José Ismael Peña, nuevo rector de la Universidad Nacional
El Consejo Superior elige, tras más de ocho horas de reunión, al tercer candidato más votado en la consulta a estudiantes, profesores y egresados
José Ismael Peña ha sido designado este jueves como el nuevo rector de la Universidad Nacional, la institución de educación superior más icónica de Colombia. La decisión del Consejo Superior, compuesto por ocho miembros con derecho al voto, ha caído como un baldazo de agua fría en la comunidad académica: estudiantes, docentes y egresados habían expresado la semana pasada su preferencia abrumadora por Leopoldo Múnera, un politó...
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José Ismael Peña ha sido designado este jueves como el nuevo rector de la Universidad Nacional, la institución de educación superior más icónica de Colombia. La decisión del Consejo Superior, compuesto por ocho miembros con derecho al voto, ha caído como un baldazo de agua fría en la comunidad académica: estudiantes, docentes y egresados habían expresado la semana pasada su preferencia abrumadora por Leopoldo Múnera, un politólogo y abogado de izquierdas que prometía la democratización de la universidad. Peña, vicerrector de la sede Bogotá durante la administración actual, había salido tercero con el 8,3% de los votos en una consulta —frente al 34,4% de Múnera—.
El rector designado es ingeniero en sistemas de la Universidad Nacional con doctorado en Ciencias de Gestión de la Universidad de Grenoble (Francia). Es profesor de la Facultad de Ingeniería de la sede de Bogotá desde 1992 y ha ocupado varios cargos administrativos, entre ellos el de director encargado del Instituto de Biotecnología. Ha prometido expandir el Hospital Universitario, resolver la falta de cupos para inscribir materias y fortalecer la regionalización de la institución. Es visto como una figura cercana a la rectora saliente, Dolly Montoya, una científica que llegó al cargo en 2018 y que fue reelecta en 2021 pese a que tampoco contaba con el apoyo de la comunidad —la primera vez había ocupado el quinto puesto y la segunda había perdido contra el voto en blanco—.
La decisión se conoció poco después de las seis de la tarde, mientras grupos de estudiantes en el campus central de Bogotá chocaban con los uniformados de la UNDMO, el grupo de la Policía que ha reemplazado al ESMAD en el manejo de protestas y aglomeraciones. Los manifestantes reaccionaron enfurecidos tras conocer el comunicado y se dirigieron al Auditorio León de Greiff, donde se suspendió un concierto y se improvisó una asamblea estudiantil. “Peña, gonorrea, la nacho no copea [no obedece]”, gritaban, en referencia al nuevo rector y al nombre por el que popularmente se conoce a la universidad. La pintada “fuera Peña”, en tanto, comenzó a aparecer en las paredes del campus.
Los estudiantes que apoyaban a Múnera ven al rector designado como el continuismo de un grupo directivo de las facultades de Ciencias y de Ingeniería que ha estado a cargo de las últimas rectorías. Para ellos, este sector ha priorizado los vínculos de la universidad con el sector privado y ha tenido manejos gerenciales de la institución. Múnera, en cambio, ha enfatizado en su cercanía con el movimiento estudiantil y en sus luchas para defender la universidad pública.
La promesa de Gustavo Petro
La casa de estudios está acostumbrada a que el ganador en las urnas no sea elegido rector. Múnera ya había tenido el apoyo de los estudiantes y profesores en 2012, sin que el Consejo lo designara. Pero esta vez había expectativa de que finalmente hubiera llegado su turno: en los últimos días había circulado un video en el que el presidente Gustavo Petro aseguraba que respetaría la decisión de la consulta. Los votos de los enviados de la Casa de Nariño y de la ministra de Educación, Aurora Vergara, eran vistos como determinantes, ya que suman tres de los ocho que tiene el Consejo.
Petro ha declarado tras la designación que él no fue en contravía con lo que quería la comunidad académica. “Los delegados del Gobierno nacional respetan las decisiones democráticas en las urnas de estudiantes y profesores para las rectorías de las universidades”, ha escrito el presidente en X. Los estudiantes que estaban en la asamblea en Bogotá leyeron el mensaje y lo celebraron. Para ellos, los responsables de su derrota fueron los representantes del estudiantado y de los profesores.
La asamblea en Bogotá, que contó con la presencia de Múnera, ha decidido ir a un paro hasta el 3 de abril y manifestarse en las inmediaciones del campus. El objetivo es forzar la renuncia de Peña. “Tenemos que seguir el paro hasta que nuestro rector sea Leopoldo Múnera”, dijo uno de los estudiantes durante la reunión en el Auditorio León de Greiff. No obstante, la convocatoria no fue una sorpresa: durante todo el día los estudiantes habían adelantado que suspenderían las clases si el politólogo no era elegido.
Múnera llamó en sus redes sociales a “resistir, con toda legitimidad, a la forma de gobierno impuesta”. “Desde la desobediencia civil pacífica, que empiezo a ejercer a partir de este momento, trabajaré por una constituyente universitaria que permita transformar las universidades públicas del país e impedir que las oligarquías académicas sigan orientando el rumbo de la educación superior colombiana”, remarcó. “Una vez más la comunidad universitaria ha sido desconocida e irrespetada por quienes ejercen el poder burocrático e ignoran el mandato de los estamentos que representan”, agregó en referencia a los representantes de los estudiantes y docentes.
Peña se limitó a agradecer la designación. “Gracias por su apoyo y respaldo, viene un trabajo duro pero en equipo Tejiendo Colectivamente ¡Podemos!”, declaró en la red social X.
Otros reclamos
La designación del nuevo rector no es lo único que produce tensión. Camila Díaz, una estudiante de Lingüística, contaba más temprano a este periódico que la comunidad ya tenía naturalizado que habría un paro pronto, más allá de si Múnera era electo. “El tema no es si vamos al paro, sino cuándo... si antes o después de Semana Santa”, interpretaba. La administración saliente tramita en estos días varias reformas que han generado polémica: desde la centralización de los posgrados en una nueva unidad académica hasta modificaciones al código estudiantil que, según los manifestantes, restringirán sus posibilidades de protestar y expresar sus reclamos a las autoridades.
Sin embargo, no todos los estudiantes tienen un interés tan fuerte en la política universitaria como el que expresaban los manifestantes. Algunos comentaron en conversación con este periódico que estaban pendientes de la designación, pero no tan informados sobre quiénes eran los diferentes candidatos. Otros, como Karoll León, matizaron que la incertidumbre principal era qué pasaría con el desarrollo de las clases y los paros. “Más que la expectativa por el rector, estamos a la expectativa de qué va a hacer el estudiantado”, dijo. Unos pocos, en tanto, ni siquiera sabían que habría un nuevo rector y manifestaban no tener interés.
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