Petro revive la Constituyente, ahora como bandera electoral
El presidente de Colombia presenta la eventual reforma como gran propuesta para las elecciones nacionales del próximo semestre, tanto las legislativas de marzo como las presidenciales de mayo
“Vamos por el poder constituyente en el año 2026“, escribió este jueves el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su principal canal de comunicación, su cuenta de X. Un mensaje breve, directo, con el que difundía el video de una canción impecablemente producida, con una letra que deja poco lugar a dudas: ”Sí a la Asamblea Nacional Constituyente”, inicia. “La voz del pueblo se hace escuchar/la Constituyente es nuestro nuevo hogar”, continúa, en una melodía propia de un pop alegre. “Con el corazón en alto cantamos sin cesar/ con la Constituyente, Petro nos va a liberar”, dice hacia el final, en una de las estrofas rapeadas. Al difundirla, el mandatario da un gran despliegue a melodía que invitar a sacar adelante uno de sus proyectos consentidos, y que lo hace en un canal y con un estilo musical orientado a las juventudes urbanas que lo hicieron elegir en 2022.
El trino podría parecer anecdótico si fuera un hecho aislado. No lo es. Desde inicios de 2024, el presidente ha hablado episódicamente de una asamblea o del poder constituyente, y en junio pasado este año amenazó con convocarla si el Congreso rechazaba su reforma laboral. Más allá de esos antecedentes, que enmarcaban la Constituyente en su cuatrienio como gobernante, ahora el presidente la presenta como gran propuesta para las elecciones nacionales del próximo semestre, tanto las legislativas de marzo como las presidenciales de mayo.
Así, el domingo anterior, en uno de sus usuales mensajes largos en X, hizo hecho un llamado: la lista al Congreso de la izquierda que él lidera debe tener como bandera una asamblea constituyente que, argumenta, permita lograr lo que ha concebido que no ha podido hacer como cabeza del Ejecutivo. “Cada vez que hablo de la necesaria constituyente, sacan a relucir la reelección. Bueno ya no hay tiempo de reelección, así que saco el tema de nuevo, para Colombia es de absoluta pertinencia una reforma constitucional en varios temas: las reformas sociales, la adaptación al cambio climático, la garantía de los derechos de las gentes, la reforma a la justicia para que cese la impunidad y sea la verdad y la restauración de las víctimas. El proceso constituyente depende de las firmas de la ciudadanía y del nuevo congreso que se elija. Que la lista que se proponga sea una lista proconstituyente y vuelva realidad la orden del pueblo con sus firmas. Me preguntan ¿a quién apoyo yo? Yo apoyo una lista al Congreso y Cámara pro constituyente”, fue su mensaje.
Pocas semanas antes, el 19 de julio pasado, fecha simbólica, pues al día siguiente iniciaba el último año de este Congreso, ya había dado una puntada en ese sentido. “Me he afiliado de primeras al Pacto Histórico [el partido de unidad de izquierda que sus bases están conformando]. Sueño con un movimiento que sueñe con la gente en cada barrio y vereda. Una constituyente barrial y veredal”, dijo entonces, al comentar un video en el que aparecía la lectura de la decisión de crear ese partido unificado e iniciar una campaña de afiliación con miras, justamente, a las elecciones de 2026.
De nuevo, con miras a 2026, sus llamados han tenido acogida. La han tenido, como es natural, entre los precandidatos presidenciales que han insistido desde antes con la propuesta de una asamblea constituyente, como el exalcalde de Medellín Daniel Quintero o el recientemente retirado jefe de despacho presidencial Alfredo Saade. Pero también entre otros que no han sido grandes defensores de la propuesta. El exsenador Gustavo Bolívar no solo manifestó su apoyo personal, sino que lideró un frente de una veintena de precandidatos al Congreso que buscan espacio en las listas de izquierda y apoyan su aspiración. “Nos declaramos en bancada constituyente, en apoyo a la propuesta del Presidente Petro de llamar al pueblo para que con su firma y su voto materialicen las reformas constitucionales que necesita Colombia en 2026 y que un Congreso cooptado por la corrupción y las élites económicas se han negado a hacer”, dijeron esta semana.
La campaña aún da sus primeros pasos, y tanto el proceso de unidad de la izquierda como la definición de sus candidatos al Congreso y a la Presidencia están en la agenda. Más allá de las dudas jurídicas y los choques con el Consejo Nacional Electoral que debe avalar la fusión de varios partidos en el Pacto Histórico, el proceso pasa por construir un relato sobre el Gobierno y sobre lo que propone el sector para el futuro.
La constituyente no es sencilla de convocar, pues requiere una ley aprobada por el Congreso, la firma del presidente, el aval de la Corte Constitucional y el apoyo en las urnas de por lo menos 13 millones de colombianos. Pero, antes de ello, en términos políticos, permite cohesionar un mensaje sobre lo ocurrido bajo Petro y la propuesta de la izquierda para el cuatrienio siguiente.
Sobre el pasado reciente que es el Gobierno Petro, argumentar la necesidad de una constituyente es una forma de indicar un responsable de que las promesas de cambio hayan sido cumplidas solo en parte: las normas actuales no permitirían los ajustes necesarios, como ha dicho el presidente. Y sobre el futuro, deja un programa mínimo y una prioridad para defender en debates preelecotrales o al inicio de un nuevo mandato. Como, además, una cosa es el mecanismo y otra su contenido, sirve para agrupar demandas dispersas y distintas, una estrategia que utilizó el propio Petro para impulsar el paro nacional de 2019, cuando ambientalistas, líderes juveniles y defensores del acuerdo con las FARC se sumaron a las marchas.
Por eso, es probable que la izquierda apueste a que la propuesta de una constituyente se convierta en parte del debate para unas elecciones que también se han dibujado como un plebiscito sobre el Gobierno Petro, una definición sobre la ruta de seguridad del país o incluso un parteaguas para el futuro de la estabilidad democrática del país.