“Me arrepiento de todo”: la ilustradora colombiana que exageró su participación en ‘El niño y la garza’

Geraldine Fernández acaparó titulares cuando la película japonesa de animación triunfó en los Globos de Oro, pero poco después quedó claro que no era cierta su aportación al filme de Studio Ghibli

A la izquierda, la ilustradora Geraldine Fernández; a la derecha, el cartel de la película 'El niño y la garza'.RR SS / IMDB
Bogotá -

La ilustradora colombiana Geraldine Fernández Ruiz pasó del anonimato al desprestigio en cuestión de horas. Su repentina visibilidad por haber participado en la premiada película El niño y la garza, que estalló cuando ganó el Globo de Oro a la mejor película animada, se topó rápidamente con la realidad de que había exagerado su aportación hasta hacerla irreconocible.

Desde 2023, Fernández venía hablando en privado de su trabajo como ilustradora para la película de animación dirigida por el maestro japonés Hayao Miyazaki y su talentosa productora Studio Ghibli. Pero también en público: en octubre dio una charla en la sede de Barranquilla (su ciudad natal) de la Universidad Sergio Arboleda sobre su experiencia en la película. Allí les dijo a los estudiantes que el Studio Ghibli le había enviado un “obsequio y una carta” por el trabajo realizado: “La carta decía que ‘por agradecimiento y por todas las cosas que hiciste, por la trasnochada, por tu trabajo arduo’... porque después de ilustrar casi 50.000, 20.000 fotogramas, la mano te queda así y pues claramente ellos allá lo aprecian demasiado”, fue lo que dijo. Ya estaban definidas las exageraciones que la lanzarían a la fama.

Tras el triunfo en los Globos de Oro, el pasado 7 de enero, su historia se dio a conocer en su ciudad y en toda Colombia. El 14 de enero, el diario El Heraldo, el más importante de Barranquilla, publicó una nota sobre el supuesto logro de Fernández. Con el titular El talento barranquillero que se impuso en los Globos de Oro, la entrevistada mantenía esa versión de su aporte. “Tuve que hacer más de 25.000 fotogramas, era hoja por hoja, escena por escena, todo a mano, algunas cosas eran digitales”, dijo.

Un fotograma de la cinta 'El chico y la garza' (2023).

Ese mismo día, mientras su historia corría como la pólvora y era publicada por otros medios de comunicación como El Tiempo o Infobae, la artista concedió una entrevista al youtuber español Pablo González, conocido como Caith Sith. “Casi toda la primera parte de la película, que son casi 15 minutos, toda esa escena la hice yo. O sea, literal, la colombiana abrió la película”, reveló Fernández, orgullosa y sonriente.

Tecnoglass, la empresa en la que trabajaba, divulgó incluso un video difundiendo los supuestos logros de su empleada. “Tuve que realizar en 25.000 hojas de papel la escena, ilustré la escena 25.000 veces”, repite Fernández a la cámara. El director ejecutivo de la empresa de vidrios, Christian Daes, se refirió a ella con un gran elogio: “Ojalá uno pudiera ser un cultivo de talentos aquí y exportables, gente que vuele alto, uno no quiere ser el piloto del avión sino ser el pasajero, que la gente salga adelante por sí sola y, después, uno poder compartir que estuvieron allí”.

Pero la magnitud de su contribución era mucho menor. Los medios no habían corroborado la versión de Fernández, pero en redes sociales sí se hizo ese trabajo. De primeras, trascendió que su nombre no aparecía en los créditos de la película, como habría sido lógico de haber tenido una participación de ese tamaño. Las críticas y memes tomaron las redes sociales.

Este martes por la mañana la polémica llegó a los medios. En una entrevista con Blu Radio, en la que se enfrentó a las críticas, Fernández admitió su error: “Trabajé en un par de escenas de El niño y la garza, exageré”. A El Heraldo le dijo algo semejante: “Sí participé, pero exageré en muchas cosas”. Por teléfono, explica a este diario que participó como ilustradora en la película, pero acepta haber exagerado y agrandado su contribución. “No es real que haya hecho sola los 25.000 fotogramas. Fue en equipo. Hice 200″.

Afirma que ella “no quería reconocimiento” y que su historia solo se conoció porque una amiga, sin pedirle autorización, les contó a unos periodistas de la participación de la barranquillera. Narra que ellos se encargaron de replicarlo, la empezaron a buscar y aceptó concederles entrevistas. Tras la polémica desatada, dice que se siente mal. “Mi celular no para de sonar. Las personas se burlan de mí y me amenazan”. Explica que, si pudiera rebobinar el tiempo, manejaría la situación de otra forma: “Me arrepiento de todo. Hubiera preferido no haberles dicho a mis amigos, en especial a la que se tomó el atrevimiento de difundir la información”.

Fernández explica que llegó a trabajar en la película tras hacer un máster en ilustración en la Universidad de Tokio. Asegura que, al terminar su tesis, le dijeron que su estilo era “muy similar al de Studio Ghibli” y que por tal razón la invitaban a participar en la película como freelance para hacer ilustraciones puntuales.


Fernández ha contado a EL PAÍS que contactó con Studio Ghibli el pasado lunes para conseguir un documento que certificara su trabajo en el filme y dar carpetazo así a la polémica. La ilustradora asegura que el estudio le acaba de enviar un comunicado que certifica su contribución. Sin embargo, se ha negado a mostrarlo, pues prefiere evitar que se siga hablando de su aportación a una producción que es favorita para ganar el Oscar a mejor película animada, el próximo 10 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles.

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