La Cancillería confirma la muerte de Ivonne Rubio, la colombiana desaparecida en Israel tras el ataque de Hamás

Se desconoce el paradero de su novio, Antonio Macias Montaño

Ivonne Rubio, en una imagen compartida en sus redes sociales.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ha confirmado en la mañana de este miércoles el fallecimiento de Ivonne Rubio, la colombiana que estaba desaparecida en Israel después del ataque de Hamás el pasado sábado. Rubio, de 26 años, se encontraba con su pareja, el también colombiano Antonio Macias Montaño, en ...

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El Ministerio de Relaciones Exteriores ha confirmado en la mañana de este miércoles el fallecimiento de Ivonne Rubio, la colombiana que estaba desaparecida en Israel después del ataque de Hamás el pasado sábado. Rubio, de 26 años, se encontraba con su pareja, el también colombiano Antonio Macias Montaño, en una fiesta de música electrónica cuando la milicia yihadista la atacó con cohetes y a tiros. Según el comunicado oficial, las autoridades locales informaron a la Embajada colombiana en Israel de que una prueba de ADN estableció que Ivonne se encontraba entre los fallecidos. El padre de la colombiana, Julio Rubio, le ha confirmado el hecho a la embajadora Margarita Manjarrez. El paradero de Macias todavía se desconoce.

Julio Rubio contó este lunes a este diario que la familia había dado muestras de ADN a las autoridades israelíes para ayudar en la búsqueda de su hija. Por su parte, una tía de Macias, Sandra Paola, informó de que familiares suyos habían hecho lo mismo. La familia de los novios, que tienen dos hijos de seis y cuatro años, supo por última vez de ellos en la mañana de la invasión. Entonces Rubio llamó a su padre. “Papi, estamos en guerra. Estoy corriendo hacia un búnker”, fueron las últimas palabras que escuchó de ella, dijo este lunes.

Rubio y Macias vivían en la ciudad de Kfar Saba, en el centro de Israel, donde habían construido “una vida tranquila”, relató Rubio padre este lunes. “Se conocieron hace tres años y se formaron como pareja, cada uno con su hijo. Él tenía su niña de seis años, y ella tenía su niño de cuatro”, dijo. Junto con los pequeños, Manuela y Aviel, “estaban viviendo felices”. “Hacían vida juntos los cuatro, una bonita familia”. Además de criar a dos hijos, Ivonne estudiaba contaduría y trabajaba en su universidad.

Los Rubio se mudaron de Colombia a Israel en 1991, en la época de la guerra entre el Estado y al Cártel de Medellín, que lideraba Pablo Escobar, contó Rubio padre. Apenas unos años después de haber llegado, nació Ivonne y se establecieron en Jerusalén. “Nos vinimos huyendo de esa violencia. Porque no compartimos la violencia de ninguna parte. No tiene justificación. No por política, no por ideologías, no por religión”, explicó.

Treinta años después de que su familia huyera del terrorismo de los narcotraficantes en su país natal, Ivonne Rubio es una de las al menos de 260 personas que Hamás asesinó en el festival Tribe of Nova el pasado sábado. En los días posteriores a la tragedia, numerosos sobrevivientes han compartido la pesadilla que vivieron durante la masacre.

Uno de ellos es Arik Nani, que se encontraba celebrando su 26º cumpleaños en la fiesta todo empezó todo. El día apenas había amanecido y la multitud bailaba. De repente, vieron como decenas de proyectiles pasaban por el cielo, contó Nani el lunes a este diario. “No sabía dónde estaba el norte ni el sur. A unos les dio un ataque de pánico, otros se echaron al suelo y otros se quedaron bloqueados. Y entonces pensábamos que solo eran cohetes”, relató.

Tras el susto del ataque aéreo, se detuvo la música y los organizadores anunciaron por los altavoces la cancelación del festival. Los asistentes fueron hacia sus coches. Entonces, empezaron los disparos. “Había como un obstáculo para salir y empezamos a escuchar el tatatá de armas automáticas”, dijo Nani. “[Los disparos venían de] muy cerca y por todos los lados, así que no teníamos claro hacia dónde ir. Decidimos no ir hacia el kibutz. Cayeron más cohetes, salimos del coche y nos tumbamos. Empezamos a correr. Entonces vimos un grupo enorme de gente corriendo en pánico absoluto por un espacio abierto mientras seguían sonando los disparos. Fuimos en otra dirección”, recordó. Tras cinco horas de recorrido desesperado, finalmente llegó a un refugio. Lamentablemente, no todos los asistentes del festival lograron escaparse.

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