Ir al contenido

Pedro Cateriano: “¿Por qué Vargas percibió los abusos de la dictadura cubana y García Márquez no?

El escritor, amigo del Nobel y cercano en lo ideológico, ha publicado una biografía política de quien considera el peruano más universal

Pedro Cateriano en Lima, Perú, el 11 de marzo de 2015.Carolina Ugarte Noriega

En su oficina, un espacio colmado de condecoraciones y fotos con personalidades como el papa Francisco, Mariano Rajoy o Barack Obama, Pedro Cateriano (Lima, 66 años) sostiene un cuadernillo blanco de textura rugosa. Es una edición especial del emotivo discurso que Mario Vargas Llosa ofreció en Estocolmo, en diciembre de 2010, al recibir el Premio Nobel de Literatura. Un documento que Cateriano aprecia como una joya y que lleva la firma y la dedicatoria del escritor que vio por primera vez a fines de los sesenta, cuando todavía era un niño y su padre, un gestor cultural, le dijo con dotes proféticos: “Vamos para que conozcas al escritor más importante del Perú que algún día será Premio Nobel”.

Desde 1987, al sumarse a un acto de resistencia en contra de la estatización de la banca, Pedro Cateriano ha seguido de cerca las batallas políticas de Vargas Llosa, pero además se ha ganado un sillón privilegiado entre sus amigos. El expresidente del Consejo de Ministros en dos mandatos y exdiputado del Movimiento Libertad —agrupación con la que el escritor tentó la presidencia del Perú en 1990— ha estado presente en las ceremonias más importantes del autor de Conversación en la Catedral: cuando en los noventa fue galardonado con el Premio de la Paz por los libreros alemanes y recibió el doctorado honoris causa por la Universidad de Harvard, después cuando su nombre quedó inscrito en el olimpo de la literatura al ganar el Nobel y también cuando ingresó en febrero de 2023 a la Academia Francesa, convirtiéndose en el primer escritor de habla hispana en lograrlo.

Cateriano sentía que tenía una deuda con Vargas Llosa: contar en profundidad ese costado político que le ha valido un cúmulo de críticas, a su modo de ver injustas. Su tránsito del socialismo al liberalismo, su candidatura a la presidencia del Perú y su férrea defensa por la libertad. Tras algunas pausas obligadas por su quehacer político, Cateriano ha concretado sus esfuerzos en Vargas Llosa, su otra gran pasión (Planeta), un libro que acabó de escribir luego de decenas de caminatas matutinas junto al escritor por el club Regatas, en Lima, frente al mar Pacífico. De vuelta en su oficina, Pedro Cateriano lee la dedicatoria del cuadernillo rugoso: “Este ejemplar es para Pedro Cateriano Bellido, el amigo más leal, con todo el cariño del autor”. Dos detalles confirman su estrecho vínculo: se esforzó para que el libro sea publicado en marzo, mes en el que Vargas Llosa cumplirá 89 años, y es de las pocas personas que se refiere a él como Mario.

Pregunta. ¿Por qué el tránsito de Vargas Llosa del socialismo al liberalismo no puede entenderse, según usted, como una conversión radical y fanática?

Respuesta. Debido a la influencia de Sartre, Vargas Llosa creía en el socialismo en libertad, en donde el escritor debía tener sus derechos garantizados. Si bien él se adhiere fervorosamente a la Revolución cubana luego los hechos le van abriendo los ojos. Él se atrevió a condenar la invasión soviética a Checoslovaquia cuando ya empezaba a crecer el culto a Fidel Castro. También estuvo en contra de los campos de concentración en los que se encerraban a los homosexuales. Fue un desencanto progresivo que llegó al límite con las represalias en contra del poeta Heberto Padilla. Es allí cuando Mario rompe con la Revolución cubana. Y no lo hace por interés como sostienen algunos de sus adversarios y críticos.

P. ¿Es el quiebre con Fidel Castro el origen de la ojeriza de la izquierda hacia Vargas Llosa?

R. Durante todo el periodo que imperó el comunismo en Europa con la Cortina de Hierro fue un ataque permanente y nunca cesó. Entre otras razones porque dentro del conjunto de intelectuales latinoamericanos el más mediático era él. Este rompimiento, naturalmente, causó un enfrentamiento contra el establishment, donde al comienzo, como bien destaca Octavio Paz, estaban muy solos.

