La U y los conservadores reiteran que los ajustes a la reforma a la salud no son suficientes para sumar sus votos
El primer debate, citado para este martes en la comisión Séptima de la Cámara, avanzó poco y con dudas sobre las mayorías
Tras una mañana de esperas y rumores, dos de las tras bancadas tradicionales que forman parte de la coalición legislativa del Gobierno de Gustavo Petro negaron las versiones según las cuales apoyarían su proyecto de reforma a la salud, su gran bandera legislativa de este semestre, tal y como está. Lo anunciaron de forma casi simultánea con un pronunciamiento del presidente desde California, que recuerda la importancia de ese proyecto: “indudablemente es la prueba ...
Tras una mañana de esperas y rumores, dos de las tras bancadas tradicionales que forman parte de la coalición legislativa del Gobierno de Gustavo Petro negaron las versiones según las cuales apoyarían su proyecto de reforma a la salud, su gran bandera legislativa de este semestre, tal y como está. Lo anunciaron de forma casi simultánea con un pronunciamiento del presidente desde California, que recuerda la importancia de ese proyecto: “indudablemente es la prueba de fuego de la coalición mayoritaria” dijo ante los micrófonos de varios medios, en plena gira en Estados Unidos.
Petro dio esas declaraciones horas después de que se anunciara que los partidos Conservador y de La U apoyarían el proyecto después de que el Gobierno aceptó algunas de las 133 propuestas de ajustes que presentaron la semana pasada como condiciones para ese respaldo. Los votos de ellos y de un tercer partido tradicional pero aliado del Gobierno, el Liberal, son indispensables para que la reforma salga adelante en el Congreso, y los tres han criticado la reforma, especialmente en el asunto nuclear de la existencia de entidades que compitan entre sí y aseguren el riesgo en la salud, hoy conocidas como Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Por eso, la versión que circuló en varios medios era una victoria notoria para Petro y su ministra del ramo, Carolina Corcho, quien tiene como gran meta en la cartera el cambio del sistema de salud. La idea de que la apoyarían tenía el sustento de declaraciones informales de congresistas de La U, que había realizado una reunión de bancada en el Hotel de la Opera de Bogotá en las primeras horas de la mañana. Anunciaron que varios ajustes eran suficientes para acompañar el proyecto por lo menos en su primer debate, citado para la mañana de este martes, aunque seguían pidiendo otros más gruesos, especialmente el de darle funciones de aseguramiento a las Gestoras de Vida, las sucesoras de las EPS.
Por eso, congresista de la oposición criticaron a sus colegas de La U y Conservadores, y acusaron al Gobierno de haberlos sometido a un “chantaje burocrático” al haber pedido las renuncias protocolarias de seis viceministros que representan a esos partidos en el Gobierno
Sin embargo, sus colegas conservadores seguían en su encuentro paralelo. A la salida de éste, poco después de las 2 de la tarde, el senador y presidente del partido azul Efraín Cepeda se presentó ante los medios junto a la exsenadora y directora de La U Dilian Francisco Toro. Y en una intervención muy breve, que enviaron también como comunicado de prensa, anunciaron la decisión.
“Las bancadas del Partidos Conservador y de La U somos conscientes de la necesidad de una Reforma a la Salud que salve vidas, enfocada al usuario y el bienestar a los colombianos. Por lo tanto reafirmamos nuestra posición de NO apoyar el texto a la reforma de salud como lo ha presentado el Gobierno ya que no están acogidas la totalidad de las propuestas presentados por nuestras colectividades”, dice el escrito.
El presidente respondió un par de horas después, aclarando que no puede aceptar todas las propuestas de ajustes que han presentado esos partidos y refiriéndose, sin mencionarlas, a las EPS: dice que hacerlo “nos devuelve a un mundo donde el dinero público es manejado por privados que hacen negocio con él y con la salud de los colombianos”.
La demora de la reunión conservador frustró la posibilidad de que el proyecto iniciara temprano su primer debate, en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes: citado inicialmente a las 8 de la mañana, se postergó para las 10, luego para el mediodía, la 1 y las 2 de la tarde. Finalmente arrancó después de las 3 de la tarde, con el interrogante de si el Gobierno logrará sumar por lo menos dos de los cuatro votos liberales, con los que tendrían a ras la mayoría de los 21 miembros de la Comisión para sacar adelante el proyecto en el primero de los cuatro debates - o incluso si los representantes de La U y el Partido Conservador van a apoyar el proyecto en contravía de las decisiones de sus bancadas, algo que había anunciado ante de Semana Santa el único azul, el tolimense Gerardo Yepes.
La sesión terminó hacia las 6 de la tarde, sin claridad sobre los pesos exactos de los votos y con dudas sobre la posibilidad de que algunos congresistas tengan conflictos de intereses que los deban marginar de la votación final. 12 de los 21 representantes apoyaron aplazar la discusión hasta que la Comisión de Ética de la Cámara, otra célula compuesta por congresistas, revise esa situación, lo que podría postergar la discusión por varios días.
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