Una invasión de mosquitos azota Buenos Aires

Los expertos atribuyen a las lluvias la proliferación de ‘Aedes albifasciatus’, la segunda en menos de dos meses en la provincia argentina

Mosquitos en un centro de investigación en Buenos Aires, en mayo de 2023.Pablo Barrera (Getty Images)

Hordas de mosquitos han invadido Buenos Aires esta semana. Es la segunda vez en dos meses que se produce un aumento significativo de estos insectos en la provincia argentina. Los especialistas explican que el incremento de Aedes albifasciatus, conocido comúnmente como mosquito de la inundación, es producto de las lluvias intensas del verano austral. Ante las alarmas que ha levantado esta segunda invasión, los expertos advierten de que esta especie no transmite enfermedades como el dengue, aunque ...

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Hordas de mosquitos han invadido Buenos Aires esta semana. Es la segunda vez en dos meses que se produce un aumento significativo de estos insectos en la provincia argentina. Los especialistas explican que el incremento de Aedes albifasciatus, conocido comúnmente como mosquito de la inundación, es producto de las lluvias intensas del verano austral. Ante las alarmas que ha levantado esta segunda invasión, los expertos advierten de que esta especie no transmite enfermedades como el dengue, aunque está vinculado con la encefalitis equina, que afecta sobre todo a animales y provocó un brote en el país.

La explicación que dan los científicos al aumento repentino de mosquitos de esta especie es sencilla. Los huevos que ponen las hembras del Aedes albifasciatus en el sustrato húmedo pueden resistir durante largos periodos de sequía y eclosionar cuando se acumula agua de las precipitaciones. La bióloga Sylvia Fischer, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), lo explicó así durante la primera invasión, en enero, en una publicación del Conicet: “Se había acumulado un número grande de huevos. Cuando empezó a llover de manera continua (...) estos huevos eclosionaron todos sincrónicamente, las larvas se desarrollan simultáneamente y emergieron enormes cantidades de adultos, todos al mismo tiempo”.

Las lluvias de enero y las que ocurrieron recientemente en la provincia de Buenos Aires provocaron los “picos de abundancia” de mosquitos que describen los científicos. Esta segunda vez, sin embargo, la invasión ocurrió “con más fuerza”, según señala la bióloga Victoria Micieli, porque a los “huevos viejos” que no eclosionaron en enero se les sumaron “huevos nuevos” puestos en por las hembras de mosquitos que se desarrollaron en esa ocasión. “Es habitual que esta invasión ocurra cada tres años, pero no esperábamos la segunda”, señala Micieli, que es directora del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores del Conicet. En ese sentido, explica la científica a EL PAÍS, la proliferación de esta semana es algo “bastante inusual”.

El Aedes albifasciatus es un mosquito que tiene una distribución muy amplia en Argentina, desde el sur, en la provincia de Tierra del Fuego, hasta el norte del país. Invasiones como esta, señala Micieli, ocurren en diferentes zonas del país en distintos momentos del año. El insecto, de gran tamaño, cuerpo delgado y patas alargadas, provoca, sobre todo, mucha molestia y se desarrolla en parques o plazas. Las hembras, que son las que pican a los humanos, pueden ser muy agresivas. Los especialistas estudian el vínculo de esta especie con la encefalitis equina, una enfermedad que en 2023 causó un brote en caballos en el centro y el norte del país y provocó al menos 12 infecciones en humanos tras más de dos décadas sin registro.

Los especialistas advierten, sin embargo, de que esta especie no transmite dengue, cuyo vector es otro mosquito, el Aedes aegypti. Este segundo insecto es más pequeño, tiene manchas blancas y se reproduce principalmente en recipientes que acumulan agua en el interior de las casas o alrededores.

La Organización Panamericana de la Salud emitió el pasado viernes una alerta epidemiológica por el aumento de casos de dengue en América, donde se registraron más de 670.000 positivos. En Argentina, hubo 48.366 infectados desde julio de 2023 y 35 personas fallecidas, la mayoría en el noreste del país, según el último Boletín Epidemiológico Nacional. Su vecino Brasil es el país que más casos registra en la región: allí se cuentan más de 530.000 positivos y 90 fallecidos, los peores datos en 40 años. Esta semana, Brasil se convirtió en el primer país del mundo que incluye la vacuna del dengue en la sanidad pública.

El oficialismo culpa a la gestión anterior

El Gobierno de Javier Milei ha aprovechado esta segunda invasión de mosquitos, que tiene en alerta a los medios y las redes sociales, para arremeter contra el peronismo de Unión por la Patria, que está en la oposición, pero gobernó los últimos cuatro años. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, mezcló este martes en una misma interlocución “la proliferación de mosquitos” con “los casos de dengue”. “No queremos que se pierda de vista que gran parte de este problema se da por la responsabilidad que se tuvo en el fracaso de las políticas de prevención que se han hecho durante el año pasado. La prevención no estuvo bien implementada”, dijo el funcionario y desde la oposición le respondieron en redes sociales.

“Decir que el dengue es responsabilidad de la gestión anterior (...) habla de una ignorancia supina en el ciclo de la enfermedad”, descargó Fabián Puratich, que fue subsecretario de Integración de Sistemas y Atención Primaria de la Salud, en X (antes Twitter). “Increíble caradurez”, criticó el diputado Pablo Yedlin y le afeó al Gobierno que la vacuna contra el dengue, aprobada en noviembre por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, no esté incluida en el calendario de vacunación ni se distribuya de forma gratuita en hospitales públicos: “Hay vacuna segura y efectiva, ¿novedades con eso?”.

Una computadora muestra una fotografía hecha con un microscopio, en Buenos Aires.Pablo Barrera (Getty Images)

Micieli, que investiga desde hace más de 30 años los mosquitos, sostiene que “es apresurado” responsabilizar a un Gobierno por la proliferación del Aedes albifasciatus y que es “desinformación” asociar ese incremento con el aumento de casos de dengue porque son dos especies “totalmente distintas”. En ambos casos, sostiene la bióloga, “no es cierto” que no haya políticas de prevención. “Es insuficiente, claro. El control del mosquito requiere mucho financiamiento”, señala la investigadora.

Como respuesta a la invasión de mosquitos, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció esta semana el refuerzo de los operativos de “desinsectación” en espacios verdes, parques y plazas. A 50 kilómetros de la capital, el municipio de La Plata, por su parte, aseguró que distribuirá de forma gratuita 2.000 unidades de repelente ya que hay escasez de este producto en tiendas y farmacias. A principios de enero, ocurrió lo mismo y los científicos recordaron que es “una de las únicas herramientas que tienen los seres humanos para contrarrestar los efectos de las invasiones de mosquitos”. Los expertos estiman que el alivió llegará en los próximos 10 o 15 días, cuando la población de esta especie baje, aunque dependerá de si vuelve a llover.

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