Vuelve el proyecto insignia de Petro: la reforma a la salud supera su primer debate en el Congreso
La Comisión Séptima de la Cámara aprueba el proyecto en su nueva versión. Será ley si supera con éxito tres debates adicionales, uno en la plenaria de la Cámara y dos en el Senado
La Comisión Séptima de la Cámara de Representantes ha aprobado en la tarde de este lunes la reforma a la salud presentada por el Gobierno de Gustavo Petro. El proyecto que busca transformar de raíz el sistema sanitario de Colombia recibió 14 votos positivos y solo 4 negativos. Ahora, para convertirse en ley, deberá superar tres debates adicionales, uno en la plenaria de la Cámara y dos en el Senado, donde el Gobierno no tiene garantizadas las mayorías. Fue justo en la Comisión Séptima de Senado, en su tercer debate, donde hace seis meses se hundió la primera versión de la misma reforma.
La aprobación del proyecto este lunes se da después de varias semanas de discusión. En ellas, los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y del Interior, Juan Fernando Cristo, consiguieron el apoyo de representantes de los partidos de la U, Liberal y Conservador, declarados en independencia, pero claves para el éxito de la reforma. Estos votos positivos se sumaron a los gobiernistas del Pacto Histórico, el Partido Verde, Comunes y los representantes de Víctimas. Al final, los únicos que se opusieron fueron los dos parlamentarios de Cambio Radical y los dos del Centro Democrático, las bancadas oficialmente opositoras. Con esta victoria, el proyecto insignia del presidente Petro da un primer y esperado paso en su trámite legislativo.
El ministerio del Interior, responsable de las relaciones con el Congreso, ha celebrado la aprobación: “La transformación de la salud es necesaria para garantizar que todas y todos los colombianos, sin importar su lugar de residencia o situación económica, tengan acceso a servicios de alta calidad. ¡Estamos trabajando para que la salud sea un derecho universal sin barreras!”. La representante por Bogotá del Pacto Histórico, María Fernanda Carrascal, se sumó a las voces de victoria. “Aprobamos una reforma que busca fortalecer y descentralizar el sistema de salud de forma que los servicios lleguen a cada rincón del país, especialmente en zonas rurales, para que todos los residentes del país puedan recibir la atención que necesitan”. Algo similar dijo su colega Alfredo Mondragón, quien representa al Valle del Cauca
El representante opositor Andrés Forero, en contraste, ha criticado la aprobación y ha afirmado que el proyecto tiene falencias estructurales y que no ofrece las soluciones que necesita el sistema actual. “Este proyecto sigue sin resolver los problemas actuales de los pacientes”, ha dicho ante medios de comunicación. El parlamentario del Centro Democrático también ha cuestionado al ministro de Salud. “Guillermo Alfonso Jaramillo no quiso responder una sola pregunta técnica sobre la reforma a la salud, pero, apenas se la aprueban, se echa un discurso lleno de lugares comunes. Se le abona que al menos esta vez no ha hecho pataleta ni se ha desgañitado”, escribió en su cuenta de X.
El proyecto aprobado es mucho más corto que el que se hundió hace unos meses, pero mantiene sus propuestas centrales, incluyendo la terminología. Busca eliminar la lógica del sistema creado desde 1993, en el que la población se afilia a unas Entidades Promotoras de Salud (EPS), públicas o privadas, que sirven sus aseguradoras de su salud. La propuesta es convertir esas EPS —sujeto a que cumplan ciertas condiciones y a que así lo deseen— en Gestoras de Salud y Vida, que ya no recibirán dinero ni serán aseguradoras, sino que coordinarán con diferentes instancias estatales la creación de las redes de servicios, diferentes grupos de hospitales públicos y privados, para que estos presten los servicios de salud. La labor de las gestoras será auditar que los grupos cobren por servicios efectivamente necesarios y ejecutados. A cambio, recibirán el 5% del dinero, una cifra puede crecer hasta el 8% o caer al 3,5%, según los resultados que logren.
El Gobierno también propone que la atención básica en salud esté en manos de los nuevos Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS). Los ciudadanos deberán acudir a ellos para su atención básica, y será ahí que los remitan a lugares de mayor complejidad, cuando sea necesario y con la supervisión de las Gestoras. Para eso, las Gestoras y las secretarías de salud distritales, municipales o departamentales organizarán unas redes de clínicas, profesionales, laboratorios y demás prestadores de servicios, llamadas RIISS. La estatal ADRES concentrará todos los recursos de la salud, desde los que pagan empleados y empleadores todos los meses hasta el dinero del presupuesto general de la Nación, para hacer los giros a las clínicas, los laboratorios y en general a quienes presten los servicios de salud.