El fenómeno de la migración impulsa la llegada de un enlace de la Policía de Nueva York a Bogotá
La capital de Colombia es el primer lugar en Suramérica que tendrá un enviado permanente del famoso Departamento de Policía
Colombia fortalecerá lazos de cooperación policial con Estados Unidos con el primer puesto de enlace del Departamento de Policía de Nueva York en Suramérica, que se establecerá próximamente en Bogotá. La representación de la mayor fuerza de policía local norteamericana se suma a la existente en 13 ciudades del mundo, como Toronto, Tel Aviv o Madrid. Las autoridades de Colombia y Nueva York están definiendo detalles del memor...
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Colombia fortalecerá lazos de cooperación policial con Estados Unidos con el primer puesto de enlace del Departamento de Policía de Nueva York en Suramérica, que se establecerá próximamente en Bogotá. La representación de la mayor fuerza de policía local norteamericana se suma a la existente en 13 ciudades del mundo, como Toronto, Tel Aviv o Madrid. Las autoridades de Colombia y Nueva York están definiendo detalles del memorando de entendimiento que despejará el camino para la llegada de un oficial de inteligencia de alto rango para hacer presencia permanente en la capital colombiana.
A la espera de que se conozcan los pormenores del acuerdo, la comisionada adjunta de inteligencia y contraterrorismo de Nueva York, Rebecca Weiner, anticipó las razones de la decisión. “Esto surge del reconocimiento de que tenemos muchos problemas molestos en nuestra frontera sur: el flagelo del fentanilo, organizaciones criminales transnacionales que podrían tener una huella en los Estados Unidos y cada vez más en nuestra ciudad, y la crisis migratoria”, sostuvo Weiner durante el desayuno anual de la Fundación de la Policía de la ciudad de Nueva York, según declaraciones publicadas por New York Daily News.
La medida implica tener en Bogotá un oficial que comunique a Nueva York los movimientos o actividades de estructuras del crimen organizado. Weiner enfatizó que el objetivo es obtener información precisa lo más rápido posible si ocurre un evento que pueda afectar a la ciudad más poblada de Estados Unidos y mencionó como ejemplo los reportes del detective asignado a Tel Aviv sobre el ataque de Hamás en Israel del pasado 7 de octubre. El comisionado de la Policía de Nueva York, Edward Cabán, ha asegurado que el puesto de enlace en Bogotá junto a otro más en Tucson (Arizona) maximizarán la presencia regional y “proporcionarán inteligencia crucial que será vital para la protección de la ciudad de Nueva York”.
La ciudad destino del enlace —cuya identidad, así como el lugar específico desde donde despachará, se desconoce— la expuso el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en su visita a Colombia en octubre de 2023 como parte de una gira por Latinoamérica para conocer las principales rutas de los migrantes hacia Estados Unidos, de acuerdo con el director de la Policía Nacional, William Salamanca. “Sostuvimos reuniones con su equipo, en apoyo y compañía del embajador [Luis Gilberto] Murillo y del embajador [Francisco] Palmieri, y él planteó la posibilidad de tener aquí un oficial de enlace”, indicó el general. Salamanca conserva relaciones diplomáticas cercanas con Estados Unidos, donde fue cónsul de Miami antes de asumir el actual cargo por disposición del presidente de la República, Gustavo Petro.
En su visita del año pasado, el alcalde Adams presenció la complejidad del fenómeno migratorio en Necoclí, un municipio de unos 45.000 habitantes enclavado en el Urabá antioqueño donde comienza la travesía hacia el Tapón del Darién. También sobrevoló la peligrosa selva entre Colombia y Panamá, en la que miles de personas arriesgan su vida tratando de llegar a Centroamérica para abrirse paso hacia el norte en busca de oportunidades mejores que las que encuentran en sus lugares de origen. Muchos de esos migrantes terminan llegando a la ciudad Nueva York.
La embajada de Colombia en Estados Unidos reconoce que la visita de las delegaciones de ambos países a Necoclí fue un paso clave para comprender la situación en el paso fronterizo y trabajar en soluciones conjuntas. “Esta colaboración bilateral se centra en el intercambio de conocimientos, avances operativos y mejoras en la capacidad técnica de la Policía colombiana para enfrentar los desafíos regionales y globales, incluida la movilidad humana”, confirmó la embajada a EL PAÍS.