P. ¿Es principalmente el quehacer político lo que lo diferencia de sus compañeros del boom?

R. Es su honestidad intelectual también. En el libro pongo el ejemplo de cuatro genios: Octavio Paz y Vargas Llosa versus Neruda y García Márquez. ¿Por qué Octavio Paz y Vargas Llosa tuvieron la capacidad de apreciar los abusos de la dictadura cubana, la violación de los derechos humanos y los otros dos no? Además en un contexto donde ya había información de la opresión de las dictaduras comunistas, especialmente de la soviética. Fue un proceso muy duro donde poco a poco inicia el tránsito laborioso y estudioso hacia el liberalismo.

La biografía de Mario Vargas Llosa, de Pedro Cateriano. Carolina Ugarte Noriega

P. ¿Cómo logró ser un intelectual de derechas en el continente si, como el mismo Vargas Llosa dice, es la izquierda la que tiene el control de la vida cultural en todas partes del mundo?

R. Es verdad. ¿Quiénes publican libros o tienen mayor presencia en la academia, las universidades y los medios de comunicación? Los intelectuales de izquierda. Hoy en día el debate es diferente. Estamos hablando de contextos históricos muy distintos. En su primera estadía en París, Mario recibe la influencia de Flaubert, pero también de (Raymond) Aron. Esas lecturas lo hacen dudar y reflexionar, actitudes fundamentales en un intelectual. Yo respeto en Octavio Paz y Vargas Llosa la capacidad que tuvieron de rectificar y alejarse del socialismo. Un punto importante será su periodo en Londres donde aprecia el capitalismo popular durante el gobierno de Margaret Thatcher. Cómo salió Gran Bretaña del marasmo y la crisis económica con estas ideas. Allí comprende algo que ha repetido a lo largo del tiempo: que la libertad es una sola en su contenido político y económico.

P. En el libro hace hincapié en que no se ha dimensionado la candidatura de Vargas Llosa a la presidencia del Perú en el 90

R. A ver, estábamos prácticamente ante un Estado fallido, el terrorismo avanzaba, y la hiperinflación había quebrado al Estado peruano. No teníamos reservas internacionales, la moneda totalmente destrozada, y en ese contexto de atentados permanentes él decidió ser candidato a la presidencia, demostrando un compromiso cívico con el Perú.

P. ¿Por qué dice que nunca le vio el fuego para ser presidente?

R. No solo yo. No para ser presidente sino para la candidatura. Él tomó la campaña como un compromiso de defensa del país pero no como una ambición personal. En El pez en el agua él detalla los hechos ocurridos durante la campaña. Hay otros que no están allí porque se denunciaron posteriormente como el seguimiento político, la interceptación telefónica, el uso del sistema de inteligencia para bloquear las acciones políticas de Vargas Llosa. Eso se descubrió después con una comisión investigadora en el Senado. Ese documento en su integridad por primera vez lo está conociendo el país. ¿Por qué no se supo antes? Porque no le convenía al fujimorismo. Ya desde esa época Vladimiro Montesinos estuvo al servicio de Alberto Fujimori. Como gran observador de la realidad social y política del Perú, Mario apreció la corrupción como un tumor canceroso en el país. Y bueno, el tiempo le ha dado la razón.

P. ¿En el 2021 Keiko Fujimori brindaba más garantías democráticas que Pedro Castillo?

R. No, pero era el mal menor. Pedro Castillo había planteado iniciativas golpistas. Desaparecer el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y sobre todo modificar la Constitución al margen del procedimiento constitucional. Adicionalmente, Pedro Castillo no tenía el control de Perú Libre. El manejo lo tenía y lo tiene Vladimir Cerrón, un confeso marxista-leninista que públicamente ha expresado su adhesión a la Revolución cubana. Había un riesgo mayor.

P. Entenderá que algún sector de la población no va a perdonar que Vargas Llosa haya pedido el voto en favor de Keiko. No se trataba solo de la hija de su gran adversario político, sino de la hija de quien vulneró los derechos humanos, capturó las instituciones y corrompió al Estado.

