Una sequía histórica causa estragos en Brasil, envuelto por el humo de los incendios
El nivel del agua es el menor en los 70 años de mediciones oficiales mientras proliferan los fuegos intencionados
Las imágenes con aroma apocalíptico se multiplican en Brasil por los eventos climáticos extremos. Ribereños de la Amazonia que, para conseguir agua potable o comida, caminan sobre la tierra cuarteada por la sequía donde antes hubo un río. Un río urbano teñido de verde por las algas y la falta de lluvias. Casi todo el territorio continental envuelto en humo de incendios intencionados para clarear terreno,...
Las imágenes con aroma apocalíptico se multiplican en Brasil por los eventos climáticos extremos. Ribereños de la Amazonia que, para conseguir agua potable o comida, caminan sobre la tierra cuarteada por la sequía donde antes hubo un río. Un río urbano teñido de verde por las algas y la falta de lluvias. Casi todo el territorio continental envuelto en humo de incendios intencionados para clarear terreno, incluido el municipio donde se reúnen los ministros de Agricultura del G20 para hablar de sostenibilidad. Una neblina que obliga a parar las operaciones en el puerto de Santos, uno de los más transitados de la región. Y el aire del São Paulo, donde hace más de 100 días que no llueve, es el más contaminado del mundo este miércoles por tercer día consecutivo. Mientras, las enfermedades respiratorias se agravan y cierran colegios. Los incendios se han duplicado respecto al año pasado y el humo envuelve casi todo el país, que sufre la peor sequía en siete décadas.
Brasil, donde el invierno está terminando, sufre la peor sequía en 70 años, desde que existen mediciones oficiales. “Es la primera vez que la sequía cubre todo el territorio, desde el norte hasta el sudeste. Es la más extensa e intensa de la historia”, según el Centro Nacional para el Monitoreo y Alerta Temprana de Desastres. Casi dos tercios del territorio está en situación problemática y lo grave es que no se esperan lluvias significativas hasta avanzado octubre. El pronóstico, por tanto, es que la situación actual siga empeorando en las próximas semanas. Y las imágenes apocalípticas se repitan.
El Amazonas, el río más caudaloso del mundo, baja con muy poca agua para esta época, lo que se traduce en múltiples problemas, desde no tener agua potable, hasta quedarse sin pesca y sufrir enormes dificultades para el transporte de mercancías y personas en una región donde los ríos equivalen a carreteras. Y lo mismo ocurre en el río Madeira, uno de sus principales afluentes, lo que ha dejado aisladas y con importantes problemas de suministros a numerosas comunidades de ribereños e indígenas.
El Gobierno sopesa retomar el horario de verano para evitar las restricciones de energía. El presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, viajó este martes hasta la Amazonia, donde visitó la aislada comunidad de Campo Novo. Allí charló con los locales y entregó 150 purificadores de agua que potabilizan 5.000 litros de agua al hora, según ha explicado el mandatario. Durante la visita, retransmitida en directo por Instagram, le acompañaban varios ministros. La titular de Sanidad, Nísia Trindade Lima, explicó el problema que supone la piratería para garantizar la seguridad de los médicos que, incentivados por primas, se desplazan hasta lugares tan remotos como ese. Lula anunció tambiém la creación de un comité técnico-científico dedicado a combatir el cambio climático y los eventos extremos.
La conjunción de varios factores ha empeorado hasta niveles arriesgados la calidad del aire en São Paulo capital —con 21 millones de vecinos en la zona metropolitana, la ciudad más poblada de Sudamérica—. La falta de lluvias, el humo de los incendios y la falta de vientos que dispersen la contaminación que genera la metrópoli la colocó el lunes y el martes como la gran capital con peor calidad de aire del planeta por detrás de Kinshasa, Dubái y Nueva Delhi, según la empresa suiza de tecnología del aire IQAir, que monitorea continuamente 120 capitales mundiales.
El organismo ambiental local oficial califica este martes la calidad del aire en São Paulo como “muy mala”, solo por detrás de pésima, que es el peor de los cinco niveles. Las autoridades paulistanas ya han advertido a las personas con problemas respiratorios que extremen las precauciones y a la población en general, que reduzca los grandes esfuerzos y el ejercicio al aire libre. Otras muchas ciudades brasileñas sufren los efectos del humo, en algunas han suspendido las clases escolares.
En lo que va de año, este país de tamaño continental ha registrado el doble de focos de incendio que un año atrás, es el peor balance desde 2010. La mayoría son fuegos causados por personas para deforestar terrenos y dedicarlos luego a cultivo o pastos.
Las llamas están afectando a uno de los parques nacionales más famosos, la chapada dos Veadeiros. Y la región del Pantanal, el mayor humedal del mundo, está también entre las más afectadas.