver con que, durante algún tiempo, se pensó que el crecimiento era algo que estaba más o menos dado, que era seguro. Que había tantas oportunidades en Chile, que eso en el fondo funcionaba solo. Pero, hace muchos años que, en relación a ese tipo de recomendaciones, he dicho que la economía no se maneja sola.

P. ¿De dónde venían esa mirada?

R. Todos los sectores de una manera u otra lo han supuesto así. Desde el oficialismo a la oposición. Al comienzo del Gobierno del presidente Sebastián Piñera (2018-2022) se daba por hecho que la economía iba a crecer más que en el periodo anterior. Veníamos de unos años de bajo crecimiento en el segundo Gobierno de la presidenta Bachelet (2014-2018) y se pensaba que eso se recuperaba solo. Después nos dimos cuenta que no era así y, encima, nos encontramos con la con la crisis sanitaria.

P. Los acuerdos se han hecho cada vez más complejos en Chile. ¿Cómo ve usted el ambiente político hoy?

R. Es evidente que estamos en un clima de bastante crispación política. Hay muchos prejuicios, mucho esfuerzo por trazar líneas rojas, mucha brecha entre las cosas que uno conversa privadamente con dirigentes políticos versus lo que aparece como declaraciones en la prensa. Paradojalmente, hoy hay un temor a aparecer como dialogante. Me ha tocado participar en muchas experiencias anteriores de acuerdos, negociaciones, de las cuales han surgido cosas importantes para el país, y en las cuales uno constata que quienes concurren a acuerdos, lejos de perder, muchas veces ganan en presencia y en fortaleza.

P. ¿Por qué cuesta tanto?

R. Hay un deterioro en el clima político que se ha acumulado durante varios años, donde se combinan gobiernos que no tienen mayoría parlamentarias, con un clima que se genera a partir de las redes sociales y que tienden a poner muy en blanco y negro las ideas o los planteamientos.

P. El exministro de Hacienda, Ignacio Briones, plantea que la única manera de salir de esa trampa es zanjar el capítulo constitucional y reformar el sistema político. ¿Está de acuerdo?

R. La elaboración de una nueva Constitución ha sido, inevitablemente, una fuente de incertidumbre. Es natural que sea así y se ha alargado por mucho tiempo. Estamos a punto de cumplir cuatro años desde los acuerdos de noviembre del 2019 [tras el estallido social]. Hemos logrado reducir de todas maneras la incertidumbre a pesar de eso, pero cerrar el proceso constitucional positivamente, con una Constitución que interprete a las grandes mayorías del país y que genere una base de legitimidad que se proyecte en el tiempo, es algo que necesitamos y nos daríamos un empujón importante, como sociedad y como economía.

P. ¿Qué pasa si se rechaza la nueva Constitución en el plebiscito de diciembre?

R. Si se rechaza, está claro que no hay ánimo de impulsar un tercer proceso constitucional. Y, por lo tanto, seguirá rigiendo la Constitución actual, que a lo mejor será objeto de modificaciones por el proceso normal y no por este marco que ha supuesto la redacción de un nuevo texto.

P. ¿Cómo ha complicado el caso Convenios el clima para llegar a acuerdos?

R. De partida, más allá de cualquier efecto que tenga sobre el ambiente, cuando hay abusos, cuando hay fraudes, cuando hay eventualmente corrupción, es muy negativo para el país, es particularmente negativo para el sector público y especialmente negativo para quienes nos dedicamos a tratar de que los recursos públicos se usen con eficiencia y transparencia.

P. ¿Cómo le ha golpeado a usted, personalmente?

R. Es decepcionante. Ha pasado en todos los gobiernos y le ha pasado a todos los sectores políticos, pero eso no debería ser una razón para estar conforme o que minimice la gravedad de lo que ocurre. Ahora, más allá de la reacción de cualquier ciudadano, que es de decepción o de indignación, quienes tenemos responsabilidad pública nos tenemos que preocupar del siguiente paso: cómo evitar que vuelva a producirse, identificar dónde están las debilidades, dónde fallan los controles. Y luego, tratar de evitar que este tema contamine otras decisiones, porque eso significa que el costo de un caso de corrupción se termina cargando a otros que son totalmente inocentes.

P. ¿Qué significó para el Gobierno políticamente la salida del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson?

R. Desde el Ministerio de Hacienda no nos toca mirar esto políticamente. Pero sí está claro que posteriormente hemos podido abrir un cierto espacio de diálogo y que tenemos que tratar de aprovechar.

P. Llevamos tres trimestres de crecimiento a la baja. ¿Cómo ve el escenario para adelante?

R. Es probable que ya en julio tengamos una variación positiva en 12 meses. Y, a propósito del pacto fiscal y lo que muchos plantean que es muy difícil tratar temas tributarios cuando la economía se está contrayendo, cuando lleguemos a marzo, y llegue el momento de presentar una nueva propuesta tributaria, vamos a haber acumulado ya varios meses de cifras positivas de crecimiento.

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