Edmundo González, sobre su decisión de exiliarse en España: “Venían por mí”
El político venezolano asegura que tomó la decisión para salvaguardar a su familia ante las amenazas del régimen y vuelve a agradecer al Gobierno de Sánchez su colaboración
El excandidato presidencial de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, ha roto este viernes su silencio, dos semanas después de exiliarse en España. En una entrevista con la agencia Reuters, González ha explicado los motivos que le llevaron a abandonar Venezuela. El argumento principal del diplomático, de 75 años, es que tenía información de buenas fuentes de que las fuerzas de seguridad del régimen venezolano habían tomado la decisión de arrestarlo: “Venían a por mí y lo mejor era refugiarme”, resumió González.
Según el relato de González, la información se la dio una persona de seguridad que trabajaba con él en la campaña. Antes de uno de los últimos actos previos a la elección del 28 de julio le avisó de que tenía información confirmada de una posible detención, lo que le llevó a buscar refugio en la Embajada de Países Bajos, donde permaneció 32 días resguardado hasta trasladarse a la de España, donde negoció con los hermanos Rodríguez, Jorge y Delcy, los principales operadores políticos de Nicolás Maduro, las condiciones de su salida del país.
Esa reunión con los hermanos Rodríguez ha desatado una oleada de críticas y especulaciones. El chavismo difundió esta semana el documento firmado por González, pese a que había compromiso de confidencialidad, en el que el excandidato acata la victoria de Maduro en las elecciones como garantía para salir de Venezuela. Inmediatamente después, González aseguró que lo había firmado coaccionado por los Rodríguez. “Los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez se presentaron con un texto que habrían preparado y que yo debía suscribir”, contó González en la entrevista conr quién además reveló que las conversaciones sobre el contenido del texto duraron dos días: “48 horas de negociaciones, muy tensas. Fueron varias reuniones, con intercambios y enmiendas. Dije que acataba la decisión, aunque no estaba de acuerdo con ella. No tenía opciones”, ahondó.
El dirigente venezolano excusó el papel del embajador de España en Venezuela, Ramón Santos, en este episodio, señalando que su participación solo buscaba abrir los espacios para las conversaciones, ya que el encuentro se produjo en la residencia de Santos en Caracas. Sobre la filtración de imágenes de la reunión y la amenaza de difundir audios por parte del chavismo, González aseguró: “No sé quién tomó esas fotos. Me causó extrañeza que las hayan divulgado. También que hayan difundido algunos audios, cosa que tampoco es correcta. Todo eso se hizo sin mi autorización”.
González no ha querido entrar a fondo en las críticas que ha desatado en España su encuentro con los Rodríguez en la residencia del embajador. Mientras el PP insiste en atacar al Gobierno por ello, el discurso de González es de permanente agradecimiento con el Gobierno de Sánchez por las gestiones realizadas para facilitar su salida de Venezuela. “España tiene un papel importante en la mediación con Maduro”, para lograr que este “acepte la voluntad popular”, aseguró a Reuters. Al preguntarle por el papel del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela, González ha valorado: “El ejercicio de la mediación es un esfuerzo al que le damos la bienvenida y esperamos que pueda dar sus frutos”. El opositor ha saludado la decisión del Congreso de los diputados de reconocerle “presidente electo de su país” y ha asegurado que no descarta que el país tome nuevas decisiones en esa línea.
González ha insistido en que la decisión de pedir asilo político en España se debe a que existía una orden de aprehensión en su contra y que, además, quería salvaguardar la seguridad de sus familiares y sus propiedades en Venezuela. “Quedarme en el país habría implicado esperar el juicio que me tenían preparado. Tenía una orden con señalamientos muy serios, por terrorismo, cargos de varios años de cárcel”, agregó.
El diplomático aseguró que María Corina Machado, quien le cedió su espacio en la boleta electoral al estar inhabilitada y aglutina el apoyo de la población crítica con el chavismo, “no sabía” nada de su decisión de marcharse de Venezuela, ni sobre las duras conversaciones para hacerlo posible. También se refirió González a la comparación de que la evolución de su caso puede desembocar en el mismo error que la oposición cometió con Juan Guaidó hace cuatro años. Entonces Guaidó era presidente de la Asamblea Nacional y usó una figura constitucional para declarar la falta de un presidente debidamente electo para asumir el poder, con grandes limitaciones. Sobre esto, González marcó diferencias: “Mi candidatura fue respaldada por ocho millones de venezolanos que votaron por una cambio y una transición en paz al que aspiramos llegar el 10 de enero. Ese es el capital más grande que tenemos en esta oportunidad”.
Sobre los pasos que seguirá a partir de ahora desde el exilio, el excandidato explicó que pretende “establecer el mayor número de contactos con la dirigencia política española. Tengo la intención de ir al Parlamento Europeo, que acaba de dar una resolución muy importante reconociendo mi designación como presidente electo. Tengo que ir a Bruselas; debo visitar Países Bajos, me acaban de invitar a Berlín. Me tocará ser la voz que explique nuestro triunfo, que está fundamentado en actas”, insistió.
Sin embargo, con el tono que le ha caracterizado ya desde la campaña, González ha optado por la moderación y evitado responder a las preguntas sobre la posibilidad de que se impongan más sanciones a Venezuela o se levanten las licencias a empresas como la estadounidense Chevron, que mantiene operaciones en el país. Cuando le preguntaron sobre las sanciones individuales a altos funcionarios chavistas, volvió a insistir en que no quería hablar de ellos: “Todo lo que sea presión o esfuerzo para convencer a los actores políticos para respetar la voluntad popular es bienvenido”, aclaró.
“Volveré a Venezuela cuando haya garantías de que la transición a la democracia tendrá lugar, con condiciones, en paz. Cuando pueda asumir el gobierno en circunstancias aceptables. Esa fue siempre la vida institucional del país en Venezuela, las reglas de la democracia, las normas constitucionales. Confiamos en que sea posible, en eso estamos trabajando”, zanjó a Reuters el cada vez con más frecuencia llamado “presidente electo”.
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