R. De la hija, ¿no?

P. Y todo lo que representa.

R. Y todo lo que representaba Castillo. Por eso reitero era el mal menor. Acaso uno de los objetivos de este libro precisamente sea plasmar este testimonio para que más adelante en el momento en que los historiadores hagan su tarea lo tengan en cuenta. A mí el fujimorismo ha querido meterme preso, acusándome falsamente. Yo no tenía ninguna razón para pedir el voto por ellos, pero cuando la democracia está amenazada uno no puede ser neutral, quedarse callado o pedir el voto en blanco. Ahora, posteriormente Keiko Fujimori ha demostrado con su conducta que no ha sido consecuente, claro. ¿Con quién se ha terminado aliando Keiko Fujimori? Con Vladimir Cerrón

Pedro Cateriano durante una lectura en su despacho. Carolina Ugarte Noriega

P. ¿Considera legítimo que haya quienes separan al escritor del político para no perderle admiración?

R. No vamos a encontrar la unanimidad. Pero en lo que sí no hay duda es que estamos ante un peruano universal.

P. Una de las insignias irrenunciables de Vargas Llosa ha sido la defensa de los derechos humanos.

R. Creo que ha sido una tarea incomprendida, pero él en ningún momento ha renunciado a esa labor. Se inició con el caso Uchuraccay cuando el presidente (Fernando) Belaunde le da la comisión para esclarecer la muerte de un grupo de periodistas en la sierra peruana en 1983. ¿Por qué en ese momento acepta tremendo encargo? Porque el Perú acababa de salir de dos dictaduras. La de (Juan) Velasco Alvarado y la de (Francisco) Morales Bermúdez y él creyó que este hecho podía debilitar más la democracia peruana. Por esa razón asume ese rol. No hay que olvidar que en ese momento todavía imperaba el comunismo y había un establishment a nivel internacional que lo criticó duramente.

P. A nivel latinoamericano Vargas Llosa ha apoyado a líderes políticos polémicos, como Bolsonaro en Brasil o Milei en Argentina. ¿Cómo se explica eso?

R. El caso de Milei no es comparable con el de Bolsonaro. El comportamiento de Milei puede calificarse de distintas maneras, pero ha sido dentro del cauce democrático. Ha dicho lo que ha pensado. No ha mentido. Generalmente los candidatos en América Latina mienten. Pero bueno, es más, el establishment de la izquierda se burló de los apoyos electorales de Vargas Llosa…

P. Decían que candidato que él apoyaba, candidato que perdía.

R. Cosa que no es cierto. Si hacemos una aritmética, más son los candidatos que él ha apoyado que han ganado. Pero el tiempo a quién le ha dado la razón. López Obrador apoyando la criminal dictadura de Maduro en Venezuela y al golpista Pedro Castillo. Igual Petro y Lula. La única excepción honrosa ha sido el presidente Boric de Chile. Pero todos los presidentes latinoamericanos que enfrentó o que cuestionó Vargas Llosa cohabitan políticamente o defienden o no tienen la misma firmeza para condenar la delictiva conducta de Maduro a excepción de Boric.

P. El último acto político y público de Vargas Llosa ha sido adherirse a Libertad Popular, agrupación de la que usted es fundador. ¿Cómo va a asumirlo con miras al 2026, un año electoral?

R. Este es un apoyo simbólico. Mario no está participando en las actividades políticas. Es una adhesión que nos honra y que nos obliga a trabajar con seriedad, a seguir con el ejemplo y los valores que él ha difundido a lo largo de estos años. Sin duda alguna este apoyo simbólico nos obliga a un trabajo cívico responsable. Mario es una persona a la cual yo admiro y respeto y esa es una de las razones por las que he escrito este libro.

Pedro Cateriano en Lima, Perú.John Reyes Mejia (EFE)

P. ¿Qué opina de los paseos que Vargas Llosa está haciendo en compañía de su hijo Álvaro por los lugares que inspiraron su obra?

R. Es como un recorrido melancólico de lo que han sido aquellos lugares que ya son míticos en la obra vargasllosiana. Acaso el hecho de que su hijo Álvaro lo esté acompañando sea también para recordar, porque recordar es vivir.

P. A lo largo del libro usted subraya su admiración por la disciplina, vitalidad, y energía de Vargas Llosa. ¿Cómo ve esta época de este Vargas Llosa ya retirado de la literatura y el periodismo?

R. Es una etapa que se la ha ganado con justicia. Es el reposo del guerrero y hay que respetarlo. Sin duda alguna, el juicio de la historia va a ser muy positivo en favor de la figura de Mario Vargas Llosa.

Sobre la firma

Más información

Archivado En