Henry Sanabria se despide de su cargo arrodillado frente a un niño Jesús: “Agradezco a Dios y a Petro haber sido director de la Policía”
El presidente ha destituido a un polémico general que hacía continuas declaraciones homófobas y faltaba el respeto a los derechos fundamentales de las minorías
Henry Sanabria ha sido coherente hasta el último momento. El general se ha despedido del cargo este jueves arrodillado en una iglesia frente a una imagen del niño Jesús: “Agradezco a Dios, al señor presidente Gustavo Peto y al ministro de Defensa por haberme permitido haber sido el director general de la Policía de Colombia”. Sanabria ha sido destituido por Gustavo Petro debido a su fanatismo religioso y a sus ideas en contra del aborto y los derechos...
Henry Sanabria ha sido coherente hasta el último momento. El general se ha despedido del cargo este jueves arrodillado en una iglesia frente a una imagen del niño Jesús: “Agradezco a Dios, al señor presidente Gustavo Peto y al ministro de Defensa por haberme permitido haber sido el director general de la Policía de Colombia”. Sanabria ha sido destituido por Gustavo Petro debido a su fanatismo religioso y a sus ideas en contra del aborto y los derechos de minorías como la comunidad LGTBI. Su presencia en un Gobierno que se declara progresista resultaba chocante.
El general ha subido dos mensajes en Twitter con la misma foto: en ella aparece vestido con el uniforme de la Policía, de rodillas, con la pistola, las esposas y un walkie-talkie en el cinto frente a un altar. Un verdadero soldado de Cristo. Alrededor hay gente de pie y sentada en sillas de plástico que también parecen orar. En su segundo mensaje, Sanabria se echa en brazos de Dios: “Mi partida con el ‘adiós”: “A Dios confío mi #alma, a Dios confío mi historia, a Dios confío a los míos, a Dios confío a los residentes en #Colombia, a Dios confío a las Fuerzas Militares, a Dios confío a la Policía Nacional y a Dios confío todo”.
El presidente no ha dicho que la exaltación religiosa sea el motivo por el que Sanabria ha sido destituido. Es más, en varias ocasiones ha asegurado que respetaba la libertad de culto y que no medía el desempeño de su funcionario por este motivo. Sin embargo, según fuentes gubernamentales, el general ha ido demasiado lejos al hacer declaraciones claramente homófobas y al cuestionar derechos fundamentales recogidos en la ley colombiana: dijo estar en contra del matrimonio homosexual y culpó a los policías gays de haber propagado el sida en las comisarías. El jefe de policía se convirtió en un personaje que incomodaba a los miembros del Gobierno, que le han pedido varias veces a Petro en privado que lo echara.
A Petro no le gusta que le digan lo que tiene que hacer, y ha tardado un mes en relevar a Sanabria. El ruido alrededor del general era ya insoportable. El Día de la mujer, por ejemplo, escribió unos comentarios machistas en sus redes sociales que les hizo echarse las manos a la cabeza a muchos socios del presidente. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, le abrió una investigación ante las denuncias de que sus creencias fanáticas habían permeado a la institución y nublaban su buen juicio. En un acto público, Sanabria dijo que los agentes que era infieles a sus parejas no eran confiables. El general parecía más un cura del franquismo subido a un púlpito que el director de una institución laica.
Sus excentricidades le han costado el puesto, finalmente. La gente del entorno de Petro ha despedido a Sanabria con la misma discreción que su jefe, pero en privado han mostrado alivio por su salida. Laura Sarabia, la número 2 del presidente, le agradeció su trabajo, pero en el mismo tuit saludaba la llegada al general William Salamanca, su reemplazo. No parecía que llorara su destitución. A rey muerto, rey puesto.
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