Gustavo Petro nombra a Ángela María Buitrago como nueva ministra de Justicia
El presidente de Colombia agradeció la labor de Néstor Osuna al frente de la cartera: “Un verdadero jurista progresista”
El presidente Gustavo Petro ha anunciado en la tarde de este lunes que Ángela María Buitrago será la nueva ministra de justicia de su Gobierno. Buitrago remplazará al liberal Néstor Osuna, que estaba en el cargo desde el comienzo del periodo presidencial. “Le agradezco al ministro Osuna su inmensa colaboración con nuestro Gobierno. Un verdadero jurista progresista. Nos acompañará ahora la doctora Ángela María Buitrago”, escribió el presidente en su cuenta de X. “¡Con usted por siempre presidente Gustavo Petro! ¡Gracias por la oportunidad de aportar un grano de arena!”, respondió el ministro saliente. Osuna felicitó a Buitrago por el nombramiento: “Mi mejor energía para la tremenda ministra de justicia que tendrá Colombia. Conozco a Ángela Buitrago desde que fuimos compañeros de curso en la Universidad Externado y siempre la he admirado. ¡Se hará justicia!”. Este anuncio se suma al reciente despido del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien aún no tiene un remplazo seguro.
El nombre de Ángela María Buitrago ya había sonado el año pasado cuando fue una de las tres ternadas por Petro para ser Fiscal General. Su labor en el ministerio tendrá tres objetivos fundamentales: lograr que el Congreso apruebe la reforma a la justicia, que será presentada por el Gobierno en la próxima legislatura después de meses de diálogo y concertación; buscar soluciones para la crisis carcelaria que enfrenta el país desde hace décadas; y consolidar la nueva política de drogas, que estará vigente durante los próximos diez años, hasta 2033, y tendrá una inversión de $21 billones.
El nuevo nombramiento ya ha generado reacciones positivas en distintos sectores de la política. El senador Humberto de la Calle, de la Alianza Verde, celebró la llegada de Buitrago. “Buenas noticias en Justicia. El presidente Petro nombró a Ángela María Buitrago como Minjusticia. Es una reputada jurista. Se ganó el respeto en la Fiscalía por su rectitud y valentía. Pero hay que despedir con honores al Ministro saliente, el Doctor Osuna. En su ejercicio mantuvo una actitud pluralista, innovadora y respetuosa que debemos reconocer”.
Buitrago es en la actualidad profesora de pregrado y postgrado de la Universidad Externado. La nueva ministra de justicia cursó allí pregrado, maestría, doctorado, pero el lugar en el que se ganó la admiración y respeto de académicos y colegas fue en su paso por la Fiscalía, en donde trabajó como fiscal delegada ante la Corte Suprema entre 2005 y 2010. Este periodo fue suficiente para que lograra avances inéditos en casos que llevaban décadas estancados.
Buitrago fue la fiscal que llevó ante la justicia a dos altos oficiales retirados del Ejército, el general Jesús Armando Arias Cabrales y el coronel Alfonso Plazas Vega, por las desapariciones forzadas ocurridas en la retoma militar del Palacio de Justicia de Bogotá en 1985, luego de que un grupo de guerrilleros del M-19 ingresara al edificio y tomara como rehenes a quienes se encontraban adentro. Para conseguirlo tuvo que visitar brigadas del Ejército y cementerios, exhumar cadáveres y ver horas de grabaciones de video de aquellos hechos. Pero sus logros durante esa etapa son más. Varias de sus acusaciones terminaron en históricas condenas como la del exfiscal Guillermo Valencia Cossio, hermano del entonces poderoso político conservador Fabio Valencia Cossio, por valerse de su cargo para beneficiar a actores ilegales; la de Jorge Noguera, exdirector del hoy extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por sus vínculos con paramilitares; o de Edilberto Castro, exgobernador del Meta, por su responsabilidad en el homicidio de tres dirigentes políticos de su departamento.
Esos resultados la hicieron acreedora del apelativo de ‘fiscal de hierro’. Sin embargo, en una decisión que causó malestar en la Fiscalía, en 2010, el fiscal general encargado, Guillermo Mendoza Diago, le pidió la renuncia y la calificó de “ineficiente”. Fue así como la penalista abandonó la institución. En los años siguientes se postuló para ser personera de Bogotá y se unió al grupo interdisciplinario de expertos que conformó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para investigar la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa (Guerrero), México, que ocurrió en 2014.