Argentina nomina a Cecilia Todesca y se sube a la carrera por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo
El Gobierno de Alberto Fernández anota a último momento como candidata a la secretaria de Relaciones Económicas de la Cancillería
Argentina se ha sumado a la carrera por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el organismo de crédito multilateral más importante del continente. Al filo del plazo para presentar candidatos, el Gobierno de Alberto Fernández anotó a la actual secretaria de Relaciones Económicas de la Cancillería, Cecilia Todesca, una economista que integra su círculo de poder. La no...
Argentina se ha sumado a la carrera por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el organismo de crédito multilateral más importante del continente. Al filo del plazo para presentar candidatos, el Gobierno de Alberto Fernández anotó a la actual secretaria de Relaciones Económicas de la Cancillería, Cecilia Todesca, una economista que integra su círculo de poder. La noticia llegó desde París, donde Fernández se encuentra junto a Todesca de gira, en una escala previa a la comitiva que la semana próxima participará de la cumbre del G20 que se celebrará en Bali, Indonesia. Ha sido, en cualquier caso, una gran sorpresa. Hasta ahora, sólo México, Chile y Brasil tenían candidatos confirmados y Argentina no había adelantado intención alguna de competir. Inicia ahora una larga negociación para elegir por consenso a la persona que reemplazará en el BID a Mauricio Claver-Carone, destituido a finales de septiembre por su relación con una empleada.
Cecilia Todesca nació en Buenos Aires hace 51 años. Es economista de la Universidad de Buenos Aires y tiene estudios de posgrado en la Universidad de Columbia. Es de familia peronista y hoy integra “el albertismo”, como se llama al reducido grupo de altos funcionarios que aún son fieles a Alberto Fernández en la pelea que mantiene con su vice, Cristina Fernández de Kirchner. Su nombre sonó alguna vez como posible ministra de Economía. Su única experiencia ante organismos internacionales fue durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007), cuando ocupó la silla argentina en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tuvo además un paso por el Departamento de Análisis de Riesgo Soberano de la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor’s. En la Casa Rosada consideran que ser mujer suma puntos a su candidatura, además de que Argentina nunca tuvo la dirección del banco, pese a ser uno de sus principales aportantes.
La candidatura argentina es evidencia de la falta de acuerdo para encontrar un nombre de consenso con Brasil y México. La candidatura de Ian Goldfajn, ex presidente del Banco Central de Brasil y actual director para el Hemisferio Occidental del FMI, es la piedra en el zapato del acuerdo. Goldfajn es el hombre que eligió como candidato Jair Bolsonaro al filo del final de su mandato. Si el próximo presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, le da su apoyo, tiene prácticamente asegurada la elección. El problema es que como Lula no ha dado señales al respecto, la competencia sigue abierta. El caso mexicano también ha sumado ruido al proceso.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, había postulado a Alicia Bárcena, exdirectora de la CEPAL, pero esta semana propuso al gobernador del Banco Central Gerardo Esquivel. Este jueves se sumó también Chile, con la candidatura de Nicolás Eyzaguirre, ex ministro de Economía y Educación y ministro general de Presidencia durante la gestión de los presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
En el Gobierno argentino aseguran que trabajarán por una figura de consenso en caso de que Lula da Silva retire su apoyo al hombre elegido por Bolsonaro. El desafío es conseguir la venia de Estados Unidos, principal aportante al BID, con el 30% del capital. El Gobierno de Joe Biden fue clave para la caída de Mauricio Claver-Carone, quien había llegado a la presidencia del banco multilateral de la mano de Donald Trump. Su nombramiento generó una crisis política en la región, porque rompió con la tradición que destinaba la silla del BID a América Latina. Claver-Carone se fue por la puerta de atrás en septiembre, luego de que se comprobase de que había beneficiado con subidas de salario a una empleada con la que mantenía una relación. Washington no hizo nada por salvarlo.
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