La amenaza a un diputado pone en la mira al principal asesor de Milei
Santiago Caputo, el hombre más poderoso del Gobierno argentino después del presidente, se enfrenta con un legislador opositor en los pasillos del Congreso tras la apertura del año legislativo
Los ánimos están a flor de piel en el corazón del Gobierno argentino. Sobre todo los del asesor Santiago Caputo, el hombre con más poder después de la binomio cerrado que forman el presidente, Javier Milei, y su hermana, Karina. El sábado por la noche, Caputo perdió la calma en el Congreso y amenazó a la vista de todos a un diputado opositor que minutos antes había interrumpido el discurso del presidente en el inicio del año Legislativo. “Me dijo, básicamente, que me va a tirar a todo el Estado encima, me dijo que lo iba a escuchar, que yo no estoy limpio”, dijo este lunes Facundo Manes, el legislador en cuestión. Cuando termine el feriado de Carnaval el 5 de marzo, Manes, que es también un reconocido neurocirujano, denunciará penalmente a Caputo por “amenazas agravadas”.
Caputo, de 39 años, no es personaje menor de la política argentina. Si bien no tiene cargo formal en el Estado, integra el llamado “triángulo de hierro” del poder, junto con los hermanos Milei. No tiene redes sociales a su nombre, no da entrevistas y quienes lo frecuentan apenas se animan a criticarlo, incluso en privado. Es él quien susurra al oído de Milei sobre el rumbo de la gestión y quien controla desde las sombras al ejército de trolls que con dinero público defiende la agenda oficial. Manes tiene motivos para preocuparse, porque Caputo es además el hombre que controla la SIDE, el servicio de inteligencia del Estado, y ARCA, la oficina recaudadora de impuestos. El asesor tiene así garantizada la información personal de amigos y enemigos.
El sábado, Milei inauguró con un largo discurso el año de la Legislatura en un Congreso semivacío por el boicot de la mayor parte de los senadores y diputados opositores. Entre los pocos que se sentaron en sus bancas estuvo Facundo Manes, de la Unión Cívica Radical (UCR). Cuando Milei mencionó su intención de reformar la Justicia, el legislador tomó entre sus manos una Constitución y desde su banca lo criticó por el nombramiento, dos días antes, de dos jueces de la Corte Suprema por decreto. Le pidió también explicaciones por su papel en $Libra, la criptomoneda que promocionó en sus redes sociales y que resultó ser una estafa. Milei recogió el guante, detuvo su discurso y mandó al diputado, entre risas sarcásticas, a leer la Constitución. En la transmisión oficial, que evitó en todo momento mostrar que la mitad de los asientos estaban desocupados, solo se escuchaba a Milei y, de fondo, los gritos indescifrables de Manes. Luego se supo que también gritaba Caputo, que estaba en una de las tribunas del recinto.
Es habitual que los legisladores interrumpan con reclamos fuera de libreto el discurso que el presidente ofrece cada 1 de marzo al Congreso. El incidente suele resolverse dentro del recinto, sin demasiadas consecuencias. Pero Caputo decidió, esta vez, ir a más. Acompañado de dos personas, interceptó a Manes en uno de los salones del Congreso, apoyó su frente en la del diputado y le dijo algo al oído. Luego le dio dos palmadas en el pecho y se alejó a toda velocidad. Varios periodistas que en ese momento hablaban con Manes presenciaron la escena, mientras los acompañantes de Caputo se esforzaban por tapar los teléfonos móviles que intentaban captar el momento.
Por segunda vez, un Caputo fuera de control acaparaba la atención y la apartaba, para disgusto de la Casa Rosada, de Milei, quien debía ser el protagonista de la noche. Hace 15 días, el asesor interrumpió una entrevista en la que el presidente intentaba, sin demasiado éxito, justificar su apoyo y promoción de la estafa de $Libra. El momento no debía salir al aire —la entrevista estaba grabada— pero el corte se filtró en internet. Los alfiles del Gobierno cuidaron a Milei, que se había dejado interrumpir sin resistencia, atacando a Caputo.
Esta vez, fue el propio presidente quien salió en defensa de su asesor. “Santiago Caputo es una mente brillante, es un fuera de serie. Tan grande es lo que hicimos este último año, que me sorprende que le den tanta entidad a una cosa tan, pero tan marginal. En especial cuando Manes ha mentido de una manera tan deliberada. Dijo que le pegaron dos trompadas, cuando fueron unas palmaditas en el pecho”, dijo el domingo por la noche en una entrevista.
Quien mantuvo silencio fue Karina Milei quien, además de ser el sostén emocional del presidente, tiene bajo su mando el armado de la estrategia del Gobierno para las elecciones legislativas de octubre próximo. La hermana de Milei ve con malestar el protagonismo no planificado de Caputo. Este lunes, viajó a Canadá para participar de un encuentro de negocios con grandes inversores en minería. Fue un alejamiento táctico que oculta las tensiones que hacen crujir con cada vez más fuerza al “triángulo de hierro”.
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