Luis Arce: “Evo Morales pone en duda el golpe militar fallido por sus aspiraciones políticas personales”
El presidente de Bolivia asegura en esta entrevista con EL PAÍS que detrás del levantamiento militar del 26 de junio pasado hay “intereses extranjeros” que quieren quedarse con los recursos naturales del país
Luis Arce (La Paz, 60 años) no parece un presidente al que hace solo tres días intentaron derrocarlo con un golpe de Estado. Luce relajado, viste informal y no oculta su buen humor. Recibe a EL PAÍS en el piso 23 de la Casa Grande del Pueblo, una mole de estilo brutalista inaugurada durante el tercer Gobierno de Evo Morales (2006-2019) que sirve de oficina al presidente. Arce dice que ya tiene algunas cosas claras de aquella jornada violenta, cuando el jefe del Ejército, Juan José Zúñiga, intentó irrumpir ayudado por tanquetas en el Palacio Quemado, la sede del Gobierno. Hubo detrás, asegura, “intereses extranjeros” que pretenden apropiarse de las reservas naturales de Bolivia. También habla de Evo Morales, su mentor político, al que acusa de estar “dispuesto a todo” con tal de ser candidato a presidente en 2025 bajo el ala del partido de Gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Pregunta. ¿Por qué en Bolivia ha sido posible un golpe de Estado?
Respuesta. Hay que hablar en realidad de las circunstancias que no permitieron el golpe de Estado. En Bolivia, objetivamente, no existe un móvil ni económico ni social para ese tipo de situaciones. Está claro que hay intereses extranjeros y nacionales que están buscando, de alguna manera, hacerse del poder en Bolivia. Esos intereses buscan nuestros recursos naturales. Bolivia es la principal reserva mundial de litio, tiene además tierras raras que son lo que hoy necesita el planeta. ¡Cómo no los van a querer!
P. ¿Usted ve atrás del general Zúñiga la mano negra de estos intereses extranjeros?
R. Por supuesto. Ellos han sido los operadores, pero en la mañana del día del golpe hubo una reunión en el Estado Mayor. No solamente estuvieron los militares, hubo militares jubilados que estuvieron involucrados en el golpe de 2019 y hubo también civiles. Detrás de esos militares jubilados y civiles hay algo más, que es justamente lo que estamos investigando.
P. Cuando uno habla con analistas económicos coinciden en que hay luces amarillas que atender, como la falta de dólares o el déficit fiscal. ¿Coincide con estas lecturas?
R. ¡Pero si soy yo el que salgo a explicar dónde están los problemas! Para nadie es desconocido que Bolivia es exportador de gas, pero el gas no tuvo en el Gobierno de Evo Morales la inversión en exploración que necesitaba. Aquí está el problema, hoy no tenemos la cantidad suficiente de gas para ampliar los volúmenes de exportación a Argentina, a Brasil o para el mercado interno.
P. ¿Alcanza el año y medio de mandato que le queda para resolver esto?
R. Lo estamos haciendo desde el primer día. Evo hizo solo seis proyectos de exploración; nosotros hemos hecho 43, ahí está la diferencia. No solo eso, porque yo sé lo que meten los analistas económicos de la derecha en la cabeza. Bolivia está entrando en un franco proceso de industrialización, no solo de los recursos naturales. Bolivia importaba todo, hasta jabones, y ahora estamos produciéndolos. El problema del diésel y la gasolina [que escasea en Bolivia] no se va a resolver solo con más exportación de gas, porque hoy somos importadores netos de líquidos. Si encontramos los pozos, y creo que ya tendremos buenos resultados, resolveremos el 60% de la importación de diésel. ¿Qué le preocupa a la derecha? Qué vamos a poder mostrar resultados en 2025, porque las cosas tienen un momento de maduración. La derecha quiere apropiarse de nuestro trabajo para poder decir que lo hicieron ellos.
P. La inflación interanual de mayo fue del 3,5% y acumula 2% desde enero. ¿No le preocupa el dato?
R. Somos la economía con mayor estabilidad de precios de la región. Mire lo que está pasando en Chile [4,1%] o Argentina [276%], donde es mejor no referirse. ¿Puede alguien decir que acá hay crisis? Somos un país que tiene crecimiento económico [el Gobierno proyecta alrededor de un 4% para 2024] de acuerdo con la Cepal, para que no digan que yo lo estoy diciendo.
P. Trajo varias veces a colación a Evo Morales. ¿Le sorprendió que hablase de un autogolpe?
R. No me sorprende, porque sabemos lo que quiere Evo.
P. ¿Y qué quiere Evo?
R. Quiere ser candidato a la presidencia en 2024 a como dé lugar. Él lo dijo: ‘Voy a ser candidato a las buenas o las malas’. Nos tenía con conflictos aquí, con amenazas de bloqueos, está azuzando a los sectores para salgan a conflictuar al país para que después se junten los cocaleros del Trópico [Cochabamba, en el centro del país] y exijan su candidatura.
P. ¿Dice entonces que Morales trabaja para las cosas salgan mal?
R. Por supuesto, o tiene alguna duda al respecto.
P. ¿El golpe militar podría ser una buena excusa para la unificación del MAS, sobre todo pensando en las elecciones del año próximo?
R. Hemos visto lo que están haciendo las organizaciones sociales que están sustentando al Gobierno, los fundadores del MAS. Ellos llamaron en su momento al compañero Evo a una reunión, como dice el estatuto, para convocar a un Congreso entre la dirección nacional y los dueños del instrumento político en cuatro oportunidades. Nunca fueron escuchados, ni siquiera respondió.
P. ¿Usted no ha vuelto a hablar con Evo Morales?
R. No, yo solo lo llamé el día del golpe para prevenirle de la situación.
P. ¿Le sorprendió su reacción?
R. No me sorprendió, porque todos lo que lo conocemos sabemos lo que quiere. Y va a utilizar todo, incluso poner en duda el golpe fallido, por sus aspiraciones políticas personales.
P. Morales está inhabilitado por la justicia para ser candidato. ¿Hay alguna posibilidad de que eso se revierta?
R. En 2019 ese fue el problema. Él se hizo habilitar por el Tribunal Constitucional diciendo que la reelección es un derecho humano. La CIDH [Comisión Interamericana de Derechos Humanos] ha dicho que eso no es un derecho. La situación para nosotros está clara, pero vaya a contárselo usted a él, que está convencido de que es candidato.
P. ¿Si hubiese una oferta de diálogo estaría dispuesto a reunirse con él?
R. Es que no solo soy yo, aquí las organizaciones sociales, que son los dueños del instrumento político. Ellos le dicen a Evo que no se los arrebate. Y estoy de acuerdo con ellos, porque ellos son los fundadores. Cuando se funda el MAS, no estaba Evo.
P. ¿Qué le espera ahora a Bolivia luego de este golpe fallido?
R. Tenemos que estar alertas. Conociendo la historia de América Latina sabemos todo lo que ha ocurrido para debilitar a gobiernos populares, en especial a aquellos que tenemos recursos naturales. Hemos instruido tomar medidas para tomar el control de todas las instituciones, especialmente de la Policía y las Fuerzas Armadas.
P. ¿Confía en las Fuerzas Armadas después de lo que ha pasado?
R. Tenemos un trabajo coordinado. El Gobierno nunca se ha metido con las Fuerzas Armadas, sino solo en lo que está establecido en el marco de la institucionalidad.
Siga toda la información de El PAÍS América en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.