Chile entra al club de países con inflación de dos dígitos

El dato de abril dispara hasta el 10,5% la subida del IPC chileno, aupado por los alimentos

Interior de un supermercado en Santiago de Chile.RODRIGO GARRIDO (Reuters)

La inflación en Chile está disparada. La subida del 1,4% registrada en abril, y difundida la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), coloca al país sudamericano en la lista de los 25 países del mundo que tienen dos dígitos de subida interanual de su IPC. El podio mundial lo tiene un país latinoamericano, Venezuela, con 222%, el único con tres dígitos. El siguiente país de la región es Argentina, en el cuarto puesto, con 58%, seguido por Brasil (12,1%) y Paraguay (11,8%). Chile, con el 10,5% de inflación interanual, se ina...

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La inflación en Chile está disparada. La subida del 1,4% registrada en abril, y difundida la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), coloca al país sudamericano en la lista de los 25 países del mundo que tienen dos dígitos de subida interanual de su IPC. El podio mundial lo tiene un país latinoamericano, Venezuela, con 222%, el único con tres dígitos. El siguiente país de la región es Argentina, en el cuarto puesto, con 58%, seguido por Brasil (12,1%) y Paraguay (11,8%). Chile, con el 10,5% de inflación interanual, se inaugura como miembro del ranking elaborado por la agencia Bloomberg.

La inflación chilena actual es la mayor desde 1994. Y está en sintonía con las subidas registradas en todo el mundo tras la invasión rusa a Ucrania. La presión internacional sobre los precios de los alimentos y los combustibles se ha trasladado al mercado interno chileno. El rubro “alimentos y bebidas no alcohólicas” subió en abril 2,3%, casi un punto por encima del promedio mensual. El precio de la gasolina, en tanto, subió 3,3% el mes pasado, 10,2% desde enero y un 30,3% interanual. Chile es importador neto de crudo y gas.

Pero no solo el mercado internacional explica la subida de los precios en Chile. El 7,2% de inflación registrado en 2021 ya era el más alto en 14 años. Las ayudas extraordinarias que el Gobierno dio a las familias afectadas por la pandemia y tres retiros anticipados de los fondos de pensión privados inundaron de pesos el mercado. La economía chilena creció 11,4% en 2021, una cifra récord, impulsada por el consumo. La estrategia, sin embargo, cobra ahora la factura en el país más estable de la región y ejemplo de racionalidad económica.

El Banco Central respondió a la presión inflacionaria con una subida inédita de la tasa de interés de referencia, que pasó del 7% al 8,25% en una sola jornada, cuando hace solo dos años estaba en 0,5%. La intención es aspirar el exceso de pesos que iban a parar al consumo y enfriar así la economía. El ministro de Economía, Nicolás Grau, dijo en el inicio de este mes que espera que el segundo semestre será mejor que el primero en términos de inflación. “Esperaría que todo el tema de la guerra se atenúe”, pero “más importante que ello es lo que hace el Banco Central subiendo la tasa de interés, que tiene efectos por lo menos seis meses después de su implementación. Entonces en el segundo semestre vamos a empezar a ver los efectos de estas políticas”, dijo.

El Gobierno de Gabriel Boric ha apostado por la prudencia fiscal y altas tasas para evitar una disparada del IPC que se torne incontrolable. Al mismo tiempo, pretende redireccionar las ayudas sociales hacia los sectores más vulnerables. “Estamos haciendo un conjunto de políticas que lo que hacen es estabilizar los precios en los que el Gobierno tiene algún control mayor, por ejemplo, los precios del transporte regulado. Y además estamos tramitando en el Congreso un aumento de más de 40 % de las asignaciones familiares y el Subsidio Único Familiar justamente para que estas familias puedan cubrir mejor la alza inflacionaria”, explicó Grau.

El Gobierno de Boric anunció el 7 de abril pasado un “plan de recuperación económica” por 3.700 millones de dólares. El proyecto supone una subida del salario mínimo hasta alcanzar el equivalente a 500 dólares; el congelamiento de los precios del transporte; una reforma tributaria que eleve hasta el 5% del PIB la recaudación para 2026 y otra veintena de medidas destinadas a generar empleos y fortalecer la ayuda social. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo entonces que “el plan no va a alterar los balances fiscales que están programados para este año (…) y no va a afectar ciertamente la inflación”. “Más bien va a ayudar a compensar a las familias más afectadas por la inflación”, aseguró.

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