Los negociadores de paz de Santos y Petro le bajan el tono a sus fricciones
El Gobierno reafirma su compromiso con la implementación del acuerdo con la extinta guerrilla de las FARC en una reunión que coincide con la crisis en el proceso con el ELN
Los negociadores de paz de Juan Manuel Santos y de Gustavo Petro han limado asperezas en plena crisis de la mesa con el ELN. El encuentro entre el equipo que selló la paz con las FARC hace seis años y el que dialoga ahora con el ELN concluyó este jueves en Cartagena de Indias con una declaración oficial en la que el Gobierno reafirma su compromiso para implementar con mayor decisión el acuerdo del Teatro Colón.
La implementación de los acuerdos firmados a ...
Los negociadores de paz de Juan Manuel Santos y de Gustavo Petro han limado asperezas en plena crisis de la mesa con el ELN. El encuentro entre el equipo que selló la paz con las FARC hace seis años y el que dialoga ahora con el ELN concluyó este jueves en Cartagena de Indias con una declaración oficial en la que el Gobierno reafirma su compromiso para implementar con mayor decisión el acuerdo del Teatro Colón.
La implementación de los acuerdos firmados a finales de 2016 es “esencial e inaplazable”, afirma la declaración como punto de partida, y de acuerdo, de cara a un encuentro que incluyó a los diplomáticos de Noruega y Cuba, países garantes en ambas negociaciones, así como representantes de la Comisión de Paz del Senado, de la Iglesia y de Naciones Unidas. También a firmantes de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, convertidas en un partido político con representación en el Congreso. “La suma de experiencias que este nutrido grupo trajo a esta mesa, constituye un acumulado histórico invaluable, que pone de plano la posibilidad de construir, entre todos, una paz integral para Colombia”, reza el documento que leyó el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda.
“Hoy nos enfrentamos al enorme desafío de solucionar un conflicto que involucra a múltiples actores y grandes intereses. La particularidad de esta dinámica demanda soluciones innovadoras y persistir en la vía del diálogo con los grupos armados que han manifestado interés en pasar la página de la guerra”, añadió Rueda, el encargado de aterrizar la política de paz total con la que Petro se propone, además de implementar el acuerdo con las FARC, dialogar en simultaneo con el ELN y al menos una parte de las disidencias, así como adelantar una política de sometimiento para otros grupos criminales como el Clan del Golfo.
Ante las críticas de los arquitectos de la paz con las FARC, que señalaron a los delegados en la mesa con el ELN de haber cedido demasiado ante la última guerrilla en armas del país, y el intercambio de reproches que se produjo después, Petro y Santos pactaron la semana pasada el encuentro para que sus equipos pudieran reconciliarse e intercambiar experiencias. Para entonces no había estallado la crisis provocada por el atentado de la madrugada de este miércoles, cuando nueve militares murieron y nueve más resultaron heridos en un ataque perpetrado por el ELN contra una unidad del Ejército en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
El presidente Petro decidió no asistir a la cumbre de Cartagena, como lo tenía originalmente previsto, para que el avión presidencial pueda ayudar a atender la crisis de aerolíneas agravada por la suspensión de operaciones de Ultra Air. El mandatario permaneció en Bogotá, donde la tarde de este viernes tendrá otra reunión con la delegación que negocia con el ELN. El Gobierno ha deslizado que esa reunión no significa levantarse de la mesa, pero sí insistir en exigir un cese al fuego bilateral a la última guerrilla en armas, que en cualquier caso no se podrá acordar hasta que las partes se encuentren para un nuevo ciclo después de Semana Santa en La Habana.
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