Según cifras de la Defensoría del Pueblo, alrededor de 520.000 migrantes cruzaron el Darién el año pasado, más del doble que en 2022. La mayoría eran de nacionalidad venezolana (328.650), además de ecuatorianos, haitianos, chinos y colombianos. Del total, 113.180 eran niñas, niños y adolescentes. En el lado de Colombia, la zona permanece bajo el dominio del Clan del Golfo, considerada la mayor banda del narcotráfico en el país. El Ejército Nacional calcula que ese grupo armado obtiene en promedio 125 dólares por cada persona que intenta cruzar entre ríos y montañas.
Juan Pappier, subdirector de la División de las Américas de Human Rights Watch, señala que el Tapón del Darién se ha convertido en una encrucijada migratoria, uno de los hechos que más explica la designación del enlace neoyorkino. “Allí confluyen las principales debilidades de América Latina para responder a la migración: la falta de vías legales y seguras para migrar hacia el norte, las limitaciones de las políticas de integración y regularización en Sudámerica y la falta de control territorial para proteger a la población en vastas zonas de la región”, afirma Pappier.
La continua llegada de migrantes a Nueva York ha sido uno de los dolores de cabeza recientes para las autoridades de la ciudad que nunca duerme. El alcalde Adams advirtió a finales del año pasado que habían llegado “al límite de su capacidad”, tras recibir más de 122.000 solicitudes de asilo en menos de dos años.
La Policía de Colombia tiene una larga historia de cooperación internacional y de interacción con agencias de inteligencia del mundo en la lucha contra el delito organizado transnacional, principalmente con Estados Unidos. El exministro de defensa y exembajador, Gabriel Silva Luján, destaca que la alianza con el Departamento de Policía de Nueva York, el más grande y uno de los más antiguos de ese país con unos 36.000 agentes, pasa por la necesidad compartida de contrarrestar la migración irregular.
“Sin duda lo que ha pasado con la migración ilegal es que Colombia se ha convertido en el país de tránsito más importante de la región, a donde llega gente de todas partes, África, Asia, América Latina y el Caribe, para intentar llegar a los Estados Unidos. Si uno quiere entender el fenómeno y recoger información de inteligencia relevante para prevenir situaciones en Nueva York y su área de influencia, hace sentido que la Policía quiera tener esa presencia”, expresa Silva.
Una vez se formalice el memorando de entendimiento, se definirá el alcance de la cooperación. Para Colombia, puede significar el acceso a información que ayude a desarticular organizaciones delictivas. “El área de Nueva York es una de las zonas más relevantes de destino de muchos de los migrantes ilegales que trafican las mafias colombianas, entre esas el Clan del Golfo. Cualquier información que ayude a descubrir cómo operan esas bandas va a ser muy bienvenida. Adicionalmente, la Policía de Nueva York tiene unas capacidades que no tiene la de Colombia”, añade el exministro.
Por su parte, Mathew Charles, sociólogo e investigador de la Universidad Externado de Colombia en asuntos de crimen organizado, considera que tener una alianza a nivel de ciudades permitirá garantizar un acceso más directo a la información de lado y lado de la frontera. “Esto es importante porque los que investigan son muchas veces las policías locales. Si se hablan la una con la otra, eso puede mejorar sus investigaciones y capacidades para enfrentar el crimen transnacional”, subraya.
La Fundación de la Policía de la Ciudad de Nueva York, una organización independiente sin ánimo de lucro fundada para contribuir a mejorar la seguridad pública, cubrirá los gastos que permitirán la llegada de los enlaces ubicados en Bogotá y Tucson, mientras que los salarios los asumirá directamente la institución policial a la que pertenecen. “Nuestra filosofía siempre ha sido, es la base de nuestro programa de enlace: no vamos a esperar a que nos lleguen los problemas”, ha puntualizado Weiner, la comisionada adjunta de inteligencia y contraterrorismo.
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